Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

viernes, 25 de julio de 2008

Mamita, me quiero ir a casa


No tengo un buen día hoy, mi rubio amor sigue en el hospital y yo no le veo mejor.
Inés se ha despertado esta mañana diciendo que quería que Pepe volviera ya a casa. Anda, y yo también. se ha venido conmigo a verle y la verdad es que no se si ha sido buena idea. Se ha quedado con la idea de que Pepón está atado, claro, como va con el suero a todos lados...
Luego ha vuelto a comer a casa y me he quedado yo todo el día. Es así como veo que las cosas no van. No quiere comer, bueno, en realidad es que no puede, le duele muchísimo el estómago. A mediodía ha comido sólo una triste cucharada de sopa.
La merienda ha ido algo mejor, un tazón de leche y medio bollo.
Yo tenía todas mis esperanzas puestas en la cena, pensando que como iba a ser puré, y con el hambre acumulado del día comería algo, pero no ha sido así.
El caso es que la mayor parte del tiempo está bien, contento, jugando con sus coches, con sus cuentos de pegatinas, paseando por el pasillo o en la terraza viendo los coches pasar (él cuenta coches amarillos y yo rojos), pero otros ratos no puede con su alma, se queda dormido sin más.
No me gusta verle así, y desde luego, no quiero que le den el alta, porque en casa sin comer y sin el suero no puede estar.
Cuando he llegado esta noche a casa Inés me estaba esperando despierta y muy enfadada porque no había traido a Pepón conmigo.
En un rato de tranquilidad ni amor ha pintado el precioso dibujo que ilumina esta entrada, son coches, por supuesto y también un sol y luego rayas de colores.

No puedo más.

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