Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 30 de mayo de 2011

Nuestras primeras compras juntas.

No quepo en mí de gozo, ¡he ido de compras con mi hada!.
Resulta que mi princesa ha heredado la alergia a las tiendas de su abuela materna, así que aquí me tenéis a mí una compra-adicta sin compañía.
Mi Sol es bastante marujo y a veces me lo camelo para que se venga conmigo, pero muy de tarde en tarde. El caso es que el viernes mi niña se fue refunfuñando al colegio, que si el pantalón me aprieta, que si esta camiseta no me gusta, que si mamá siempre me compra lo que ella quiere, que si pitos, que si flautas.
Con la misma cantinela seguía cuando fui el viernes a recogerles al colegio. ¡Ahí fue la mía!.

Le dije que como nada de lo que yo le compro le gusta, que no volvía a comprarle nada a no ser que se viniera conmigo, eligiera y se probara.
Empezó el corre-corre. Volvimos a casa a dejar a Garbancito, lavar la cara y las manos a todos y cambiar de ropa a mi Sol que tenía un cumpleaños.

De camino al cumpleaños nos cayó el Diluvio Universal, no veíamos ni torta, el limpiaparabrisas no daba abasto y yo no veía fin del atasco. Dejamos a mi niño con sus amigos y volvimos al centro comercial más cercano a casa, nos encontramos dos de los tres carriles de la M-30 anegados por el agua, el parking inundado en algunas zonas y la gente mirando como si aquello fuera el fin del mundo.

Pero fue llegar, ver y vencer. Nos metimos juntas en el probador, le dejé que eligiera lo que quisiera, se probó y compramos muchas cosas, dos pantalones, tres camisetas y un “chino” para sustituir el agujereado de mi Sol.

Eso sí, después tuve que sucumbir al chantaje y nos pusimos hasta arriba de gominolas.

2 comentarios:

Lamardestrellas dijo...

Yo he debido de heredar el gen de tu madre pero me alegra q disfrutarais

Evaasecas dijo...

Yo no aguanto ir de compras con mi hija, así que cuando le hace falta algo, le suelto la pasta, y ella se va con sus amigas. Y para las celebraciones, la dejo en la tienda, me voy por ahí, y ella me llama cuando ha elegido y se ha probado, voy, saco la tarjeta y listo. Hay que buscarse la vida, porque yo con ella... es que no puedo, no puedo ir a comprar, es superior a mis fuerzas. Tremenda.
Besos a todos.