Habíamos quedado a las 10 y fuimos llegando escalonadamente, cuando estuvimos listos nos fuimos a coger energía con un chocolate con churros, que nos sirvió para conocer nuestras historias.
Pensé mucho, muchísimo en Mónika (http://leucemialinfoblasticaaguda.blogspot.com.es/), nuestras compañeras de tarea, dos de ellas, tenían su misma patología, LLA con philadelphia positivo y allí estaban las dos, después de 15 y 5 años de trasplante con un aspecto de la pera, así que Mónika, que lo sepas, los kilos volverán a ti…
Para empezar a las 11, decidimos hacer partícipe a la policía municipal entregándole un folleto y…, resulta que el reparto de octavillas en la vía
pública está prohibido. Como “esto es España, señores”, nos informaron de que si nos íbamos a la calle de atrás a la sombrita, prometían no mirar…
Empezamos la tarea, cada uno en una calle, paseando arriba y abajo por Carmen, Preciados, llegando a Sol, Gran Vía, por toda la zona de Callao.
Tengo que deciros que hubo momentos en que perdí la escasa fe en el ser humano que me queda. La gente pasa, te mira, o no, según le parezca, los menos educados te gruñen, otros alargan la mano y cogen con desgana aquello que les acercas para arrugarlo sin ni siquiera mirar. Nunca como en esos momentos me alegré de que en nuestros folletos a mi Sol se le viera de espaldas, ver a un estúpido arrugar la carita de mi niño hubiera sacado la fiera que hay en mí.
Pero hubo de todo, como en botica. Un chico vino a buscarnos porque había visto en Facebook la convocatoria y quiso informarse. Nos contó que de niño tenía un primo con síndrome de down que falleció a causa de una leucemia mieloide y que desde entonces se prometió a sí mismo que algo haría en el futuro.
Hubo un rato en que vimos a una chica llorar sin parar junto con las voluntarias de la José Carreras, su padre necesita un trasplante y ella ya no podía más de aguantar el tipo. Habló con nuestras compañeras trasplantadas de adultas y supongo que eso le sirvió de esperanza.
Unas abuelitas se pararon conmigo y me preguntaron si de verdad aquel era mi hijo, les dije que sí y entonces me cuestionaron por qué él no estaba allí, fácil, mi hijo no es consciente de lo que tuvo, además “ya es normal” y tenía un cumpleaños en la piscina de un amigo. Estuvieron de acuerdo
conmigo en que su plan era mucho mejor.
En fin, que con todo lo bueno y lo regular, me quedo con que como dice “la macarrona” (la mujer del macarrón: http://elmacarronsolidario.blogspot.com.es/), si te paras a pensar a donde no llegas, quizás dejes de llegar a donde estás llegando. Yo hago lo que puedo, con mi mejor voluntad, con eso me doy por satisfecha.
Por cierto, si eres tú y me lees, aquella ¿ingenua? que al acercarte mi folleto me dijiste “no gracias de eso no necesito”, y a la que yo contesté “me alegro infinito, espero que no lo necesites nunca”, te diré que te comportaste como una auténtica imbécil, pero claro, si no das para más, no das para más…
No quiero cerrar mi post de hoy así, pero tenía que contarlo, quiero que sepáis que es importante, muy importante que donéis médula, para saberlo sólo tendríais que conocer a Lucas (http://lapeceritadelucas.wordpress.com/). Nosotros bajamos a conocerle, él estaba con su familia en Plaza de España, ¡qué ilusión, cómo está de precioso! Y eso, el hecho de que nuestras compañeras de reparto, que Mónika y que muchos otros sigan aquí es gracias a esos donantes voluntarios que regalan VIDA, OPORTUNIDADES, ¿hay algo mejor que se pueda regalar?.
Pensadlo bien.