Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

viernes, 5 de enero de 2018

"Brindo contigo. ¡Salud!" (Los Rodriguez)

Feliz Navidad, Feliz Año Nuevo, Felices Reyes, Feliz..., feliz Salud para todos.
Nunca me había pasado, desde hace casi diez años que ando por aquí, jamás se había pasado un mes en blanco, nunca.
Y lo siento, de verdad lo siento. Porque esto me gusta, me ayuda y me anima, pero el día a día me come.
Noviembre terminó asumiendo una nueva derrota y poniendo un parche. Vuelvo a la medicación para poder tirar. No me hace feliz pero esta vez ya no vi otra solución. Cambié de loquiatra y me dejé llevar, soy obediente y me tomo lo que toca cuando toca. Desde la vuelta del verano había estado tirando de Lexatin y Orfidal sin orden ni concierto y, por tonta que sea me doy cuenta de que eso no está bien.
Pues ea, que ya está todo en orden. Lo cierto es que me encuentro mejor, eso ya es mucho.
Organicé la escapada del puente de diciembre a última hora y lo pagué carísimo, en el sentido más literal del término. Yo quería ir a Sevilla y Córdoba. Con Sevilla estuvieron todos de acuerdo, con Córdoba no, prefirieron Mérida, la verdad es que el cambio no me importó.
En Sevilla conseguí un apartamento turístico estupendo muy céntrico y eso nos permitía ir andando a todos lados, a la catedral, a los alcázares, a la Torre del Oro, a pasear por el río..., lo pasamos genial aunque la verdad es que había demasiada gente por todos lados.
A mi Mérida me chifla, he estado muchas veces pero siempre me fascina. Caminamos sin parar, mi pobre Garbanzo ya, a última hora decía que no quería ver una piedra más. No encontré alojamiento en el centro, y el hotel estaba en las afueras, pero era muy cómodo.
Nos fuimos el miércoles 6 y volvimos el domingo 10.
Ya el mismo día 6 noté que me picaba mucho el cuello por el lado derecho, pero no le di importancia. Empezaron a salirme granos e iba subiendo hacia la cara, cada día un poco más arriba. El domingo según llegamos a casa me fui de cabeza al hospital. Hérpes Zóster.
La primera vez en mi vida, me mandaron un antivial y algo para secar las heridas. La vuelta al trabajo fue dura, además de lo incómodo que es para mi estar de cara al público con la cara destrozada y sin poder taparlo con maquillaje para que no se infectara.
Fueron dos semanas de tirar como pude sin pensar demasiado, tengo que decir que las pastillas para eso ayudan.
La semana de Navidad la tuve de vacaciones. No paré. Entre cocina, compras y los entrenamientos de basket de mis hijos que no han parado ni un solo día he estado servida.
Las cenas de relumbrón fueron en casa.
En Nochebuena sólo con los santos padres (los míos) y en Noche Vieja también con la otra abuela de mis hijos.
El día 31 por la tarde ya empecé a notar un rebrote del hérpes que esta vez subía para mi ojo derecho.
El día 2 me fui al médico de cabecera y, como era de suponer me mandó a urgencias. El hospital parecía Kosovo, qué desastre, qué descontrol, que cantidad de gente. Horrible.
Sólo me costó dos horas y tres cuartos que me mirara un oftalmólogo y me dijera que no tenía el nervio óptico ni el ojo por dentro afectado, pero que había que evitar una sobre infección de las pústulas y me mandó una crema antibiótica. Para rematarlo me costipé, así que entre las pupas en a cara, el moqueo y el "ojo pipa" esta semana he despertado un terrible interés y lástima en el trabajo.
También parece que va pasando.
Y llegamos a hoy. El día de mi merienda de roscón, con mi mesa preciosa, la chocolatera de aluminio de mi abuela, los roscones, el cava y la gente disfrutando.
Mañana quedan los Reyes, que digo yo que algo traerán y el cumpleaños de mi madre.
Un año más, un año menos.
Gracias por venir...





3 comentarios:

Sara M. dijo...

¡Ay Lou, cuídate! ¿Por qué nos será tan difícil a algunos mantener la cabeza "quieta"?

MATT dijo...

Cuídate mucho, que lo del zoster no es ninguna tontería.
Muchos besos y feliz año!

Anónimo dijo...

Feliz año Lou!
siempre me encanta tu día del roscón.Un abrazo😘