Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Un aniversario más, el número 16

 Diez y seis años nada más y nada menos hace que empecé a regar este jardín. No está mal. En ocasiones me ha servido de terapia, en muchas, esa es la verdad. Otras veces me sirve para descargar mi cabeza que no da más de sí o para anotar reflexiones y sentimientos que no quiero olvidar.

Eurovisión y Rebajas no sé bien en qué categoría podrían entrar...

No están siendo buenos días para mi, los temas relacionados con la salud me tienen rodeada, ha habido asuntos básicos, como toses o gastroenteritis, pero ahora mi Sol tiene neumonía y mi cabeza vuela. 

Madre mía lo que ha llovido en estos diez y seis años, cómo han crecido mis duendes, que mayores están mis padres y qué desubicada estoy yo. Me siento adolescente, sin saber hacia donde tirar, y como no lo sé, pues no avanzo, me quedo quieta y asustada de la vida, como decía mi abuela Torina. No me gusta mi estado actual. No, no me gusta. Pero tampoco tengo la fuerza de dar ese primer paso que podría ayudarme a salir de donde me encuentro. El miedo me lo impide, ¿miedo de qué?, miedo de la vida..., definitivamente me he convertido en mi abuela.

Aquí lo dejo que hoy no estoy fina.

Gracias por venir

miércoles, 28 de febrero de 2024

¿Alguien sabe dónde está mi zona de confort?

 ¡Que no es broma!, por favor, la busco desesperadamente. Pero es que no puedo poner foto, ni siquiera hacer una mera descripción. ¿Cómo es una zona de confort?. Por favor, describidme las vuestras a ver si encuentro la mía.

He buscado en Wikipedia, que como todo el mundo sabes es el lugar donde los sabios derraman su inteligencia y esto es lo que dice "La zona de confort (del inglés comfort zone) es un estado psicológico, que puede estar asociado a un lugar, a un pensamiento o a una acción, en el cual la persona opera en una condición de "ansiedad neutral" y sin sentido del riesgo utilizando una serie de comportamientos para conseguir un nivel constante de rendimiento. En pocas palabras, consiste en realizar tareas, acciones y pensamientos con la misma rutina de siempre. Esta zona, a priori placentera y que el individuo cree haber conquistado, puede que le limite, creando dependencia a ciertos lugares o rutinas, y no le permita conocer otros escenarios productivos para la vida".

Empecemos por el principio, ¿"ansiedad neutral"? y eso qué es?. Mi estado normal es ansiedad alta, tendiendo a irracional con la mínima alteración, pero vamos, que ahora mismo en que mi única actividad es teclear esto, me siento ansiosa de por sí.  ¿Realizo tareas o acciones con rutina?, pues posiblemente, el colegio de mi Garbanzo empieza siempre a la misma hora, por lo que algo de rutina hay, al menos hasta que me levanto de la cama, luego ya se puede haber olvidado de imprimir algo en el último momento o cualquier otra cosa. Eso si no se da cuenta cuando ya estamos en el colegio de que se ha dejado la mochila en casa (literal) y hay que volver por ella.

Yo trabajo, intento que sea con rutina, me siento delante del ordenador y voy haciendo..., pero como además soy ama de casa pues a veces hay que hacer compra y cocinar, porque en esta casa tenemos la costumbre de comer a diario (y la suerte). La rutina horaria del contrario da para un libro, nunca, pero nunca sabes cuando va a llegar a comer. Pero mi Sol llega a las 2:15, y come para que le cunda la tarde con el estudio, así que la mayoría de los días tenemos tres turnos de comida, pero no siempre, porque eso sería rutina...

Y luego está, por suerte, el tema abuelos, ahí sí que la rutina restante se va a la mierda. Ahora tengo a mi madre medio pocha con una gastroenteritis, así que mi "rutina" de estos dos últimos días es ir a verla y pasar tiempo con ella para que se le haga mas llevadero el malestar.

Os juro que no recuerdo si en algún momento de mi vida he tenido esa "zona de confort". Ya en otra entrada me refería a ella y os decía, si mal no recuerdo que siento que el suelo se mueve bajo mis pies, constantemente, así no hay quien consiga ese estado de ansiedad neutral.

Lo dicho, si alguien encuentra una zona de confort sin dueño, igual es la mía, sujetadla fuerte y me avisáis.

viernes, 9 de febrero de 2024

¡Zorra, zorra, zorra!

Pues como dice la canción ... nos hemos metido en un zarzal...

A ver señores, ¿en qué parte del reglamento de Eurovisión pone que el mensaje de las canciones deba ganar un Nobel de literatura?. ¿Dónde pone que la provocación no es adecuada?. No lo pone . Y no lo pone porque, como todos sabemos, Eurovisión es, cualquier cosa, menos un concurso musical. Ni se premia la calidad musical, ni las letras, ni el mensaje, se premia una puesta en escena, se premia, o debería ser así, las preferencias del público y se premian, por desgracia, unos avatares políticos que no deberían tener nada que ver.

"La que ha liao el pollito", que diría aquel. Aquí, rasgándonos las vestiduras por una palabra. ¡Zorra!. Es verdad que aún a día de hoy y dependiendo del contexto la palabra tiene unos tintes machistas un tanto feos, pero cada vez menos porque, como dice la canción, "cambiar por ti me da pereza".

Vamos al principio, a mi del Benidorm Fest lo único que me gusta es Benidorm. No, no vi ni las semifinales ni la final, pero sí escuché las canciones finalistas y, tengo que deciros que Zorra es la que más me gustaba. Ojo, que me gusta la canción, el ritmo, la letra, el mensaje, pero tiene otras muchas que no. La primera y principal es la calidad vocal de la solista... es mala, mala, mala. Los bailarines enseñando el culo me sobran también, en general, encuentro que no hay ocasión pública alguna donde el enseñado de culo sea positivo, igual es que soy un poco rancia...

¿Ganaremos?, seguramente no. Pero en pocas ocasiones gana la canción que lo merece, el mejor ejemplo lo tenemos el año pasado, Finlandia y su Cha Cha Cha eran infinitamente más divertidos que Loreen. Todos sabemos que gano Suecia porque este año se cumplen 50 años de la victoria de Abba...

¿Y qué me decís de 2022?, ganó Ucrania claro, La canción era mala?, no, ¿Era mejor que la nuestra que además también enseñaba el culo?, tampoco, pues eso, que lo de menos es la canción en sí.

Ahora, una cosa sí os voy a decir, o esta estupenda señora se pone las pilas y mejora su técnica vocal mucho o el gallo del pavo aquel del "do it for your loeoeoeoeoever" se va a que dar corto. A este ni le busco para poner el enlace porque no merece ni la pena...

Pues eso Nebulossa, arriba esa Zorra

miércoles, 24 de enero de 2024

Navidad 2023

 ¿Es muy tarde para decir "feliz Año Nuevo"?. Supongo que si, en cualquier caso os deseo un tranquilo año nuevo, ni feliz, ni divertido, ni trepidante, no, sólo tranquilo, como lo quiero para mi.

No sé en qué momento el tiempo empezó a correr tan deprisa. Mi Hada llegó de la Chimbamba donde vive el 19 de diciembre y se fue el 13 de enero, pues no se si os lo creeréis, pero no nos dio tiempo a hacer ni la mitad de lo que habíamos planeado.

Me gustaría deciros que tuve una feliz salida y entrada de año pero eso no es del todo verdad. Pero empiezo por el principio. 

Como siempre, en Nochebuena vinieron mis padres a cenar a casa. Mi padre andaba mocoso, pero en principio era un catarro sin más. El menú de la cena fue poco innovador, sopa de pescado y lombarda de primero a elegir y pularda rellena de segundo, por supuesto no faltó la compota de Navidad. La cena fue tranquila y bien. Por la mañana cuando llamé a mis padres (lo hago cada día a eso de las nueve de la mañana), me dijeron que mi madre tenía mucha fiebre y que mi padre estaba pocho... el día 26 fueron al médico y... COVID. Los dos. Yo iba cada día, con mi mascarilla y demás y, aunque despacito fueron mejorando, no quisieron venir a cenar en Nochevieja, por no contagiar a nadie. Mi pena fue inmensa, aunque los entiendo pero... 

Vinieron a cenar la otra abuela de mis hijos, una hermana de mi contrario y dos de sus hijos. Con lo que me había currado yo la mesa de Nochevieja.... En el puente de diciembre empecé a pensar en el mantel para esa cena y en preparar algo rojo para cada uno de los comensales. Compré unas pulseritas elásticas rojas con diferentes motivos, iniciales, flores o estrellas. Tengo tres docenas de manteles, no, no he dicho "tres docenas" al tun-tun, literalmente tengo más de 30, unos más navideños que otros eso sí, pero es que quería poner mide 2,50, que es, exactamente lo que mide mi mesa abierta, así que pongo otro debajo. El que pongo siempre es rojo y quería variar, así que compré una tela de tartán en cuadros verdes muy chula e hice yo los dobladillos. Tengo que hacer un intensivo de máquina de coser, pero al final salió. 

El caso es que llevé sus pulseras a los abuelos y la cena, por supuesto, para que cenáramos lo mismo, pero no es igual. Hice sopa de cebolla y patatas a la importancia. Del postre se encargaron mis duendes, para resumir os cuento que a las 7:45 de la tarde del 31 de diciembre de 2023 estaba yo buscando cualquier sitio que estuviera abierto porque necesitaban Nocilla... sin comentarios

Pasó fin de año y finalmente y muy muy feliz, pude hacer mi merienda de chocolate con roscón y ya pudimos estar todos. El día de Reyes mi madre cumplió 78, comimos con ellos y todo bien.

La semana del 8 de enero fue muy intensa con mi Hada y yo, ingenua de mi, pensaba descansar la semana del 15. El karma me castiga. Ese lunes mi padre empezó a marearse, iba conduciendo y le dio tiempo a aparcar pero al salir del coche se cayó, tenía la tensión altísima, el mareo que no se pasaba, vino el médico a casa pero al final terminamos yendo al hospital en ambulancia porque entre mi madre y yo no podíamos sujetarle en vertical. Salimos del hospital a las 2:30 de la madrugada. Bueno, no era un ictus, no era un infarto, no era nada "serio", a priori vértigos, la tensión se controló bien y le dolía la muñeca derecha de la caída pero no había rotura. Hemos ido mejorando, bien, yo me paso el día con ellos, voy por la mañana y por la tarde, aunque sea sólo para darles un beso, pero el lunes a mi padre le dolía mucho el costado derecho. Fuimos a hacer una radiografía urgente y resulta que tiene rota una costilla.... pero es que no sabe estarse quieto y sentado, no para, cosa que por un lado me alegra, pero por otro tengo miedo de que se vuelva a caer.

En general tengo miedo, mucho miedo con todo lo que se refiere a ellos. Necesito despejar la cabeza. Hice compras de rebajas on line, intento hacer una entrada para contaros. De momento aquí lo dejo. No se si alguien lee todas estas historietas, a mi me sirven de terapia,  poner por escrito mis miedos hace que la cabeza me pese menos.


lunes, 25 de diciembre de 2023

Black Friday 2023

¡Qué desorden!, poner la entrada de Black Friday después de la del puente, mi cabeza hace aguas.

El año pasado no la hice, supongo que más por falta de tiempo que por falta de compras... Este año decidí ser "sensata", en la medida de lo posible, vamos, que ya nos conocemos.

Pensé racionalmente en algo que verdaderamente hiciera falta o mucha, mucha ilusión. Dejé a mi Garbanzo en el cole y me lancé al centro de compras, objetivo, zapatillas Adidas, Gazelle en gris para mi Sol y Hamburg gris y negra para mi Garbanzo. Pues ni unas ni las otras. Y además, sin descuento, compré unas Gazelle negras para Garbanzo y marino para mi Sol, además de unas Campus grises para mi Sol. Fracaso, Garbanzo no quiere zapatillas con la suela blanca y Sol seguía prefiriendo las Gazelle en gris y las Campus le parecían feísimas (os juro que si ponéis las Gazelle gris y las Campus gris una al lado de la otra, no sois capaces de encontrar 7 diferencias... sin comentarios).

El jueves por la noche me metí en Zara on line. Tenía en mente unas sudaderas para Garbanzo, que es un tío dificilísimo de vestir, entre que tiene unos gustos particularísimos y que es laaaaargo laaaaargo y flaco flaco, no os cuento. Pues eso, que añadí al carro un par de sudaderas, un chaleco negro para mi y... bueno, tenía ganas de un vestido rojo, pero no quedaba mi talla on line y tampoco era una prioridad.

Cuando salí de El Corte Inglés cargada con las zapatillas me fui a Zara, que, como siempre en Black Friday era la guerra. Como iba a tiro hecho agarré a una dependienta y le pedí que me dijera dónde encontrar el vestido, de la que iba a por él se me cruzó otro por el camino. En realidad uno es rojo y otro granate. Sin probar me trae a casa los dos. El rojo es muy bonito pero el tejido es poliéster y se pega demasiado, así que lo devolví. De momento me he quedado con el granate, el tejido de viscosa tiene bastante mejor caída, pero el color..., no se, no lo tengo nada, pero nada claro, quizás aún lo devuelva.  Las sudaderas fueron un fracaso absoluto, así que volvieron a Zara, pero el chaleco me lo he quedado. Aún no lo he estrenado pero me gusta.

Hasta ahí "lo que hacía ilusión", ahora vamos a lo que hacía falta: fundas nórdicas para mis hijos. No, no es que no tengan, es que han decidido que son demasiado infantiles, tanto coche de bomberos o monigotes..., pero, ay amiga, dificultad añadida. Las fundas nórdicas que se cierran con botones y que tienen la misma medida que el edredón no se pueden remeter por los pies de la cama y a mis hijos, que dan más vueltas que tiovivos se les deshace la cama y no les gustan. ¡Lo que pude recorrer buscando!. Buscaba una fundas que no se cierren por abajo y que sean al menos medio metro más largas que el edredón. Las hay, porque yo tengo un juego de Dalini que es así, también de Tolra y de Burrito Blanco. Pues en El Corte Inglés nada, en cada casa de ropa de cama (que lástima, cada vez hay menos), nada, en Zara menos, ni siquiera en Carrefour.

Fui al on line, a Burrito Blanco y las conseguí. Diseño neutro, ni infantil ni demasiado serio, bien, eso sí, tardaron 15 días en llegar, pero valió la pena.

Y hasta aquí mos compras de Black Friday, ¿y vosotros?'.





Puente de diciembre 2023

 Han pasado quince años, madre mía, quince ya. 

Para mi el puente de diciembre siempre significa lo mismo, miedo y angustia, ¿irracional?, pues no lo se, no puedo evitarlo.

Mis hijos se hacen mayores y tienen sus planes, no se por qué no suelen coincidir con los míos. Les propuse ir a Candanchú a esquiar. Hace un año que a mi Sol le dieron el alta de su operación de rodilla y quiere probar el esquí de nuevo. Otra vez el miedo, diferente, pero miedo. Reservé en el hotel de mis sueños allí, el Edelweiss pero finalmente no abrieron la estación y cancelamos.

El día 6 madrugué con idea de visitar el belén napolitano del palacio real, cuando llegamos (sólo mi contrario y yo, por supuesto) a las 10 resulta que como había cambio de guardia, ese día no abría hasta las 4..., San Ginés imposible para tomar chocolate, nos fuimos al belén de Sol y nos gustó, de ahí al de las Descalzas Reales que ... tampoco estaba abierto. Paseando por Gran Vía llegamos a Cibeles, a ver el belén. A las 12:30 de la mañana el gentío nos hizo volver a casa.

Así, como plan de última hora se nos ocurrió buscar alojamiento en Ávila, que está cerquita. Tuvimos suerte de que en el Hotel Palacio de los Velada quedaban habitaciones. Fui a Ávila hace unos cinco años a ver una representación de flamenco sobre Teresa de Jesús, pero sólo a eso, no visité nada más. Mi contrario tenía ganas de comer lechazo en Arévalo, así que reservamos para comer el día 7. Madre mía el agua que nos cayó ese día. Comimos estupendamente y de ahí pasamos por Velayos, que es un pueblo diminuto en el que nació el abuelo de mi contrario y, de paso, compramos legumbres. Llegamos a Ávila sin poder soltar los paraguas y así estuvo toda la tarde. Ya por la noche salimos a ver la muralla desde abajo y a pasear. No conseguí entradas para ver la torre del campanario de la catedral, estaban completamente agotadas. Nos levantamos sin prisa y, después de desayunar como si no hubiéramos comido en años, nos fuimos a recorrer la muralla por arriba y a visitar cuanta capilla quedaba dentro de la muralla. Llegamos a la puerta de la catedral a las 12:30 a hacer cola, porque yo les avisé de que sin ver la catedral no me iba. Entramos sobre la 1 y nos dispusimos a hacer la visita guiada con la audioguía. Mi Garbanzo, cuando vio que la duración de los audios estaba cerca de la hora y media me miró con desesperación. Me dio igual. Al final salimos de la visita a las 3:30. Me hubiera gustado seguir por los otros puntos de interés de fuera de la muralla pero estaban cerrados hasta las 5. Los chicos se rebelaron, "tenían mucho que estudiar". A las 5 estábamos en casa. Bien. El sábado fue tranquilo. Mi contrario me había comentado que tenía ganas de ver la representación de "La francesa Laura" que es una obra de teatro que estaba custodiada en la Biblioteca Nacional y que, recientemente, habían atribuido a Lope de Vega, el domingo, después de comer sacamos la entrada y nos fuimos a verla. Me gustó muchísimo.

Fin. Fin de otro puente de diciembre, pero no fin de mis miedos y mis taras mentales. Mañana día 26 de diciembre tenemos la revisión anual de mi Sol. Mi Sol que en este momento está durmiendo después de unos días de mucho estudiar y mucho salir por las noches, ya preparado para el fiestón de fin de año. Otro puente de diciembre pasado...


jueves, 16 de noviembre de 2023

Así pasen 30 años

 Treinta sólo, no, treinta y tres para ser exactos.

¿Vosotros tenéis relación con vuestros antiguos compañeros del colegio, no de la Universidad, que tampoco, salvo que te cases con uno como es mi caso, del colegio?.

Pues yo la verdad es que no, salvo contadísimas excepciones. Es verdad que al seguir viviendo en el mismo barrio en el que me crié y en el que está el colegio, muchos de mis compañeros siguen estando cerca y me los encuentro, en el súper, por la calle y, antes, cuando los duendes eran más pequeños, en el parque.

Pero no hay una relación de amistad con ellos, vamos a dejar aparte que a María la conocí en el cole con 11 años y ella sí es muy importante para mí y la veo constantemente. En realidad yo fui bastante feliz en ese colegio, nunca fui de las más populares ni fiesteras, era NERD y tenía como hora máxima de llegada a casa las 10 de la noche...

Pero sí que tenía un grupo con el que salía y en el que María no estaba. Ellos sí que "molaban", iban de discotecas, fumaban y ligaban. Yo como mucho iba de discoteca... hasta las 9:30 que luego me tenía que ir volando.

El caso es que no se ni como me metieron en un grupo de WhatsApp con varios de mis antiguos compañeros. Siempre estaban con la idea de quedar a cenar y nunca se conseguía. Con alguna de las chicas sí que había quedado a tomar café pero muy de tarde en tarde.

Bueno, pues consiguieron poner a todo el grupo de acuerdo para salir a cenar el 3 de noviembre. Uf, yo me había apuntado con idea de que no saldría, como siempre, pero no pude encontrar excusa. Si os digo la verdad no me apetecía nada, hacía treinta y tres años que no veía a alguno de ellos y, sinceramente, si en tanto tiempo no los había echado en falta es, porque no me hacen falta. Pero fui.

Oye, y lo pasé fenomenal, ellos están todos calvos y nosotras todas más gordas y pasotas, hablamos de hijos, los hay con y sin, de parejas y exparejas y de trabajo o paro. Hicimos risas recordando a algún profe y sus motes y yo me quedé con la sensación de que al final, todos habíamos encontrado nuestro lugar, sin tener que "aparentar". Me gustó.

No creo que repitiera todos los meses, pero estoy dispuesta a ser yo la que organice la próxima que, si dejamos otros treinta años...