Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Reconocimiento médico de mi Sol deportista.

Hemos empezado el cole.
Bueno, el cole y tooooooodo lo que eso conlleva, las prisas, el corre corre y las extra escolares.
Mi Sol es una estrella del basket (quizás sea sólo MI estrella, pero lo es) y estaba ansioso por empezar los entrenamientos. Este año la liga colegial empieza muy pronto.
El caso es que ya, el tercer día de colegio empezó con su rutina y dentro de los requisitos federativos, es preceptivo un certificado médico que autorice al niño a hacer deporte. Aunque mi Sol está más que "revisado" y cualquiera de los médicos firmaría el certificado, prefiero que pase por la revisión en el cole como hacen todos sus amigos.
El viernes cuando fui a buscarle me encontré con que estaba en pleno reconocimiento.
Salió deprisita, que teníamos cita con el dentista y de camino me cuenta...
"Mami, que me ha preguntado el médico si había tenido alguna enfermedad grave y yo le he dicho lo de la leucemia, eso que cuando tenía tres años me cogí una leucemia y me ha preguntado que como estaba y si tomaba pastillas.
Ya le he dicho que no, que hacía mucho que no tomaba nada, pero luego me ha preguntado una cosa que no he entendido, me ha dicho, pero la leucemia, ¿era nosequé o nosequé?"
Te preguntaría si la leucemia era linfobástica o mieloide, digo yo
"Eso, eso, pero yo no lo sé mamá, ¿cual era?"
Linfoblástica, cariño, aprendete que era una LLA y así es más fácil.
Forma parte de su vida, lo sabe, asume que es grave y que está bien y a mí, que cada uno de esos episodios me da la vuelta al estómago por completo...

viernes, 19 de septiembre de 2014

El Niágara en bicicleta...

Así va mi vida, a ritmo de bachata, sólo que no es rosa, tal y como yo lo veo.
Cuando parecía que las cosas en el trabajo estaban tranquilas es cuando de buenas a primeras todo se va al carajo.
Ya está, ya lo han conseguido, se libran de mí, me dan la patada, adiós muy buenas.
Hace un par de días me comunicaron que en los servicios centrales de la empresa para la que trabajo hace 17 años no hay sitio para mí y que lo que "sin ninguna duda me conviene" es reconvertirme en comercial...
Vale.
Pero en mis 20 años profesionales jamás he hecho labor comercial, así que tendré que aprender.
Eso no me da miedo.
Pero claro, mi centro de trabajo también cambia... ¿Dónde me van a colocar? "no saben aún", tienen un mes, mientras me instruyen en mis nuevas labores, para decidir donde me colocan.
Mi cuadrícula cerebral saltó por los aires, entré en una crisis de ansiedad notable y no podía más que llorar, fuera de mi puesto de trabajo, por supuesto, no pensaba darles el gusto de verme hecha una piltrafa.
No puedo echar la culpa (o responsabilidad, como queráis) de todo a la empresa, no, yo he tocado mucho los cojones y eso no se perdona. Como he dicho siempre, tener hijos no te perjudica, siempre que ello no altere tu horario de trabajo, pero yo me he excedentado por 3 años, uno por cada hijo y por si fuera poco, la enfermedad de mi Sol me dejó un año  medio fuera de juego y eso, se paga.
La legalidad de tus derechos laborales se da de patadas con la realidad económica del negocio, es un hecho.
Y no hay más.
Cruzar los dedos para que mi nueva ubicación no me haga andar aún más de cabeza con mis idas y venidas a por mis duendes y punto.
Si es que es lo que yo siempre digo, si te lo tienes que tragar, "con un poco de azúcar" siempre es más fácil. Podrán intentarlo, pero a dios pongo por testigo de que no lograrán aplastarme, que viviré por encima de todo esto.
Como dice mi contrario, que es un chico listo, si la enfermedad de mi Sol no ha podido conmigo, esto no debe poder, así que en ello estoy. CONCILIANDO, que es gerundio.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Quince, la niña bonita

La niña bonita, los niños preciosos y una familia tal y como yo siempre la quise.
Quince años, mañana día 11 de septiembre hace quince años que me casé, ¡15!.
Lo digo y lo repito en voz alta, me parece que fue ayer y por otro lado ha pasado tanto...
Le pregunto a mi contrario si él sabe qué hemos hecho en estos 15 años y él, preciso por no variar, me contesta "pues tener tres hijos, pasar una leucemia infantil y seguir adelante".
Pues sí, razón no le falta ni gota, pero es que se han pasado tan deprisa, ya ni os cuento los siete años y medio que compartimos antes de casarnos.
Como siempre, yo organizaría una fiesta con fuegos artificiales y como siempre, él pasa de  celebraciones, en definitiva, que seguimos como siempre, él con los pies en el suelo, yo sin parar de inventar, pero eso sí, los dos tirando del carro en una misma dirección y os aseguro que eso a veces no es fácil.
Creo que mañana intentaré meterme (embutirme más bien) en mi traje de novia y hacerme una foto con mis hijos, fijo que las risas están aseguradas.

martes, 2 de septiembre de 2014

Ensalada de col "a mi manera"

Hoy toca comistrajo.
Y digo comistrajo porque es hablar de ensaladas y verduras que me chiflan y parece que oigo a mi abuela decir aquello de "a borrico viejo, poco verde", ella odiaba las ensaladas...
Ay Pepa mía.
Pero aquí vamos, con una ensalada que a mi me encanta y que en España no es demasiado típica y eso que ahora que le venden ya hecha y refrigerada algo más se ve.
Ingredientes:
  • Media col (repollo de toda la vida), no muy grande, da igual rizado que liso, yo lo cojo rizado normalmente.
  • Zanahoria rayada.
  • Remolacha cocida rayada.
(Ojo, versión para vagos: los botes de zanahoria ya rayada y los de remolacha ídem son súper apañados).
  • Una cebolla no muy grande.
  • Mayonesa, yo la uso ligera, porque si a la verdura que tiene pocas calorías de damos "vidilla" a base de mayonesa la fastidiamos.
  • Mostaza, yo la uso dulce y sin gluten.
Preparación:

Cortamos la col en tiras lo más finas que podamos y la lavamos muy bien. En un bol grande, donde podamos mezclar bien ponemos la col, la zanahoria, la remolacha y la cebolla igualmente cortada muy, muy fina. Ponemos un poco de sal y mezclamos bien.
Para hacer la salsa yo uso un bol aparte, pongo dos cucharadas soperas de mayonesa ligera y una de mostaza, para aligerarla se puede añadir una gota de agua o de aceite (pero el aceite tiene muchas calorías).
Pues cuando esté todo bien integrado se añade a la mezcla de verduras y se integra todo bien, por eso es importante que el bol sea grande, así no se desparrama todo por la encimera.
Se guarda en la nevera para servir bien fresquita.
A esta ensalada se le pueden añadir pasas y piñones, también manzana rayada igualmente pero la dieta es la dieta.
Por cierto que como estoy muy vaga y no os he contado nada de mis regalos de cumpleaños os voy a contar uno de los mejores.
De nuevo mi contrario preguntó a los duendes qué se les ocurría, bueno, pues mi Garbanzo decidió que lo que más me iba a gustar era una lechuga, "porque mamá sólo come lechuga".
Ahí queda eso.

lunes, 1 de septiembre de 2014

El verano ya se fue

Se fue, el verano pasó y las tan esperadas vacaciones corren que se las pelan. Ya estamos en Septiembre, mes de buenos propósitos y, aunque yo no soy mucho de eso, sí quiero proponerme actualizar este sitio con cierta regularidad, a ver si lo consigo.
El "veraneo" ha sido raro este año. Para empezar tuve que fraccionarlo en 3 tramos por temas de agenda y trabajo de mi contrario.
Creo que ya os dije que la última semana de Junio había sido una semana familiar tranquila y muy agradable. Fuimos a la Costa Brava y pasear por Sant Feliu y echar de menos a Mónika es todo uno...
El peor tramo del verano para los Duendes fue del 1 de Julio al 15 de Agosto. Este año no les había apuntado a ningún campamento de verano. Para empezar ellos no querían, cosa que a priori a mí me importa un bledo, porque luego sé que se aburren en casa, así que igualmente me puse a buscar. Los sitios que me gustaban estaban más que petados, así que ni estando arriba de la lista de espera conseguí las plazas.
En su cole hicieron una actividad distinta este año que tenía buena pinta, pero era, por edad, sólo para los chicos y no tenía alternativa para mi Hada, así que lo descarté. Total que al final me quedé sin nada.
Lo que en principio supuso una fiesta para ellos, levantarse tarde, hacer lo que les diera la gana y demás, se volvió en su contra, las normas eran claras, nada de maquinitas en toda la mañana y nada de piscina hasta que mamá llegase a casa...
La cosa se torció.
Mamá y papá se fueron a Lejoslandia por un viaje de trabajo de papá y ellos se quedaron con los Santos Padres (los míos), "vaya morro que tienen papá y mamá".
Fue sólo una semana, en Las Vegas y San Francisco, pero a mí, sin mis niños, nada me sabe igual. A la vuelta los Santos Padres desaparecieron camino de la playa y la cosa empeoró, si el abuelo no estaba por la mañana volvíamos a la rutina de no piscina.
Tardó en llegar pero el 15 de Agosto por fin apareció en el horizonte, maletas arriba y todo listo para nuestra semana de Vacaciones. Nos fuimos a Fuerteventura.

Soy un desastre como turista, no me preguntéis si me gustó porque lo único que vi fue el camino de 7 km entre el aeropuerto y el hotel...
La verdad es que los ocho días fueron la mar de relajados, vuelta y vuelta en la tumbona, piñas coladas, clases de salsa y fiestas nocturnas en la playa.
A la vuelta hice una maratón de lavadoras y el domingo 24 salimos hacia Levante. En Benidorm nos esperaban los abuelos con los brazos abiertos, más abiertos para los niños sin duda...
La semana de veraneo ha sido estupenda también, disfrutando de vida familiar, playa, piscina, castillos en la arena, algún cine y cenas fuera.
Pero es que 15 días no saben a nada, bueno, a nada, nada, no, pero que yo al menos necesito tres semanitas para desconectar y este año parece que no he separado el culo de la silla de la oficina.
Ya estamos en Septiembre, como he dicho antes y toca ponerse las pilas, organizar la vuelta al cole y las extraescolares.
Y como lo más puñetero hay que hacerlo siempre lo primero, antes de las 9 de la mañana ya tenía la cita para la segunda dosis de la vacuna de Hepatitis B de mi Sol y para la revisión semestral de dentista de los tres.
Por cierto que ahora mismo voy a llamar al Ratón Pérez que creo que entre hoy y mañana tendrá que hacernos una visita.