Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 6 de octubre de 2008

Como una princesa

Con almena para mí sola.
He pasado un fin de semana estupendo. Nos fuimos el viernes a eso de las 6 y durante todo el atasco de salida de Madrid iba con grandes remordimientos por la llantina con la que había dejado a mi bruja de mermelada para que no me fuera.
La verdad es que me acuerdo mucho de mis duendes cuando no estoy con ellos, por más que de verdad me apeteciera salir "en plan novios".
Me monté en el coche sin tener idea de dónde iba, bueno, la verdad es que sospechaba que podía ser Burgos. Era mi asignatura pendiente, tenía muchas ganas de ver la catedral. No podía perdonarme ser española y no conocerla.
Mi contrario lo organizó fenomenal. No fuimos a Burgos, sino a Lerma, al maravilloso parador de Lerma y para hacerlo más interesante, nuestra habitación estaba en una de las torres. La vista desde mi ventana era esta:



La habitación era igual de particular que fascinante. Era literalmente la parte alta de una torre, así que para llegar hasta ella había que salvar cerca de 40 escalones. Una vez arriba la distribución era peculiar, el baño estaba separado de la cabecera de la cama por un murete de apenas metro veinte de alto, por lo que ducharse sin salpicar las sábanas era complicado, pero claro, con esta súper bañera quien se resiste a darse un baño de espuma...



El sábado por fin tuve la oportunidad de disfrutar de la maravillosa catedral de Burgos. No hay palabras para describir tal lugar, hay que verlo, vivirlo y respirarlo.


Pero también hemos tenido tiempo de ver Santo Domingo de Silos, Lerma, Clunia o Aranda de Duero. ¡Y de comer!, madre mía que manera de engullir, ahí está, kilo y medio de cordero asado y morcillas adosados a mis posaderas...
Da igual, lo he pasado muy bien. Volvimos cansados y contentos y los duendes nos recibieron con sus mocos abiertos, perdón, quería decir sus brazos....

Por cierto, al llegar al parador de Lerma, un precioso ramo de rosas rojas y una botella de cava me esperaban.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡viva el amorrrrrrrrr!!!!!

Precioso fin de semana.

Lamardestrellas dijo...

¡Uaaaau! ¡Qué romántico! Voy a darle a N. la dirección de tu blog, a ver si se le ocurren ideas :-)