Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 29 de junio de 2009

¡Muy hombre!

HAy ocasiones, por suerte no muchas, en que mi contrario se comporta como "todo un hombre", de los de siempre...
Pasó la fiesta de fin de curso de mi hada de mermelada, en la que ni decir tiene que fue la más preciosa y la que mejor bailó.
Y así, de repente, decidimos que nos ibamos a la playa con los abuelos. La idea inicial era que se llevaran a mi hada, pero luego decidimos irnos todos unos días.
Y empieza la aventura, me levanto el sábado y mientras mi contrario (dice que) se ocupa de los niños, yo me pongo con las maletas. Mete camisetas, bañadores, pijamas, ropa interior, la de los niños y la nuestra. Le digo a mi marido que saque lo que se quiere llevar y me contesta con su palabra favorita: "luego", total, que lo saqué yo. Terminé las maletas y le pedí que las bajara al coche, su contestación fue la misma, "luego", así que las bajé yo.
Preparé la comida, porque él seguía ocupándose de los niños que seguían pegándose, gritando y armando follón. Comimos y claro, como el que tenía que conducir era él, se echó la siesta...
Se despertó garbancito, vestí a las tres fieras, me vestí yo, preparé la cesta de la merienda para el camino, desperté a mi contrario amorosamente, se vistió (menos mal que eso sí que lo hizo él solito). Bajamos a los niños al coche y mientras yo cogía los informes médicos de mi rubio amor le pedí que metiera el portatil en el coche y la silla de garbancito.
El viaje fue bien, cuatro horitas de nada y al llegar los abuelos nos esperaban con la cena preparada, un lujo.
Eso sí, al sacar el equipaje le pregunté a mi contrario, cariño, ¿dónde has puesto el ordenador y la silla?. Se me ha olvidado, pero no pasa nada.
¡Para dos chorradas que le había pedido y se le olvidan!, si es que hay veces que tengo que esforzarme en pensar dónde quedó ese caballero atento del que me enamoré y es que a veces se comporta como todo un hombre, pero muy muy hombre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ja ja ja!!! me río. Te lo cuento de palabra... Genial el post. Me algro mcuho que fuerais todos juntos a la playa, aun sin silla y sin portatil (te he echado de menos) pero ya estas por aqui.
Mil besos. M

pepi dijo...

jajajaja, perdona que me ría q pero es que no sabía si describías a tu contrario o al mío, eso si yo su maleta ya no se la preparo, si la hace luego pues bien y si no pues que no lleve ropa, eso es lo que hay.

Besos

Lamardestrellas dijo...

¡ME PARTO! Ay, Lou, cuánto te he echado de menos estos días...