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Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

viernes, 8 de septiembre de 2023

A Tanzania por mi cumpleaños


 Llevo días, semanas, intentando pasarme por aquí. ¿Quien roba las horas de mis días?, no lo se, pero no me llegan.

He tenido un verano de lo más completo. Empecé con vacaciones, la última semana de julio. Os cuento el plan. 

La otra abuela de mis hijos es tremendamente activa, decidida y viajera. Viajar es su mejor regalo e intenta compartirlo con su familia. Ya os conté que por su 75 cumpleaños invitó a toda su familia a un crucero por los fiordos. de eso hace cinco años, pero, su primera idea era un safari en África, que no pudo hacerse porque los primos de mis hijos eran demasiado pequeños.

Por eso, en cuanto cumplió 79 el año pasado, empezó a planificar el viaje de sus 80 años. Ni que decir tiene que poner de acuerdo a tres familias con fechas e itinerarios no es fácil. Las fechas al final fueron un poco más fáciles, después del colegio y de los viajes de idiomas de los nietos y antes de que en agosto cada uno hiciera sus planes, el destino ya fue otro cantar.

Nosotros no pusimos ningún problema a la opción del safari, pero a algunos no les parecía buena idea. Pero ella decide, es así, no da su brazo a torcer por nada ni por nadie, nunca, el destino era Tanzania, el que quisiera venir estaba invitado...

Pues salimos el 24 de julio destino Kilimanjaro, el trayecto es laaaaargo por los enlaces de aviones, en fin. Llegamos a Arusha el 25 y dormimos alli para, al día siguiente salir rumbo al parque de Taranguire. Del hotel "europeo" de la ciudad pasamos a un lodge precioso con cabañas a la orilla de un lago donde las cebras venían a beber a la orilla.

El parque nos encantó, vimos leones, cebras, elefantes, jirafas... De allí salimos atravesando el Ngorongoro hasta llegar a Serengueti, el trayecto es agotados, 6 horas para un trayecto de menos de 400km por caminos de tierra, pero mereció la pena. Los dos días siguientes recorrimos varias zonas del parque, conseguimos ver hasta al leopardo...

El último día, desde allí deshicimos parte del camino para llegar al cráter del Ngorongoro donde la acumulación de animales es difícil de imaginar, un espectáculo maravilloso, tuvimos suerte y pudimos ver al rinoceronte.

Volvimos a Arusha a pasar el día para embarcar por la noche de vuelta a Nairobi, el retraso era de cuatro horas. Llegamos a coger el enlace para Doha, pero perdimos el enlace a Madrid por lo que la salida se retrasó 16 horas... Bueno, era la oportunidad


de visitar Doha.

Madre mía, me faltaba el aire por el calor, tened en cuenta que íbamos con pantalón largo y manga larga porque en Arusha la temperatura rondaba los 20 grados. En Doha, a las 7 de la mañana la temperatura era ya de 43 para subir hasta los 48 a mediodía. Me alegro de haber tenido la opción de visitar Doha, así ya no tengo que volver...

Como resumen del viaje, además de recomendarlo sin duda, me quedo con muchas reflexiones. Tanzania es un país pobrísimo, pero somos capaces de ir allí de turistas y alojarnos en hoteles que parecen sacados de lugar europeo sin pararnos a pensar qué sentirá la gente que vive y trabaja allí cuando nos vea, felices y despreocupados cuando ellos no tienen ni agua corriente.

Cuando llegas a Doha, si sólo miras a la gente, te encuentras en otro siglo, ellos con esas túnicas blancas hasta los pies y con la cabeza cubierta con el típico pañuelo y ellas, de negro, apenas se les ven los ojos y caminando por detrás, eso sí, con bolsos de marca al hombro y la última tecnología en las manos, anacrónico.

Y como guinda del pastel os cuento que celebré mi cumpleaños allí. Me prepararon una preciosa tarta y todos los camareros del hotel salieron a cantar y bailar, junto con el resto de huéspedes, para felicitarme, fue muy bonito.

Os dejo algunas fotos, entre ellas, la del último atardecer de mis 50 años. Maravilloso.