Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 22 de agosto de 2016

Veraneando 2016

Estoy de veraneo. Bueno ahora no, casi, pero no.
Salimos camino de la playa el día 6 sábado, a Benidorm, con los santos padres, los míos. Esa primera semana mi contrario trabajaba, así que el domingo fuimos a despedirle a la estación y nos dispusimos, los duendes y yo a pasar unos días "relajados" (ja) en la playa.
No se si es la edad (la mía y la de ellos), la forma de ser y la transigencia, que va decreciendo con la edad, pero este año, los 12 días que he estado con mis padres se me han hecho eteeeeeeeernos y no para bien. Ya sé que "ellos saben mucho mejor que yo lo que les conviene a mis hijos", que cebar a los nietos es labor de todo abuelo español de bien, pero ¡madre del amor hermoso, qué trifulcas todo el día!, por todo. Y encima a los duendes les parece graciosísimo vernos discutir a mis padres y a mi, les parece hasta cómico.
Tengo que replantearme estas vacaciones que llevo haciendo los 44 años que tengo, he llegado al punto de padecerlas y no disfrutarlas y eso no es bueno, no ni para mi, ni para mis hijos, ni para mis padres.
De Benidorm pasamos, como siempre también, a la Costa Brava, que tan llena de gente como está siempre y me parece que hace frío por el vacío que dejó Mónika. En cada esquina de Sant Feliu la imagino.
La segunda parte del veraneo es capítulo aparte.
Si ya en ocasiones sobrellevar a la familia propia que nos tocó en suerte es difícil, no quiero contaros lo que puede ser soportar a la ajena, de la que sólo elegiste a un miembro y todos los demás te cayeron de rebote.
Sé que soy difícil, y cada vez más, pero creo sinceramente que es por el exceso de ocasiones en que he cedido, en todo, la gente se acostumbra y cuando dices un educadísimo "no, gracias" se lo toman como una afrenta personal.
Pero estoy mejor, me siento más fuerte, algo más recuperada, algo más parecido a ese yo que fui hace años y no voy a volver para atrás. Siento no poder seguir siendo el comodín de todos, prefiero sinceramente ser el mío propio. Asi que ahi vamos, conviviendo que es gerundio, en ocasiones de difícil cumplimiento, pero voy, vamos (algo de mérito hay que reconocer al resto) sobreviviendo.
Lo malo es que, gracias a este trabajo mío, esta semana me toca estar de Rodríguez en Madrid, trabajando y se me cae la casa encima, sin duendes, sin contrario, sin ruido, con orden, es sólo una casa y no un hogar. Ya falta menos para el vienes, en que volveré a la playa aunque sea sólo por un par de días.
Ya tenemos Septiembre encima, el tiempo corre que vuela y me quedan bastantes cosas que preparar y cuadrar antes de que los duendes empiecen el colegio.
Pero aquí estoy, contandoos un año más que he podido pasear por mi playa de Poniente, que me he tumbado al sol (ratitos cortos), que hasta me he comido algún que otro helado y que, lo más importante, mis duendes están disfrutando un montón que es al fin y al cabo lo que más me importa.
Siento un escalofrío cuando pienso que este mes de Junio ya no hemos hecho la revisión semestral de oncología de mi Sol, él ni se acuerda, pero yo aún tiemblo.
Me gusta el verano.

5 comentarios:

Sara M. dijo...

Ay, la transigencia. Dicen que más vale una vez colorada que ciento amarilla, y qué razón. Yo tuve que aguantar ese tipo de cosas mucho con mis suegros, y no es precisamente agradable.
Ánimo, que esta semana pasa volando! Y luego echaremos de menos el tiempo libre :(

Sara M. dijo...

Por cierto, las cosas puede que nos convengan o no, pero coMBenirnos, nunca ;) Borra esto cuando quieras.

Lou Perea dijo...

Uf, miedo da verlo sí, gracias
Besos

Irene, Umpa Lumpa & cía dijo...

Pues mi verano consiste en por una parte "compromisos" de tener que ir de un lado para otro porque son las únicas vacaciones de las que dispongo y por otro un... "voy a hacer lo que me dé la gana..." jajaja

Serán costumbres, pero yo estoy deseando volver a mi casa para estar sola un rato... =)

Y toda la razón... a mí me cuesta que la gente entiendda que me agobia mi familia... que las reuniones y vacaciones familiares no me parecen demasiado divertidas. Y que mis padres ya chochean y solo coincidir con ellos en el mismo espacio durante dos días ya me agobió lo suficiente... jaja =)

En fin... que vaya todo genial! =)

MATT dijo...

Cómo te entiendo Lou. Yo adoro a mis padres pero este año directamente les he mandado a mis dos mayores una semana y yo no he ido. Acabo saturada de ellos, pobres.
Con la familia política me toca sí o sí, porque pasar por Galicia en verano es obligado. Vamos a nuestro propio e independiente apartamento y aún así hay que vivir cada momento de cagarse. Y creo que me pasa como a ti, durante tantos años he cedido en todo y he puesto buena cara y me he callado tanto, que desde hace un par de años soy más sincera y se sorprenden. Son mis vacaciones y les aprecio, pero no voy a hacer todo como ellos digan y cuando ellos digan.
En fin, son cosas normales de la vida.
Cómo me alegro de que no tocara revisión.
Un beso