Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

sábado, 3 de diciembre de 2022

Si te dicen que caí

 Señores, casi tres años después, caí.

Positivo por COVID 19. En casa sólo quedábamos y contrario y yo y hemos caído. Qué tontería más tonta. La semana pasada me notaba un leve, levísimo resfriado, nada que me hiciese pensar siquiera en tomar paracetamol, como enfriamiento con un par de estornudos y algo de moco, por la noche al estar tumbada. Nada más. Hice mi vida normal, salí, entré, hasta tuve comida familiar el sábado y el domingo ya, bien.

El lunes me levanté sin hambre, raro en mi y siempre desayuno un plátano, pues pensé "qué plátano más insulso, no sabe a nada". Y seguí a lo mío, sin parar, pero a mediodía me parecía que no olía nada y me hice el test. ¡Bingo!. Positivo.

Me planté mi mascarilla y a seguir. Como y ceno aparte del resto de la familia y no me quito la mascarilla, pero, ¿sabéis eso de "dos que duermen en el mismo colchón..."?. Pues eso.

Él se encuentra peor, dice que le duele todo el cuerpo (mira que son flojos), tampoco tiene ni gusto ni olfato. Su positivo fue el jueves y no ha ido a trabajar, por precaución de no contagiar a nadie.

El caso es que he aprovechado para medio decorar mi casa en modo Navidad, y digo medio porque aun me falta mucho.

Este año me ha dado por las casitas...

Y estamos en el puente de diciembre, con todos los nubarrones negros que se acumulan en mi cabeza estos días. Nos vamos, al sur, pero sólo 3 días. Mis duendes pasaban de salir, pero mi cabeza lo necesita, así que un poco a medias para que todos estén contentos.

Ya falta poquito para que vuelva mi Hada, cuento los días.

Así que, como veréis, a eso del COVID no le estoy prestando demasiada atención, ójala todo el mundo tuviera los mismos síntomas que yo, porque estoy como una rosa..., sin olor.

domingo, 27 de noviembre de 2022

Queridos Reyes Magos:

Me temo que esta va a ser una carta poco convencional, ¿qué queríais?, así soy yo.

¿Qué tal os ha ido el año?, ¿no me digáis que os han hecho contrato de “fijos discontinuos”?. Ya no respetan a nadie, pero ese es otro tema.

Os cuento, así, en voz muy bajita, que apenas se me oiga, que este que acaba ha sido un buen año, con luces y sombras, como todos, pero feliz y me da miedo decirlo, yo y mis taras mentales (mi loquiatra dice que no son graves).

Toda mi vida gira alrededor de mi familia y eso es un lujo, yo lo elegí y lo elijo cada día.

He cambiado de actividad laboral. Mis pasos están ahora en el mercado inmobiliario, me fascina, tanto, que creo que he conseguido eso de intentar vivir de lo que me gusta”. Voy muy despacio y no tengo prisa, “qui va piano, va lontano”. Eso no significa que no me gustaría tener ingresos, pero ya llegarán.

Acabé mi formación oficial y ahora estoy con mis prácticas laborales. Por medio se cruzó el homestaging y voy disfrutando el camino.

Como os decía, este ha sido un año con más luces que sombras y, si lo pienso bien, casi todas las sombras relacionadas con la salud.

¡Qué importante es la salud!

Como os conté, la operación de mi Sol y su recuperación ha sido muy, muy duras. Hace sólo quince días que tuvo permiso médico para volver a jugar al baloncesto, es feliz y yo también, aunque no me atrevo a ir a verle… (otra tara).

El santo padre, el mío sigue adelante con su vida, la vida de alguien de 80 años que ve sus facultades mermadas por la edad, pero que ha sobrevivido a una operación complicada y puede seguir disfrutando de su familia. Mi madre también tiene sus achaques, muchos, disfruto de ambos
cada día.

En febrero dejé de estar oficialmente loca. No fue fácil después de casi 14 años de medicación continua. Estoy orgullosa de mí misma, cada día es un reto para mi cabeza.

¿Habéis llegado hasta aquí?, gracias, esto era lo importante, pero uno no escribe la carta a los Reyes si no es para pedir algo.

Quedaría muy bien pedir la paz mundial, pero sé que no es posible, sólo me gustaría pedir que los que tienen que poner fin a todo este despropósito de Ucrania se sienten a negociar, es mejor un mal acuerdo que una guerra sin fin.

Quiero seguir disfrutando de mis padres, quiero tener la paciencia que a veces me flaquea cuando creo que no me entienden y soy yo la que no entiendo que para ellos la urgencia es más importante que para mi.

Quiero seguir remando en la misma barca que mi contrario, vale que a veces le daría con un remo en la cabeza, pero así somos y así llevamos siendo más de 30 años juntos.

Quiero que mis hijos sean felices y tengan salud, ¿en ese orden?, es difícil saber, sin salud no se puede vivir, pero saludable e infeliz tampoco.

Quiero que a mi Sol le vaya muy bien en este último curso de bachillerato y en su elección de universidad, pero sé que haga lo que haga le irá bien, y me gustaría que él lo tuviera tan claro como yo.

Mi Hada vive su vida lejos de mí, cuento los días para que vuelva a casa por Navidad, para ella sólo te pido que siga su camino en la vida, que sea feliz, si es cerca mejor, pero yo siempre estaré cerca para ella.

Para mi Garbanzo más que pediros cosas que le traigáis os voy a pedir que os llevéis algunas cosas. Si de su timidez os lleváis el 90% aún le quedaría mucha, muchísima, un poquito de su “pavo” también os podéis llevar. Es difícil ser el tercer hermano después de dos que han puesto el listón tan alto, pero lo supera con nota. Es maravilloso, tiene un humor socarrón inigualable y un poquito de mala leche que no va venirle mal en esta vida.

Y para mí, pues ya os he pedido, que los míos estén bien y ya.

Bueno, si de paso al juez que le toque resolver mi demanda por mi antiguo empleo le traéis un poquito de sentido común no me vendría mal.

Seguro que se me ocurrirán más cosas que pediros, así que me guardo el derecho de postdata para más delante.

Pido mucho, lo sé. Podéis olvidaros de todo menos de la salud, salud para todos, brindo por ello.

¡Salud!

viernes, 30 de septiembre de 2022

Adiós verano

 

domingo, 31 de julio de 2022

A cuestas con mis 50

Punto primero, al que me diga que los cincuenta son los nuevos cuarenta, lo mando a la mierda ahora mismo.

Punto segundo, estoy contenta de haber cumplido 50.

Dejaré lo de mi cumpleaños para el final.

Aunque hay un par de entradas desde Navidad no os he contado toda la "miga" de mi vida desde entonces. Lo más relevante es que tuvimos que operar a mi Sol. 

Para los entendidos diré que la avería era una osteocondritis desecante del cóndilo exterior de la rodilla izquierda. Para los normales os traduzco, una de las crestas del fémur de las que conforman la rodilla estaba rota. 

Es una lesión frecuente en deportistas de deportes de contacto con intensidad alta de entrenamiento. A edades más tempranas se escayola y se deja sellar, a los diecisiete, no.

Resumiendo, lleva dos clavos permanentes en la rodilla, estuvo ocho semanas (¡8!), sin apoyar el pie y desde el 20 de marzo va a rehabilitación dos horas diarias, sin faltar un día.

Ya camina con normalidad, trota, despacito, y hace vida normal de no deportista, pero él juega al baloncesto y va a seguir jugando, así que hay que seguir trabajando esa rodilla. Eso significa que lo máximo que podremos irnos de vacaciones serán 15 días, porque no puede perder lás de 10 sesiones o perderá el derecho de rehabilitar.

Bueno, tampoco es que mi Hada lo ponga fácil. Nos fuimos a buscarla a la Chimbamba universitaria donde vive en Mayo. Su idea era empezar "lo antes posible" con el carnet de conducir. Ese "lo antes posible fue mediados de junio. Aprobó el teórico a la primera pero sigue con las clases prácticas. Se examinará en el único exámen de la DGT en Agosto, así que ella, para el día 20 tiene que estar de vuelta aquí.

Mi pobre Garbanzo va de remolque, así que, puede quedarse en la playa con su otra abuela o venirse a casa con nosotros, no sé que decidirá.

Eso en cuanto a los duendes. 

En cuanto a mí, quise empezar a trabajar en febrero y podía hacerlo.... si me daba de alta como autónoma. Yo no sabía que se puede compatibilizar el cobro del paro con la actividad autónoma durante 9 meses, no más, y el resto, si en 5 años no vuelves al paro, lo pierdes.

Como pasó todo lo de la operación de mi Sol y demás lo dejé "casi" correr. Y digo casi porque yo nooooo valgo para estarme quieta, así que estoy estudiando. Busqué una titulación oficial de gestión comercial inmobiliaria y allí que me fui. 

El sector está completamente liberalizado pero hay mucho patán inculto que no sabe de lo que habla y eso a los que beneficia es a los verdaderos profesionales. Yo quiero ser de esas últimas. Así que ahora, cada día de 9 a 3 voy a clase.

Pues así va mi vida, siempre por caminos que no imaginé, pero bien. 

También los santos padres, los míos, son motivo de preocupación. Los años no pasan en balde y se nota. A mi padre le operaron de un aneurisma de aorta y fue duro. Todo salió muy bien pero ves el precipicio delante y a mí no me gusta el barranquismo...

Y pasaron los meses y los días y esta semana cumplí 50. No, no voy a decir que me gusta esa edad, no por la edad en sí sino porque me veo caducar. No veo nada, me duele la espalda, me duelen las articulaciones, es como si en vez de un años más, de 49 a 50, me hubieran caído los 50 de golpe. No me encuentro bien. El médico dice que no tengo nada pero yo no estoy bien.

No voy a pensarlo ahora pero en septiembre tengo que proponerme hacer deporte de manera regular. He vuelto a engordar y lo llevo fatal. No es tanto el peso extra como el reparto del mismo. Se me ponen los michelines en sitios que nunca había tenido, así que la ropa, no es que no me valga, es que no me queda bien, y no se como vestirme. Me encuentro fea y eso me deja bastante mustia. Como os digo, tengo que trabajar un poquito más en mí.

Os iré contando.

Mi cumple fue tranquilo, lo celebré al día siguiente con mis padres, la otra abuela de mis hijos, la hermana de mi marido y sus tres churrumbeles, veis, muy familiar. 

Me regalaron muchas cosas, sobre todo amor que es lo que más valoro. 

Mis chicos me rgalaron unas Converse amarillas y mis padres las que yo les pedí, las All Star negras de cuero. Mi contrario me trajo un ramo precioso de 50 rosas. Me regalaron también un maravilloso bolso de piel de cocodrilo real (por favor, no me despellejéis aún) que había sido de la abuela de mi marido, es de primeros de los 60`s. Y esta camiseta que os enseño en la foto, y unas zapatillas de estar en casa y... muchas, muchas cosas.

Así que aquí sigo, un año más y que sean muchos otros y que alguno lo leáis y al menos os entretanga un rato.

Gracias por venir.




sábado, 21 de mayo de 2022

Sandokan, SloMo y una guerra, crónica de Eurovisión 2022

Escenario de Eurovisión 2022 Un año más aquí estamos, para profundizar en ese grn espectáculo que es Eurovisión. Que no lo digo de broma, contadme cuántas retransmisiones tienen tanto seguimiento, que luego todos criticamos, pero que ver, lo vemos.

Yo lo veo, desde siempre y no me importa que me critiquen por ello, bueno, ni por ello ni por nada.

Lo pasamos genial. Yo tenía claro que lo iba a ver con mi Hada, suponía que el resto estarían por allí pululando y criticando, pero con lo que no contaba es que mi Sol apareciera con dos amigos y al final fuéramos siete personas apiñadas en tres sofás viendo atentamente todo y comentándolo.

Como siempre, mi Hada preparó la plantilla profesional de valoraciones, ahí os la enseño. Yo fui rellenándola con cada una de las actuaciones, pero al final me hago mi lista, con los que a mí me gustaría que ganasen y con los que creo que van a ganar.

 

El que no estuviera seguro de que Ucrania iba a ganar es que sabe muy poco de Eurovisión. Si hay alguien que todavía cree que esto se resume a un mero espectáculo de la canción que se dedique a otro tema porque no se entera de nada, Eurovisión tiene un 75% de política y es así. Punto.

Dicho esto, os cuento que a mí la propuesta de Ucrania me gustó, era fuerte, animada, entre moderna y muy típica, y además, rodillos lavacoches los hay en todos los países..., que sí, que mi voto lo tenía.


Desde luego no era mi primer opción, aunque sin duda sabía que ganaría.

Mi favorita era España y no suele serlo. Ya sabéis lo que pienso, de la letra y demás porque os lo mencioné en otra entrada, pero, que se comió el escenario no lo duda nadie, fue la que más levantó a la gente pero con diferencia, lo hizo de 11, el 10 se quedaba corto. Podemos criticar la trompetilla torera del principio, el culo al aire (vamos que si yo tuviera un culo así lo iba a lucir siempre que pudiera), la chaquetilla de rejoneador y el abanico español, pero se salió. Mereció ganar.

Ahora volvemos "a mi rollo", Finlandia y es que a mi me gusta ese tipo de música, aunque para ganar un festival de Eurovisión hace falta mucho más que una canción, sino que se lo digan a Lordi y su puesta en escena y sus trajes (el capitán Pescanova nunca oiría este tipo de música), hay que dejar en shock y a Finlandia, este año le faltó eso.

Como cada año Suecia era favorita, y estaba entre mis apuestas, por supuesto. Estos suecos se toman Eurovisión muy, muy en serio y eso se nota, cada año su propuesta es lo que se espera de ellos, quizás por eso se les castiga un poco, no se.

Y nos queda Sandokan, perdón Sam Ryder cantando por UK, la canción era muy bonita, nada de puestas en escena espectaculares, sólo un chico disfrazado de costelación cantando bien. ya os digo que me sonaba muy bien.

De la del lavado de manos, Serbia, sólo desearle que le hayan quedado relucientes, nada más que comentar.

¿Hubo tongo en las votaciones?, posiblemente, y los que se rasgan las vestiduras vuelvo a insistir en que no se enteran en de qué va Eurovisión, así que para el año que viene, "llámame llámame, mi bebebé".

Otra cosa, me encantó ver que Laura Pausini tiene tantas chichas como yo y que estaba imponente.


 


martes, 15 de marzo de 2022

¡Y van catorce, oigan!

 Pues sí, ayer se cumplieron 14 años desde que empecé a escribir en este rincón.

¿Quién me iba a decir a mí que iba a vivir tantas cosas?.

Murió mi abuelo al poco tiempo, tres años después la última abuela que me quedaba. Entre medias pasamos la leucemia de mi Sol y ahora tengo un Hada residente en EE.UU, estudiante aún no tengo claro de qué, un Sol maravilloso que anda, bueno, que no anda, porque le operamos antes de ayer de una osteocondritis desecante y un Garbanzo que tiene la adolescencia de los otros dos juntos a la décima potencia.

Y el mismo marido.

Se supone que he dejado de estar loca desde hace un mes, y hacía 13 años que estuve "cuerda" por última vez. No es fácil, pero creo que voy por buen camino.

No sé si hay alguien por ahí, pero, no sabéis lo que me ayuda esto y lo que me alegra que a alguien pueda sacarle una sonrisa.

¿Debería hacerme youtuber?...

No termino de verlo.

miércoles, 2 de febrero de 2022

Eurofollón 2022

 No aprendemos oigan.

Cada año lo mismo, qué cansino y si encima empezamos ya 4 meses antes para qué queremos más. ¿En serio la gente se toma el festival de Eurovisión como algo más que un mero espectáculo de entretenimiento?, si es así, la gente tiene poco de qué preocuparse, les envidio.

Igual que os digo que soy la mayor Eurofrikie del mundo, y me trago el festival feliz, es que no se me ocurre entrar en polémicas por la elección de la canción. Jamás vamos a estar de acuerdo.

Pero es que este año, con el lío que se ha formado, ¡como para no opinar!, pues eso, opinemos. No tengo ni idea de todas las canciones que se presentaron y de las que llegaron a la final no las he oido todas, algunas, directamente según empezaban a sonar no me decían nada.

Pero sí tengo mi opinion sobre "Terra" de Tanxugueiras, "Ay mamá" de Rigoberta Bandini, "SloMo" de Chanel y "Raffaella" de Varry Brava. Ahí vamos.

 "Ay Mamá", bueno, como mensaje podría estar bien, la canción tiene ritmo pero lo del "estilo Delacroix" me sobra mucho. No, no me gusta.

"SloMo", ¿Qué decir?, pues lo más obvio, que llegamos bastantes años tarde, desde que Helena Paparizou ganara con "My number one" han pasado 17 años, pero no os vayais a pensar que somo los primeros en imitarla, noooo. En 2018 Chipre ya lo intentó con Eleni Foureira y su "Fuego", fijaros en Chanel y el Eleni, es que son la misma, el pelo, el traje, el baile. Pues so, lo intentaron pero no coló.No voy a comentar la ¿letra? de la canción, no, me niego... "señora y señore", ni se me ocurre.

"Terra", me encanta, es una canción con fuerza, con una estética de puesta en escena rompedora, con mucho ritmo, lo tiene todo, no me extraña que fuese la favorita del público, también lo es la mía, aún así os digo que mi elección os la dejo para el final.

Teniendo en cuenta que este año el festival será en Italia y que nuestra Raffaella, la única e inimitable se nos fue hace poco, "Raffaella" de Varry Brava tiene su punto. Es una canción pegadiza, estética retro, divertida, que al final es lo importante, que una canción te entretenga y te haga mover los pies con algo de mensaje (poco). Yo hubiera apostado por esta.

Pues eso, que para gustos los colores. Aquí me tenéis, preparando motores para el festival de este año, que es de suponer que no ganaremos y nos iremos "a llorar a la llorería".

lunes, 24 de enero de 2022

Rebajas de enero 2022

 Poco que rascar, esa es la verdad.

Mis actuales ocupaciones hacen que pase de un pantalón cómodo a otro más cómodo y de un jersey a otro, sin más. Si puede ser con zapatillas, mejor que mejor. Con esto qué quiero decir, pues que no necesito ropa.

Qué eufemismo, necesitar, necesitar, rara vez he necesitado, siempre tengo mucha más de la que uso, caprichosa que es una.

Pero lo cierto es que este año nada, o casi nada me apetece. Además, he vuelto a coger algo de peso, no voy por buen camino, lo sé, pero ese es otro tema.

El caso es que sigo siendo caprichosa y me enamoré de algunas cosas de Navidad. 

Otra de mis tonterías, el año que mi Sol se puso malo había comprado un mantel de Navidad nuevo, desde entonces, no soy capaz, los compro cuando ya han pasado las fiestas.

Me metí en la web de Zara Home el mismo día de Reyes por la tarde. Uno se los manteles que quería, con muérdago, estaba ya agotado antes de rebajas, pero había otro de acebo que también me gustaba. De paso también tenía vistas unas casitas de porcelana blanca y dorada para poner luces, muy chulas.

Pues nada, el mantel ya tampoco estaba y me desinflé.

Por primera vez en muuuuuuuchos años no madrugué para ir a las rebajas el dia 7, los chicos estaban en casa y mi Hada estaba perezosa, así que nada.

Por la tarde, mi Garbanzo pequeño tenía entrenamiento de baloncesto, le dejé y en la hora y media que tenía me dediqué a recorrer tiendas físicas de Zara home sin suerte.

Llegué a recogerle bastante desilusionada, pero me volví a meter en la cesta por la app, ¡y me dejó pedir todo, el mantel y las casitas!.

Al llegar a casa mi Hada me estaba esperando dispuesta a ir de tiendas. Si os digo la verdad no tenía ninguna gana. Accedí a ir pero sólo si íbamos en autobus. Nos fuimos hacia El Corte Ingles de Castellana. Cuando mi hija se fue en verano sólo pudo llevarse un juego de sábanas, cuando ví las que se había comprado allí me dieron los siete males. Eran de un poliéster espantoso de esos que da chispazos, así que compramos unas de algodón, más decentes.

Como os digo, no tenía muchas ganas de andar por ahí, pero al salir por la calle Orense me acordé de que hay otro Zara Home y... ¡lo encontré, el otro mantel, qué subidón!.

Pues eso, dos manteles y tres casitas de porcelana.

Eso hasta ayer, que como llevo 8 días sin salir de casa (eso para la siguiente entrada) me aburría tanto que me enganché a la web de Oysho y este par de jerseys quisieron venirse conmigo, aún tengo que recogerlos, ya os contaré.

viernes, 21 de enero de 2022

Navidad y nochevieja 2021, Reyes 2022 y mesas de fiesta

 Me encanta hacer estas entradas. No lo he repasado pero creo que no me he saltado ningún año, ni siquiera en los peores.

Me chifla una mesa bonita y eso que tengo que deciros que no tengo un arte especial para poner la mesa, pero pongo todo mi cariño y esmero.

Nochebuena la celebramos con mis padres, como siempre. Saqué un mantel que compré en Vietnam cuando estaba embarazada de mi garbanzo pequeño, más de catorce años. Es blanco con bordados de árboles de navidad. Para darle un poco de color elegí la vajilla roja de La Cartuja y bajoplatos dorados. El menú, tradicional, lombarda con pasas y piñones, pularda rellena con frutas dulces, compota de Navidad y entremeses variados.

En nochevieja siempre viene la otra abuela de mis hijos y este año estaba especialmente emocionada porque también se habían apuntado mi cuñada y mis sobrinos (¡me encanta el mogollón!), pues nada, uno de ellos se puso malo y aislaron a la que quedaba sana con la abuela, así que, al equipo tradicional se unió ella. Lo pasamos estupendo. La mesa era especial. El mantel es blanco con mucho estampado en plateado. Los bajoplatos eran plateados y elegí vajilla blanca. La idea era rescatar unos platos desparejados que tengo que eran del abuelo de mi contrario de una maravillosa porcelana francesa. El fallo, que sólo tengo 8 llanos, 6 hondos y 4 de postre, así que los puse salteados. Quedó muy bonita, algo... nordica?, quizás. De menú, pues el que los duendes siempre piden, sopa de cebolla, patatas a la importancia, entremeses y tonco de Navidad de naranja amarga que es el que me gusta a mí.

La celebración del roscón de Reyes con chocolate también fue más tranquila que otros años, con el aforo reducido. Puse mi mantel rojo con otro de papá Noel cruzado encima y los servicios salteados en blanco y rojo.

Y chin pón. Las fiestas pasaron más rápido de lo que me hubiera gustado, así que para consolarme he empezado a preparar las del año que viene, pero eso os lo cuento en la siguiente entrada.




Puente de diciembre de 2021

 Oye, pues que he tenido que pensarlo, ¿2020, 2021?, llevamos dos años que se confunden en mi cabeza.

Fuimos y volvimos de ver a mi Hada por acción de gracias y yo siempre me quedo con la idea de que abandonamos a los otros dos... tonterías supongo.

Empecé a darle vueltas al puente de la Constitución, este año se cumplían 13 de aquel otro..., a ver, muchas ganas de salir no tenía pero los chicos sí. La opción de ir a esquiar siempre les parece bien. 

Puse un correo a Amparo (reservas@edelweisscandanchu.com), no sabía si el hotel estaba abierto y qué disponibilidad tendrían. Como siempre, me lo pusieron fácil, así que el viernes día 3 de diciembre recogimos a los chicos a las 2 en el colegio y nos fuimos.

El viaje bien, la recogida del material de esquí, estupenda y el hotel y su gente, maravillosos como siempre.

Pues nada, listos para esquiar. El sábado amaneció con poca visibilidad pero subimos a esquiar y bien, aunque se nota que uno va cumpliendo años, que no estoy en forma y que llevaba dos años sin calzarme las botas.

Tuve miedo y esquiar con miedo no me merece la pena. 

El sábado por la noche empezó a nevar y la estampa el domingo por la mañana era esta que os muestro. Todo cerrado, imposible moverse, Sólo las pistas de principiantes de Pista Grande en Candachú estaban abiertas. Los chicos si esquiaron, yo me quedé en la cafetería.

El lunes se empeñaron en subir a Astún, pues nada, a Astún. Yo que vi el percal me quedé en un arrastre de los que usan los niños, y no tan niños que empiezan... Los chicos subieron más y lo disfrutaron.

El martes amaneció bien pero sabíamos que se nublaría. Hicimos unas bajadas estupendas hasta que empezó a llover a tope.

Cuando llegamos al hotel tenía hasta la ropa interior mojada.

Viendo que había previsión de nevadas fuertes decidimos recoger y volver a casa el mismo martes. Fue buena idea. Hasta pasar Jaca la carretera estaba muy mal, pero al día siguiente fue peor.

Fuimos, disfrutamos, volvimos y todo fue bien. 

Sinceramente, tengo mis dudas de que esta no haya sido mi última incursión en el mundo del esquí. Ya veremos.