Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 18 de julio de 2016

Las cenas en nuestra terraza

Yo creo que, de alguna de mis entradas se deduce que me encantan los "saraos". Me gusta celebrar, me gusta compartir. Me gusta una buena mesa pero me gusta aún más una mejor sobremesa.
Todo el año organizo cosas, empiezo en enero con el roscon con chocolate, sigo con cumpleaños y santos, días de la madre, del padre, del tío o de lo que toque, y si no toca, me lo invento.
Compartir es de las mejores cosas de la vida, las penas compartidas pesan menos y las alegrías repartidas se multiplican.
Pues eso.
Tengo, tenemos, la increible suerte de contar con una terraza inmensa, pero inmensa de verdad, me cabe una mesa de más de 3 metros de largo y uno de ancho y, aunque sólo compré ocho sillas de terraza, saco otras cuatro de la cocina y aún así no estamos apretados. No me digáis que no es un lujo.
Durante el invierno lo veo todo tapado y añoro el sol, el calor, la hora de quitar las fundas y sacar los manteles de colores a pasear.
Ea, pues el momento llegó. Desde que dieron las vacaciones a los niños tenemos la terraza "a tope de reservas", cada viernes y cada sábado, los domingos cerramos el chiringuito al público y lo disfrutamos sólo nosotros.
No hace falta mucho.
Un par de tortillas de patata, empanadas, guacamole con nachos, hummus con bastones de zanahoria, una buena tabla de quesos, un rico jamón bien cortado, gazpacho, ajoblanco, buen vino, cerveza (para el que le guste, puajjj), refrescos, cava y para rematar sushi que está rico y a mis amigos les encanta.
A los amigos les encanta colaborar y yo agradezco esas colaboraciones, a veces traen el guacamole casero, o unos mejillones en vinagreta. Gracias a esas colaboraciones, este finde hemos disfrutado de las deliciosas empanadillas de mazapán del horno de Santo Tomé de Toledo, ¡en pleno julio!. También hemos tenido pan casero.
Saco los manteles de colores, vasos veraniegos y pongo la mesa preciosa, tengo unas guirnaldas de estrellitas que se iluminan y que reparto por la mesa para cuando la luz se va. Y enciendo velas de colores en el alfeizar de la terraza.
¿Se puede pedir más?, pues claro, por pedir que no quede, que las reservas no fallen durante toda la temporada, que cuando empiece la de invierno volveremos a meternos en el salón y a añorar el calor y la terraza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que envidia, me encanta. Disfrutad mucho😘

Irene, Umpa Lumpa & cía dijo...

Pido la veeezzzz!!!