Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

sábado, 21 de febrero de 2015

50 Sombras de Grey; la película

Pues sí, he ido a verla y no os voy a decir que tuvieron que insistirme o que me resistí, lo cierto es que me picaba la curiosidad.
Una amiga organizó una salida de chicas para este jueves por la noche, había abuelas, suegras, cuñadas, primas y amigas, diez en total, el plan divertidísimo, picoteo a las 9 y peli a las 10:15.
Tengo que deciros que la película me gustó. En este caso decir que es mejor que el libro es no decir mucho, lo contrario sería sinceramente difícil.
Agradecí en el alma que no se "oyeran" los pensamientos de ella, porque un solo "la diosa que hay en mí" me hubiera hecho salir despavorida.
Había oído críticas a los actores protagonistas, en general a ella la ponían bien y a él no tanto. Es cierto que después de leer el libro yo misma no puedo imaginar a ningún actor que reproduzca al Sr. Grey tal y como yo lo imagino, pero este, Jamie Dornan no está mal (sin barba, por supuesto). Es cierto que Dakota Johnson está convincente en el papel, aunque del libro yo imagino a una mujer más menuda.
No, definitivamente 50 sombras de Grey no es una historia de amor, ni de lejos. ¿Qué no me gustaría a mí que me llevaran de paseo en helicóptero?, por supuesto, pero si para ello me tiene que atar primero lo perdono. No, eso no es amor.
¿Puedo disertar sobre esa relación, porfa?.
El Sr. Grey es un enfermo mental. Un chico con una infancia temprana muy difícil y un historial de abusos desde los 15 años a manos de una mujer mucho mayor que ha desarrollado unos gustos particulares. Es listo, por supuesto, nada "forzado", nada "obligado", un contrato firme y unas medidas de seguridad.
Ella es ingenua y para ella sí es amor, le quiere y eso le lleva a querer complacerle, ¿Quién no quiere complacer a la persona que ama?. El final de la película, como el final del primer libro, marca un "rojo" a ciertas prácticas, pero no a otras.
He leído algunos comentarios a la película y hay de todo como en botica, pero hay una carta de una madre a sus hijos recomendando a sus hijos e hijas que no vean la película que tiene algunas reflexiones que me han gustado mucho.
Efectivamente, como ya he dicho, Grey no es una historia de amor, al menos no en esta parte. Yo entiendo el amor en igualdad, no en sumisión, yo no quiero que me toquen si no puedo tocar, no quiero que me aten porque eso atenta contra mi libertad, no quiero que me golpeen porque no veo la necesidad y fijaros que digo "yo", cada uno elije.
Por otro lado, lo que aparentemente es un afán de cuidado y protección a mí me parece un acoso en toda regla, si una mujer no puede ir a visitar a su madre sin que su "novio" vigile lo que bebe o se presente de sopetón tiene un problema del que debería escapar.
Si estando en casa recogiendo la colada mi "amo" se cuela y me sorprende es un allanamiento de morada y a eso yo no le veo el romanticismo. Si decide que vende mi coche sin preguntarme, por más que me regale uno maravilloso está decidiendo por mí algo que no le corresponde.
No, yo no quiero un "amo", no quiero ser "sumisa", llamadme antigua si queréis pero para mí el amor es otra cosa y embarcarme en una relación como esa me parece un error peligroso.
Dicho esto, os recomiendo que vayáis a verla, se pasa un rato entretenido.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Un poquito de autobombo

Voy a echarme flores, sin que sirva de precedente.
Voy a contaros que Eva de "Opiniones Incorrectas" me ha hecho una entrevista.
No, no vayáis a pensaros que ha sido así, porque sí, nooooo, es que yo se lo pedí. Paseo por su blog a menudo y, entre las cosas que publica, están sus entrevistas incorrectas, que suelen divertirme bastante, así que hice caso a su ofrecimiento, le pedí si quería entrevistarme.
Las preguntas las respondí hace como un mes, pero claro, debemos ser tantos lo que buscamos "el ratito de gloria" que no ha sido hasta hace un par de días que la ha publicado.
Aquí os dejo el enlace.
Muchas gracias Eva, gracias por aceptar mi atrevimiento y gracias sobre todo porque, si gracias a esta entrevista hemos conseguido siquiera un donante más de medula, tú serás en buena medida "culpable".
Espero que os guste si la leéis.

lunes, 9 de febrero de 2015

Tarta fácil de manzana

Recuerdo una tarta de manzana que hacía mi madre hace años. El caso es que hace un par de semanas vinieron los santos padres, los míos, a merendar una tarde de domingo y, por sorprenderles, decidí que iba a hacer una tarta de manzana.
Pensé en hacer una Tatín, pero recordaba aquella otra y..., el caso es que no quería pedirle la receta a mi madre y decidí brujulear por internet.
Así, después de un par de intentos, ambos bastante afortunados, creo que he dado con las medidas de ingredientes que creo adecuadas, así que aquí os dejo la receta.

Ingredientes:
  • Cinco manzanas, yo las uso Golden, pero creo que vale cualquiera.
  • 200 gramos de harina para bizcochos, que ya lleva la levadura incorporada.
  • 150 gramos de azúcar moreno o 100 de azúcar blanco, al gusto.
  • 200 ml de leche.
  • 3 huevos
  • 1 cucharadita de canela molida, opcional
  • Mermelada de melocotón o jalea de manzana para cubrirla.
  • mantequilla para untar el molde y que no se pegue y harina extra para espolvorearlo.
Preparación:
Yo cojo una jarra alta grande para meter la batidora sin problemas.
Echar en la jarra los 3 huevos, la harina, el azúcar, la canela, la leche y 3 manzanas peladas y troceadas, batirlo todo muy bien hasta que quede una masa homogénea sin trocitos de manzana y sin grumos de harina.
Verterlo en el molde, yo lo uso redondo, pero cuadrado también queda bien, sólo difiere la manera de colocar los gajos de manzana pelada.
Pues eso, se cortan las otras dos manzanas en gajos y se van colocando encima de la masa, si es redondo el molde, como el mío, en redondo, si es cuadrado o rectangular en hileras.
Se hornea durante 45 - 50 minutos en el horno previamente calentado a 180 grados, pichadla con un palillo antes de sacarla para ver que sale seco, sino, la dejáis cinco minutos más.
Cuando ya esté templada, cubrirla con pinceladas ( o con ayuda de una cuchara) de mermelada de melocotón o jalea de manzana que es lo que le da brillo y potencia su sabor.
Bueno y ya la tenéis lista para luciros.
No me digáis, que no puede ser más fácil.