Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

jueves, 29 de abril de 2010

La casa por la ventana


Definitivamente se me ha ido la olla a Camboya, que diría yo en plan cheli. Lo que estoy organizando es a todas luces un dispendio, pero, os digo una cosa ¡me importa un bledo!.
Mi sol cumple cinco años y cuando pienso en que llegué a creer que no llegaría a los cuatro aún se me saltan las lágrimas. No es que vea la batalla vencida, que no lo está, es que intento pensar en ello lo justo, prefiero centrarme en lo que está al alcance de mi mano, su felicidad, porque su salud, desgraciadamente, no depende de lo que yo haga.
El año pasado mi sol celebró su cumpleaños yendo el día completo al colegio, a llevar caramelos y jugar con los amigos, pero no hicimos fiesta. Aún no estaba para demasiados trotes, tenía neutropenia severa y además estaba hinchado como un globo por culpa del Fortecortín en ampollas (una cortisona muy potente).
Este año ha llegado la hora de la revancha.
Me hubiera gustado celebrar su cumpleaños en casa, como hago con mi hada, pero los amigos de mi hijo son especialmente brutos y tengo miedo de que alguno se mate de un golpe, así que he variado.
Me horrorizan los parques de bolas, huele a humanidad, son un criadero de piojos y porquería y los niños sudan como pollos, así que he buscado algo distinto. Hemos invitado a todos sus amigos del cole a una granja. Harán ellos la tarta, cuidarán a los conejos, sacarán a pasear a las ovejas y regarán las zanahorias. Yo creo que lo van a pasar fenomenal, así lo espero.
Yo por mi parte tendré que tomar un ansiolítico o me temo que no podré dejar de llorar en toda la tarde.
Feliz cumpleaños mi amor, te quiero tanto…

¿Se acaba la guerra civil?


Si alguien tiene la curiosidad puede verificar que la primera entrada a este blog lleva esa frase por título, aunque sin los signos de interrogación.

Querido abuelo:
No lo entiendo, no me gusta y lo peor es que tú no estás aquí para ayudarme. ¿Qué está pasando, qué nos está pasando para volver de esta manera a las dos Españas?. No lo sé.

No es que yo esté a favor del borrón y cuenta nueva, no es eso, es que empeñarnos en el pasado es un error que no puede llevarnos a nada bueno.
Por un lado los tuyos y los treinta y cinco años de recordar día a día lo que perdieron y por otro lado los contrarios, los que se supone que ganaron, pero que también dejaron muchos muertos en las cunetas.
Si la guerra te hizo duro, la posguerra y la dictadura terminaron de rematar tu carácter, siempre desconfiado, siempre a la defensiva, pero piensa, al menos ninguno de tus familiares directos fue asesinado a sangre fría.
Piensa ahora en mi Pepa, tu consuegra, de la que eras tan diferente en ideas como afín en carácter. Piensa en su padre, nacional, al que sacaron de su casa y nunca volvió, al que asesinaron y enterraron en una fosa común en las tapias del cementerio de Carabanchel. ¿No merecería él tener una tumba a su nombre?, claro que sí, como se lo merecen todos y cada uno de los que cayeron, fueran del bando que fueran.
No entiendo la crispación de estos tiempos, este volver a remover y remover lo que había quedado atrás.
¡Desmantelar el Valle de los Caídos!, uf, mira que no he ido nunca ni tengo intención de ir, y la idea no me parece descabellada del todo, lo que me parece es que la economía de este país no está ahora para gastos innecesarios. ¿No sería mejor subsidiar a las empresas para crear más puestos de trabajo que desmantelar pedruscos?. No me puedo creer que hasta el más resentido de los supervivientes de la guerra no esté de acuerdo en que el dinero que puede emplearse para desenterrar a sus muertos no se emplee en su lugar para mejorar las condiciones laborales de sus nietos. El ley de vida, los que se fueron no van a volver y los que estamos necesitamos salir adelante y las cuentas públicas no están para tirar cohetes.

Querido abuelo, ¿dónde ha quedado el sentido común?, te quiero como siempre y te extraño como nunca.

La isla bajo el mar


Me ha gustado. Es lo primero que leo de Isabel Allende que no es una y otra vez la historia de su familia, bien es cierto que desde Paula le había perdido la pista y esta ha sido una buena manera de reencontrarme con ella.
La isla bajo el mar es un libro ameno, con una prosa sencilla, a pesar de las idas y venidas idiomáticas del creole. La historia me gusta, aunque en muchos casos resulta predecible y el final es excesivamente abrupto.
Teté baila para espantar lo feo de una vida que no le gusta. Es una mujer buena, cariñosa y sensata marcada por una esclavitud que no entiende pero que sufre y asume con una naturalidad que a ojos de cualquier persona sensata de hoy roza la abducción.
Rossete, su hija, es su bien más preciado, encarna lo que ella quizás quiso ser y no pudo y aunque ama a todos sus hijos por igual, el destino que presiente para Rossete la acerca un poco más a ella.
Los personajes son fascinantes, bien perfilados, perfectos en su papel, malos los que tienen que ser malos (Hortense), valientes los que tienen que serlo (Gambó y Maurice) y peleles los que viven contra sus convicciones con tal de mantener las apariencias (Valmorain).
Una historia de amor y de vida que os recomiendo.

lunes, 26 de abril de 2010

I KÉ Magdalenas

Ayer tuvimos tarde "perra". El fin de semana ha sido agotador entre fiestas de cumpleaños infantiles, parques y compras de zapatos, así que ayer decidimos pasar la tarde en casa.
Fue el momento ideal de estrenar algunas de nuestras últimas adquisiciones de IKEA. Hace ya un par de meses que compramos el molde Drommar para hacer magdalenas, pero tenía un fallo, no habían recibido los papeles altos para poder estrenarlo.
Como he comentado en la entrada anterior volvimos a IKEA a por marcos y ya de paso compramos los papeles Drommar de colores para las magdalenas.
Mis duendes mayores y yo preparamos la masa, este es el resultado:

Precalentamos el horno antes de meterlas y mis niños las iban controlando entre vuelta y vuelta de sus carreras en correpasillos.

A los 40 minutos las sacamos, salieron preciosas, parecían setas.

Ya no queda ni una. ME gustaría decir que hoy hemos repetido la receta pero es que nos quedamos sin ingredientes, mi despensa parece un hospital robado, no me queda leche, ni huevos, ni una triste lechuga, mañana aprovecharé la hora de la comida para pasar a hacer la compra.
¿Os he dicho que estoy agotada?, pues lo estoy (pero muy contenta).

¡Qué arte tiene mi niña!


Mi hija es una artista, siempre lo ha sido, ya desde el año y medio le divertía pintar con los dedos y usando pinceles con mucho más arte del que yo tendré nunca. Tiene una idea de la perspectiva y de los volúmenes increible y dibuja muy bien.
La semana pasada decidió hacernos un retrato a cada uno de la familia. Tan bonitos le quedaron que decidimos ponerles marcos y colgarlos.
Fue la ocasión perfecta para ir al IKEA. Compramos mil marcos de colores, para cuanto dibujo decidan mis duendes hacer.
Como en casa somos todos un poco torpes para el bricolage, tuvo que venir como siempre el santo padre (el mío) a poner escarpias. Este es el resultado.

jueves, 22 de abril de 2010

Respuestas

Después de hacerme una y otra vez preguntas para las que nunca encontraré respuestas, me dispongo ahora a contestaros algunas de las preguntas que me habéis hecho y a las que no he respondido por falta de tiempo, que no de argumentos.

Libro: ¿Qué le pasa a papá?.
Es un libro querido, ansiado y esperado, principalmente por su autora y después por todos los que la queremos, admiramos y seguimos.
El libro cuenta el devenir de Pablo, un niño en cuya casa se producen cambios como consecuencia de que su papá se queda sin trabajo. Está pensado para niños de 5 a 8 años. Es entretenido, de lectura amena, actual, pero sobre todo, es el principio de una gran escritora.

Mercadito de mi sol.
El cole de mis niños es muy particular. Entre las particularidades más divertidas está esta, el mercadito. Se organiza todos los años para los niños de 3 a 5 años. Plantan unos puestos tradicionales en el recreo, hay una panadería, una verdulería y una carnicería y pescadería. Unos hacen de tenderos y otros de compradores. Aprenden a pedir la vez, a atender y a escuchar, y sobre todo, se lo pasan pipa, que es básicamente de lo que se trata.

En fin, seguro que faltan muchas cuestiones por responder, de momento para muestra un botón.

martes, 20 de abril de 2010

Detalles que marcan el paso del tiempo


Mi sol iba contento esta mañana al cole, en realidad siempre va contento, pero además hoy iba cargado.
Ha pasado un año y de nuevo los peques tienen en el cole su mercadito tradicional. Mi luz llevaba galletas, café y macarrones para los puestos.
Fue anoche cuando empezamos a sacar cosas, cuando me di cuenta de que ya ha pasado un año.
Un año hace que mamá le dejó ir al cole dos días seguidos para disfrutar del mercadito con sus amigos, aunque no le dejé a comer. Hace un año ya, cómo pasa el tiempo y aún así me parece que va a paso de burra cuando pienso en todo lo que nos queda todavía.

lunes, 19 de abril de 2010

Esa esquina.



Apenas podía andar ya. El enemigo de nombre feo le había dejado sin fuerza ninguna. Pero él se esforzaba, no quería parecer dolorido, aunque lo estaba y mucho. Estábamos de vacaciones y yo creo que él era plenamente consciente de que serían las últimas.
Mi hada era muy bebé y salíamos a pasear, cerquita de casa, para no cansarle. Aún así, cada paso era un esfuerzo, cada respiración un poco más difícil.
Recuerdo su último paseo y cómo paró en esta esquina, apenas a 200 metros de casa. Tuvo que descansar.
Ahora paseo con mis duendes y cada vez que paso por allí, que es muy a menudo, le veo apoyado en esa pared, descansando y trato de imaginarme cómo hubiera sido todo si hace seis años él no se hubiese ido en contra de su voluntad.

viernes, 16 de abril de 2010

Una parte de mi vida, a la basura.

¡Y yo tan contenta!

Hoy he cambiado de ubicación en el edificio en el que trabajo. Con la jubilación de quien puso todo su empeño en hacerme parecer una imbécil, todo parece que va a cambiar.
Tengo otra jefa, y esta no pretende mantenerme lejos de mis compañeros como hacía la otra, que me tenía hasta en una planta diferente.
Hoy me han trasladado. Mi ordenador, mi teléfono y mis cosas iban en cajas. Entre ellas, había cuatro que ni siquiera había preparado yo.
Tan pronto como me dieron la baja en mi último embarazo ella aprovechó para mandar un esbirro a que guardara todo lo mío, de cualquier manera. Así se hizo.
Cuando me reincorporé no sabía por donde empezar a abrir y como empecé a colaborar con otra gente mis papeles no me hacían falta, así que en las cajas se quedaron.
Hoy ha llegado el momento de abrirlas y de cerrar con eso definitivamente una etapa de mi vida laboral que no recordaré especialmente con cariño.
He tirado el 90% de lo que contenían las benditas cajas. Os podéis imaginar que si no se ha utilizado para nada en tres años, no es imprescindible.
Todo fuera. Es como tirar muebles viejos por la ventana para empezar una nueva vida.
¡Qué alivio!

miércoles, 14 de abril de 2010

Un nuevo bebé en casa

Es una bebé y se llama Elena.
Estoy muy contenta de tenerla en casa, aunque sea sólo durante el día.
Es la hija de mi segundo par de manos. Ya os conté que ella se enteró de que estaba embarazada el mismo fin de semana en que a mi sol se le manifestó la leucemia. Estaba toda pesarosa, pensando que no era el mejor momento, yo la regañé, no había un momento mejor, era un rayo de luz entre tanta oscuridad, lo único es que nos obligaba a replantearnos algunas cosas. Básicamente necesitaba más ayuda en casa. Ella no podía hacer grandes esfuerzos, había que contar con eso y yo necesitaba intendencia más horas porque yo pasaba mucho tiempo en el hospital. Por eso apareció mi tercer par de manos, que ahora no está.
Elena nació el verano pasado, un mes antes de lo previsto y hasta la semana pasada la ha estado cuidando su abuela.
El lunes vino por fin a casa con su mamá para quedarse. El primer día lo extrañaba todo y lloraba. Ya no. El jaleo le divierte. Se ríe con mis duendes y no se queja (demasiado) cuando yo la cojo y la achucho.
Me ayuda mucho que ella esté aquí. Me ayuda a desengancharme de esta adicción a los hijos. Me gusta pensar que la cunita que ya mi garbanzo no usa tiene una nueva inquilina.
Me gusta saber que aún tardaré un tiempo en guardar el parque, las sábanas y las hamacas de bebé.
Bienvenida a casa Elena.

martes, 13 de abril de 2010

Contenta, triste y cansada

No paro de correr, parezco una gallina sin cabeza.
Mi sol tenía hoy hospital. Ha ido con su padre que me ha pedido por favor que no le diera la brasa por teléfono. Se ha portado bien y me ha mantenido informada en todo momento.
El resultado de la analítica ha sido perfecto, de nuevo todo dentro de los límites del protocolo a seguir. Las transaminasas un poco desmandadas, pero nada alarmante.
Una vez que mi sol ha ido corriendo a casa a comer para poder ir al cole, mi cabeza ha volado hacia mi otro punto de preocupación de hoy.
Esperaba ansiosa ese sms que no ha llegado. No ha sido hasta ahora que he tenido un momento cuando he abierto el correo y me he enterado de que no ha podido ser, de nuevo negativo. Llegará, yo lo sé.
Ahora estoy sola por las tardes con los niños. Mi tercer par de manos ha volado a su país a atender a sus hijos. El enemigo de nombre feo ha clavado sus garras en su madre y la lucha no pinta bien.
Estoy cansada.

viernes, 9 de abril de 2010

¡Ya es mío!


Lo tengo entre mis manos y me envuelve la emoción. No he tenido tiempo de leerlo aún, pero sé que será perfecto y que me gustará.
El fallo, sólo he podido conseguir un ejemplar, aunque quería dos, yo encargué uno en La Casa del Libro y sólo me han vendido uno.
Lamar ¡YA ES MIO!

jueves, 8 de abril de 2010

Un "completo"

Eso está siendo mi día de hoy.
No pegué ojo entre los nervios, las toses de mi sol y las llamadas de mi garban. Llegué pronto al trabajo y desayuné café de máquina con el compañero con el que tomo café a esas horas cada día desde hace 11 años.
Hablé con mi nueva jefa, parece condescendiente con el hecho de que vaya al hospi con mi sol.
¡Incluso me he acordado de mi clave de acceso a la intranet!.
Al salir he corrido al Corte Inglés a buscar el libro de Lamar, aún no lo habían recibido, pero luego me han avisado de la Casa del Libro que ya podía pasar a recogerlo, lo tenía encargado. He ido corriendo al psicólogo, luego a por mi hada al cole, después al médico a por recetas de mis pastillas de loca que se me acaban.
Ahora por fin me siento e intento imaginarme a mí misma embutida en un traje de neopreno reluciente cantando aquello de "Sobrevivirééeé, buscaré un lugar..." , con mi melena al viento.

martes, 6 de abril de 2010

¡Vuelvo!

Vuelvo al trabajo, a la rutina, si es que es posible. Vuelvo a madrugar, vuelvo a no ver a mis duendes por la mañana. Vuelvo a vestirme de ejecutiva y a guardar mis vaqueros para los fines de semana.
Vuelvo al miedo que en realidad nunca se ha ido.
Vuelvo.
Y recuerdo que el día que me reincorporé al trabajo después de la excedencia del nacimiento de garban empezaba una nueva vida para Lorenzo, que llegaba a su casa para quedarse y ser tan feliz como feliz hacía a los que en ella estaban y ahora quiero que se de una coincidencia y que la pequeña lenteja que habita en el interior y en el deseo de su futura mamá se quede con ella y que nazca feliz y sana y que cada vez que su mamá la mire sepa que hay coincidencias fantásticas.
Me reincorporo el jueves.

Un deseo no cumplido, por suerte

El abuelo llevaba días muy cabizbajo. Decía que no era nada pero yo, que le conozco, sabía lo que le rondaba por la cabeza.
Antonio no es muy de médicos, va cuando ya no aguanta el dolor, o cuando algo no le gusta. Llevaba años pidiendo un control de la PSA (indicadores tumorales) en los análisis rutinarios que se hace. Los últimos salieron fatal.
Empezó a darle vueltas a que el enemigo de nombre feo se había instalado en su próstata, le parecía lo más probable y aunque cabizbajo al fin admitió que si allí estaba el enemigo, él lo recibiría contento. Parece que había llegado a un entendimiento con ese Dios suyo para que le quitase el cáncer a mi sol y se lo diese a él, así que lo aceptaba de buen grado. Como si fuese tan fácil.
Hoy ha recogido los resultados de sus pruebas, por suerte todo bien, ni rastro del enemigo en su cuerpo.
Y yo lo sabía, desde que le noté raro y me contó la razón sabía que no le pasaba nada, algo en mi interior me lo decía, igual que me avisaba de que mi sol no estaba bien. Esta noche pasada dormí como un lirón, cuando no sabía que tenía mi sol no pegaba ojo.
Ya se que es muy poco científico, pero yo me fío mucho de mis intuiciones.

viernes, 2 de abril de 2010

Caudalíe

En estos días de vacaciones he intentado sacar algún pequeño ratito para mí. La otra mañana tuve que acercarme a la famacia, nada serio, faltaba crema para culos con pañales, y vi que iban a hacer una demostración de productos Caudalíe.
Hace poco, no sé bien dónde, había leído un reportaje sobre esta marca, sobre cómo intentaba introducirse en España después de estar más que reconocida en Francia. Leí que sus principios se basaban en el poder antioxidante de las uvas, en fin, que como tengo cierta adicción a los potingues me quedé con ganas de conocerla.
El caso es que me apunté.
La demostración duraba media hora en la que principalmente te probaban los productos faciales.
Me hicieron una limpieza superficial con una exfoliante mezclada con una mousse, pero lo que me gustó de verdad fue un fluído limpiador, parece agua con un aroma muy agradable, mojas un algodón y limpias como si lo hicieras con una toallita, rápido y de una vez.


Me probaron también un serum que se puede utilizar de día o de noche, pero me lo recomendaron principalmente para usar de noche dos o tres veces por semana después de una exfoliante. La idea más que tratar arrugas, que modestia aparte por mi tipo de piel apenas si tengo, es reafirmar la piel, evitar la relajación de los músculos faciales.

Después llegamos a una mascarilla hidratante que me gustó. Bueno, en general me gustó todo lo que me presentaron.
Finalmente me enseñaron el "agua de belleza", supongo que es parecido al agua termal, pero lleva una pequeña cantidad de aceites esenciales que le dan un olor magnífico. Se puede pulverizar sobre el rostro limpio o maquillado, para fijar el maquillaje y cerrar los poros y te produce una sensación de frescor muy agradable.

Al final piqué con estos tres productos y me regalaron una crema de manos y muestras de cremas de día y de noche.
El precio, bueno, evidentemente no es comparable al de los productos de Mercadona, pero no me pareció tan descabellado, es más barato que otras firmas de cosmética tipo Dior o Lancome y a mí me conquistó básicamente por el olor. El agua me la he puesto ya un par de veces y me encanta, también he usado el agua limpiadora, ya os iré contando, de momento me parece que para evaluarlo le daría un notable (alto).