Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Cosas de la edad...

Estoy un poco cansada de oír a esos que dicen que la edad esté en la mente, que mientras uno tiene proyectos e ilusiones es joven y bla bla bla...

Me siento mayor, más mayor (ya sé que eso no es gramaticalmente correcto), mayor pero no vieja, pero mi edad no está en mi mente, está en el DNI y eso se refleja en el pelo, la piel, la vista, la resistencia y en mil cosas más.

Tiendo a decir que "ya no tengo edad para según qué cosas", no tengo edad de tener que pelearme por demostrar cosas porque difícilmente esa demostración me traiga algo positivo.
No tengo edad de discutir por tonterías, no tengo tiempo que perder con asuntos o personas que no me aportan gran cosa, será la edad, pero no.
Pero no tener edad de, no significa no tener ilusiones, tengo la ilusión de tener cada día un ratito para mi, tengo la ilusión de empezar proyectos por el mero gusto de hacerlos, sin pensar a donde me van a llevar, tengo edad para según que cosas pero no la tengo para otras.

Mi contrario está frontalmente en contra de esa manera de pensar. Él se siente estupendo (yo también) y está convencido de que sintiéndose así es capaz de hacer las mismas cosas que cuando tenía 20 años.
Pues no, la realidad es terca y  aprender a patinar, a montar en bici o a hacer cualquier actividad física no es lo mismo a los 15 o 20 que a los 46, y lo puedes pintar del color que más te guste y engañarte todo lo que quieras o puedas, pero no es lo mismo.

Para muestra un botón, hace cinco años, en la fiesta de fin de curso de mis duendes estaba hablando con otras madres de la mar y de los peces, no se quien dijo que lo de la "crisis de los 40" era mentira y yo lo corroboré, iba a cumplir 41 y no me sentía diferente de cuando tenía 37. En esto que otra de las mamás dijo que "la decadencia" empezaba una vez cumplidos los 42 que era cuando empezabas a notar que la vista te fallaba, entonces otra le dijo muy seria, "pues si crees que la decadencia llega a los 42, espérate a cumplir los 45 como yo".
¡Qué razón tenían todas ellas!. A los 42 empecé a notar que no veía, aguanté por pura coquetería pero mi auto regalo al cumplir los 45 fueron unas divinísimas gafas para vista cansada que ahora no me puedo quitar ni para limarme las uñas...
Pero es que desde los 45 a ahora, con 46 recién cumplidos empiezo a ver que mi piel pierde firmeza, por supuesto que los cuidados que te dediques hacen mucho, pero mucho hasta cierto punto.
Desde el mes de mayo me he vuelto una auténtica adicta al gimnasio, claro que estoy más fuerte y que me canso menos y que mis chichas están más duras que hace un año pero ¿sería lo mismo si tuviera 20 años menos?, pues no, sin duda no.
Por eso, no me hablen de juventud cerebral y entusiástica que cada cual es muy dueño y señor de creerse sus chorradas, yo, como siempre me quedo con los hechos sin más.
Y todo esto os lo cuenta una mamá cañón, ahí queda eso.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Asertividad, ¡al fin un palabro que sirve de algo!

Si buscas en la RAE "asertividad" te responde con un "cualidad de asertivo" que no te dice nada.
Si buscas "asertivo" la segunda entrada especifica que "Dicho de una persona: que expresa su opinión de manera firme".
Tampoco da para mucho la explicación, esa es la verdad.
Es mucho más clara la contraportada del libro "La asertividad, expresión de una clara autoestima" de Olga Castanyer que dice que para unos es la manera de hacer valer sus propios derechos mientras que para otros es una forma de no dejarse pisar.
Yo diría que es un poco de las dos cosas.
Hay personas que tienen la suerte de nacer siendo asertivas. No es mi caso. Yo creo que ahora voy por el buen camino, pero es un camino lento al que se llega después de haber sido muy vapuleado.
Yo siempre he expresado mis opiniones de manera firme, pero ahí me quedaba, en opiniones que no pasaban a hechos.
Dentro de mis charlas con la locóloga (ya os adelanto que me ha dado el alta) me dijo que me hacia falta una buena dosis de asertividad y me recomendó el libro que os decía. Os lo recomiendo.
En los ejemplos prácticos que da me vi reflejada de mil maneras, pero lo que realmente me abrió los ojos fue la página 62 y la lista de las ideas irracionales de Ellis, ¡me di cuenta de que yo caigo en todas!, una y otra vez.
Bueno, mejor debería decir caía, porque algunas ya me las he sacudido, me faltan otras.
Pero hay que ser muy fuerte y eso no es fácil dependiendo de la etapa en la que nos encontremos.
Ya me he dado cuenta de que puedo hacer lo que pienso y como lo pienso mientras no me salte ninguna norma legal, no hace falta que a otro no le moleste, siempre hay alguien que puede sentirse molesto por nuestras acciones, pero, como dice esa última idea irracional, un no puede estar permanentemente preocupado por los problemas o sentimientos de los demás.
En fin, que os he soltado un rollo pero que, para un palabro que encuentro que me gusta tenia que contároslo.

Una sombrilla de IKEA para un verano diferente

La sombrilla se llama Ramsö y me costó 8 euros en Ikea, la primera sombrilla que he comprado en mi vida.
Este verano todo ha sido diferente, para empezar ha sido la primera vez en toda mi vida que no he pasado ni siquiera unos días con mis padres. Me da pena, los he echado tanto de menos como el año pasado les eché de más.
Por primera vez decidí alquilar un apartamento, lo reservamos para las últimas dos semanas de Agosto en Zahara de los Atunes, ya estuvimos de hotel hace dos años y nos encantó. Tenía de vacaciones también la semana anterior pero la opción de hacer el trayecto de la Costa Brava a Cádiz (si es que hubiéramos ido a casa de la otra abuela de mis hijos) o de Benidorm (si hubiéramos ido con los santos padres, los míos) a Cádiz nos parecía demasiado. Además, a eso le tenemos que unir que mi contrario ni soporta Benidorm.
Pues nada, la opción era buscar un hotel cerquita de Zahara, parecía fácil. Ja, ja fácil, fácil si no tienes tres hijos y necesitas habitaciones comunicadas. La única opción fue ir a Costa Ballena y, aunque el hotel no entra dentro de mis favoritos, estuvimos cómodos y contentos. El desplazamiento a Zahara fue de menos de una hora, un chollo.
Pero claro, una cosa es estar de vacaciones (en el hotel) y otra bastante distinta estar de veraneo, en un apartamento en que lo tienes que hacer todo.
Sinceramente os diré que no me he matado a trabajar, pero que las camas había que hacerlas igual que la comida y la cena y que el baño y la cocina había que limpiarlas a diario es un hecho.
El apartamento estaba en una urbanización preciosa, con una piscina estupenda y justo a pie de playa, para mi, el paraíso, para mi Hada era estar en mitad de la nada.
Y es que Atlanterra es eso, mitad de ninguna parte. A Zahara hay como 4 km y Zahara tampoco es el colmo de la marcha. Se ha aburrido bastante, pero es que además vuelve blanca como la leche porque le dieron una charla sobre el cáncer de piel y ha bajado a la playa poco menos que con burka.
Yo decidí que me merecía hacer lo que más me gusta, caminar al borde del agua, así que dicho y hecho, 10 km diarios, 5 por la mañana y 5 por la tarde, cada día, así que os podéis imaginar que a pesar de la protección 50 vuelvo como un conguito (me embadurno a conciencia).
Pues eso, sol, playa, cocina de supervivencia (he comido macarrones por primera vez en 27 años), tinto de verano y helados.
Mis duendes han decidido que sí, que lo han pasado bien pero que ellos prefieren las vacaciones de siempre, una semana en la Costa Brava, una en Benidorm y otra de hotel, a ser posible en Tenerife, así que, para que no me pase lo de este año, ya tengo la reserva para la última semana de Agosto de 2019.
La vuelta siempre es dura, volver a lo que no te gusta no es fácil, pero ese primer día, al entrar a trabajar me di cuenta de que estoy mejor que el año pasado, al menos, no tuve que tomarme un Orfidal en el desayuno.
De mis duendes, el único que ha empezado el colegio es mi Sol, que se ha ido a Inglaterra por una temporada. El miedo me mata, aunque tendríais que verle

, ha crecido, mide casi 1,80 con 13 años y está guapo a rabiar, pero claro, el miedo está ahí. Dentro de su equipaje imprescindible iba el informe del alta de oncología con el detalle de todo el tratamiento y todas las especificaciones posibles traducido por un traductor jurado especializado en medicina...
Mi Hada y mi Garbanzo empiezan en lunes, la verdad es que no me importa nada que estén en casa, así corro menos por las tardes, pero es lo que hay.
Y que sepáis que he retomado el gimnasio con el mismo empuje con que lo dejé, esta semana ya llevo 4 días, el último, ayer de zumba. ¿lo habéis probado?, me duele todo
Se acabaron las vacaciones, adiós al mar por una temporada.