Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

viernes, 23 de mayo de 2008

Daniela


Daniela es guapa, de veras lo es, aunque ella diga que no. No está acostumbrada a que le digan cosas bonitas y debería estarlo.
Es delgada, muy delgada y de estatura media, con largo pelo lacio castaño y reflejos rojizos. Tiene los ojos expresivos, la nariz recta, ni grande ni chica, la adecuada y las manos grandes de trabajar mucho.
Dani llegó a nuestras vidas hace ahora cuatro años. Cuatro años de ayuda y colaboración mutua, que se han ido "cocinando" hasta convertirse en cariño y amistad sincera.
Dani son mis otras manos, mis otros ojos que vigilan, los pies que corren detrás de los niños. ¡Ay esos niños!, los ha visto nacer y crecer y los malcria y achucha casi tanto como yo.
Dani se casa, este verano, me gustaría regalarle su vestido de novia, pero no me deja, tiene su orgullo y eso es bueno. Su comienzo de matrimonio me temo que no va a ser fácil, su novio tendrá que venirse a vivir a Madrid y perderá su trabajo estable en una de las esquinas de nuestro país, pero ella está acostumbrada al riesgo.
Llegó a España hace siete años, me gustaría decir que con una mano delante y otra detrás, pero en realidad vino con las dos detrás y lo pasó mal y eso casi nunca lo cuenta, no es mujer de quejas.
Tampoco se quejó cuando en el primer sitio donde trabajó los niños la humillaban, no toda la culpa era suya, sus padres nunca les reprendían. Pero aquello ya pasó, por suerte para nosotros salió a nuestro encuentro.
En fin, que no sé como clasificarla, cómo definir sus quehaceres diarios, creo que habría que inventar una nueva categoría, la de las Danielas.

2 comentarios:

Lamardestrellas dijo...

Lou, sencillamente, me has emocionado.

Anónimo dijo...

Es preciosa, saber apreciar. te honra