Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

jueves, 17 de febrero de 2011

Guardando sueños

No hay vuelta atrás, las circunstancias son las que son, mi edad empieza a ser un problema y, bueno, ya tengo tres hijos, tener uno más será el sueño que no cumpliré.
La cuna de viaje sigue abierta en casa, la misma que usaron mis hijos es ahora de Elena, pero ya no tiene sentido tener al retortero un montón de juegos de sábanas, al fin y al cabo su uso es residual, sólo aquellos días en que Elena, por la razón que sea no va a la guardería, así que el fin de semana las recogí.
Una a una las doblé, las acaricié y las guardé con mimo, no sin antes hacer mil y una fotos para poder enseñároslas. Voy a dividirlas en cuatro categorías:

* Las sábanas maravillosas que bordó mi madre.
* Otras sábanas que compré yo o me regalaron.
* El juego de sábanas que hice yo.
* Juegos de sábanas de ensueño que compré a mi pequeño garbanzo.

Más de tres años esperando un bebé. Tenía claro cómo lo quería todo, y ese todo era exactamente como lo fue conmigo.
Mi cuna de metal no cumple ninguno de los requisitos de seguridad modernos, pero eso es solucionable. Con una buena chichonera fuerte que cubriera al 100% todos los barrotes me aseguraba de que mi hada no pudiese meter su pequeña cabeza entre ellos. Además, la chichonera se cubría con estas preciosas vestimentas de cuna llenas de pasacintas. Cuando mi madre las compró para mí, las cintas eran beige, yo las cambié y las puse azules.


Mi cuna tiene dosel, con un enorme lazo que cae, es tan bonita…

Las sábanas maravillosas que bordó mi madre merecerían un libro entero, no las hay iguales y no las habrá en la historia del mundo. Son perfectas en todo, en el detalle, en el primor con el que están bordadas, con bastidor, la trasera del bordado es exactamente igual de preciosa y precisa que el delantero.

Empezaré por la que nunca usó mi hada, esta:

Está claro por qué nunca la usé, Dios no me la enviaba y sí una FIV, otros duros tratamientos y tres años de espera.

Cuando mi hada nació puse en su cuna, mi cuna, estas preciosas sábanas amarillas con ardillas bordadas.


Pero no era suficiente. Elegir unas igual de maravillosas para el cuco, el que iba a utilizar en su primera llegada a casa, fue difícil, se ve que el conejito flautista y su música, que nadie más que yo puede oír, me convencieron.

Elegidas esas primeras, usar las demás fue cuestión de tiempo. Esta azul de tira bordada me gusta especialmente, la encimera es un poquito más grande que la de los otros juegos.

De las más delicadas, por lo diminuto de sus bordados son estas dos: esta blanca con los bordados en gris claro

Y esta otra de flores menudísimas en azul.

Por si mi hada no iba ya más que servida, mami se encargó de hacerse con más sábanas. De su papá disfrutó estas, no se aprecia bien, pero son muy simpáticas con unas margaritas muy pequeñas hechas a mano.


Miré muchísimo. Teniendo tantas y tan bonitas me fue difícil encontrar algo a la altura y lo encontré donde menos lo esperaba, en el Carrefour, de allí son estos dos juegos, uno con bodoques rosas y otro con bodoques azules.



Unas amigas me regalaron este juego de El Corte Inglés para el coche de paseo, no me vuelve loca, pero le tengo cariño.



Pasé muchos años esperando un bebé, en ese tiempo pude bordar en nido de abeja el faldón de bautizo para la hija de una amiga, hacer millones de baberos de punto de cruz y terminar este juego de sábanas, no es ni de lejos el más bonito pero sí en el que más amor puse en mi vida.


Mi hada y mi sol se llevan exactamente 18 meses, no hubo tiempo de renovar el ajuar entre uno y otro, ni tiempo ni necesidad, así que el pobre estrenó ropita, algún que otro babero y poco más.

Estaba recién embarazada de mi garbanzo cuando me fui de viaje a Vietnam y ¡me volví loca!, había tantas cosas para bebés y todas tan preciosas que no podía parar de abrir el monedero, además, los precios eran cualquier cosa menos disuasorios.
Supongo que porque mi embarazo coincidía en fecha con el de mi hada, siempre pensé que era otra niña. Cada vez que encontraba algo le decía a mi contrario: “cariño, esto para Carolina” y él fruncía el ceño y decía: “Carolina no”, no le gustaba.
Pero yo compraba cosas y más cosas para Carolina.
El juego de sábanas más divertido es este, representa una típica boda Vietnamita, en el centro los novios, a su izquierda llegan campesinos con regalos del campo y a la derecha se cocina un marrano para el convite.


Luego compré estas otras, preciosas pero imposibles para planchar, hilo puro beige subido bordado a mano.


Esta blanca de flores bordadas estaba lista para el envío a un distribuidor en España, La Cuca, si hasta lo pone en la etiqueta, pero yo lo compré allí.

Y dejo para el final mis favoritas, estas de algodón finísimo bordadas en un beige casi marrón que enamoran según las ves. De estas compré tres juegos.

Cuando llegamos a Vietman recibí un sms de una amiga que me comunicaba que su tercer hijo estaba en camino, fue un niño muy buscado, durante más de tres años y que al final llegó al mundo gracias a un tratamiento de fertilidad, para él fue un segundo juego.
Cuando terminé de guardarlas todas en la caja necesitaba encontrar algo con qué cubrirlas y ahí estaba, el cobertor de mi coche de paseo.

Cuando recupere el ánimo intentaré hacer fotos de todos y cada uno de los baberos, capas de baño, toallas, fundas de chupete, fundas de biberón y otros millones de cosas que bordé para mis duendes, si olvidarme por supuesto del faldón de bautizo de mi hada, sí, al final tuve la inmensa suerte de poder bordar uno para mí, bueno, para ella.

6 comentarios:

Marijo dijo...

Lou, todas tus entradas me emocionan. Qué juegos más bonitos!.Perdí a mi madre hace unos meses y he de decirte que ella bordó casi idénticos los juegos que tienes en amarillo y azul con los animalitos. Únicamente cambia el animal elegido. Yo tb compré el juego de Carrefour con los bodoques en azul.

begoña dijo...

Los sueños siguen estando, pero esta vez los podemos tocar con las manos, besar, mimar....
Ahora es cuando me pregunto muchas veces ¿estare soñando?, ¡¡¡es un sueño fantastico¡¡¡¡
Un abrazo

Anónimo dijo...

Preciosa "colección de sueños" , qué bonito volver abrir esos cajones a tu hada, tu sol y tu garban para que vistan las cunas de sus retoños.
MUACKKKKK

Lamardestrellas dijo...

Preciosos, Lou. Estoy segura de que estos juego de sábanas vestirán futuros sueños, y tú, abuela o bisabuela, los disfrutarás como ahora. Besos fuertes.

Sonix dijo...

Siendo tan bonitas, seguro que las vuelves a utilizar, quién sabe, quizá tu nieta o nieto sean los próximos que duerman sobre ellas. Una entrada preciosa, y no estés triste...

Irisdebrito dijo...

Me muero de la envidia!! Yo adoro los bordados pero casi no tengo...algunos mantelitos que compré en Nicaragua y un mantel grande brasileño que me regaló una amiga...
Me encantaron tus sábanas, gracias por compartirlas!!