Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

domingo, 27 de noviembre de 2022

Queridos Reyes Magos:

Me temo que esta va a ser una carta poco convencional, ¿qué queríais?, así soy yo.

¿Qué tal os ha ido el año?, ¿no me digáis que os han hecho contrato de “fijos discontinuos”?. Ya no respetan a nadie, pero ese es otro tema.

Os cuento, así, en voz muy bajita, que apenas se me oiga, que este que acaba ha sido un buen año, con luces y sombras, como todos, pero feliz y me da miedo decirlo, yo y mis taras mentales (mi loquiatra dice que no son graves).

Toda mi vida gira alrededor de mi familia y eso es un lujo, yo lo elegí y lo elijo cada día.

He cambiado de actividad laboral. Mis pasos están ahora en el mercado inmobiliario, me fascina, tanto, que creo que he conseguido eso de intentar vivir de lo que me gusta”. Voy muy despacio y no tengo prisa, “qui va piano, va lontano”. Eso no significa que no me gustaría tener ingresos, pero ya llegarán.

Acabé mi formación oficial y ahora estoy con mis prácticas laborales. Por medio se cruzó el homestaging y voy disfrutando el camino.

Como os decía, este ha sido un año con más luces que sombras y, si lo pienso bien, casi todas las sombras relacionadas con la salud.

¡Qué importante es la salud!

Como os conté, la operación de mi Sol y su recuperación ha sido muy, muy duras. Hace sólo quince días que tuvo permiso médico para volver a jugar al baloncesto, es feliz y yo también, aunque no me atrevo a ir a verle… (otra tara).

El santo padre, el mío sigue adelante con su vida, la vida de alguien de 80 años que ve sus facultades mermadas por la edad, pero que ha sobrevivido a una operación complicada y puede seguir disfrutando de su familia. Mi madre también tiene sus achaques, muchos, disfruto de ambos
cada día.

En febrero dejé de estar oficialmente loca. No fue fácil después de casi 14 años de medicación continua. Estoy orgullosa de mí misma, cada día es un reto para mi cabeza.

¿Habéis llegado hasta aquí?, gracias, esto era lo importante, pero uno no escribe la carta a los Reyes si no es para pedir algo.

Quedaría muy bien pedir la paz mundial, pero sé que no es posible, sólo me gustaría pedir que los que tienen que poner fin a todo este despropósito de Ucrania se sienten a negociar, es mejor un mal acuerdo que una guerra sin fin.

Quiero seguir disfrutando de mis padres, quiero tener la paciencia que a veces me flaquea cuando creo que no me entienden y soy yo la que no entiendo que para ellos la urgencia es más importante que para mi.

Quiero seguir remando en la misma barca que mi contrario, vale que a veces le daría con un remo en la cabeza, pero así somos y así llevamos siendo más de 30 años juntos.

Quiero que mis hijos sean felices y tengan salud, ¿en ese orden?, es difícil saber, sin salud no se puede vivir, pero saludable e infeliz tampoco.

Quiero que a mi Sol le vaya muy bien en este último curso de bachillerato y en su elección de universidad, pero sé que haga lo que haga le irá bien, y me gustaría que él lo tuviera tan claro como yo.

Mi Hada vive su vida lejos de mí, cuento los días para que vuelva a casa por Navidad, para ella sólo te pido que siga su camino en la vida, que sea feliz, si es cerca mejor, pero yo siempre estaré cerca para ella.

Para mi Garbanzo más que pediros cosas que le traigáis os voy a pedir que os llevéis algunas cosas. Si de su timidez os lleváis el 90% aún le quedaría mucha, muchísima, un poquito de su “pavo” también os podéis llevar. Es difícil ser el tercer hermano después de dos que han puesto el listón tan alto, pero lo supera con nota. Es maravilloso, tiene un humor socarrón inigualable y un poquito de mala leche que no va venirle mal en esta vida.

Y para mí, pues ya os he pedido, que los míos estén bien y ya.

Bueno, si de paso al juez que le toque resolver mi demanda por mi antiguo empleo le traéis un poquito de sentido común no me vendría mal.

Seguro que se me ocurrirán más cosas que pediros, así que me guardo el derecho de postdata para más delante.

Pido mucho, lo sé. Podéis olvidaros de todo menos de la salud, salud para todos, brindo por ello.

¡Salud!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo añadiría una 1ª posdata:
Más tiempo para escribir. Siempre es un placer leerte 😍

Anónimo dijo...

Te leo desde hace mucho tiempo pero nunca he comentado... me alegro que haya sido un buen año (así en bajito), para mí ha sido duro, me cambiaron el horario a jornada partida de nuevo, me matriculé de un máster para intentar ser profesora a mis 44, me separé hace año y medio, mi adolescente no encuentra ni su motivación ni sus ganas y, lo más importante, mi papi falleció hace unas semanas y ayer, mi cumple, fue un día raro y agri-dulce, así que me alegro que el tuyo haya sido bueno y seguro que a ese juez le llevan la cordura y ganas. Un abrazo!. Anny