Mi bruja de mermelada y yo

Mi brujita está de vacaciones y ya no descansamos nadie, es así, tiene una energía que no se agota.
Me siento un poco culpable porque al pobre Pepón lo llevo a la guarde hasta la una, pero es que así tengo un rato para hacer la compra, con ella, con mi bruja. Ayer tocó supermercado y hoy..... IKEA.
La excusa era comprar rotuladores para la pizarra, ya veis rotuladores de esos que tienen en cualquier "chino", pero bueno, ya hemos aprovechado y hemos cargado de lo que yo defino como "mierdikeas", las cosas más variadas y variopintas, útiles, sí, si todo lo que hay en IKEA es útil..., si te hace falta.
El caso es que lo hemos pasado pipa. Iba con su vestido de flores rosas que vuela, sus zapatillas rosas y un lazo rosa, y de repente va y me suelta que el color rosa es muy cursi, para inmediatamente pedirme que le compre una clolcha rosa para sustituir la blanca de su cama. Ella es así.
En fin, que aquí tengo a mis dos fieras mayores, viendo Bambi mientras escribo estas cuatro letras para gritar al mundo cuánto les quiero. Por cierto, hoy es san Juan, felicidades para mi garbancito.