Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 15 de mayo de 2023

Reparar

 Casi nada hoy en día se repara. Se tira y se cambia por algo nuevo. En general eso aplica para casi cualquier cosa que no sea un coche, una vivienda o un gran electrodoméstico (y en este último caso tengo mis dudas).

Tampoco se tiende a reparar las relaciones, las de amistad, las de compañerismo, las de pareja... Supone un esfuerzo, lo se, soy consciente de ello y a veces ese esfuerzo no merece la pena, o creemos que no la merece.

Yo sufro de apego enfermizo, es igual de irracional que lo contrario, pero estas son mis cosas. A mí me gustan mis cosas, me gusta que duren, me gusta verlas y disfrutarlas.

Cuando me iba a casar, en mi primera casa, mi madre y yo hicimos todas las cortinas. Todas de lino grueso de color blanco roto, unas con vainicas, otras sin..., de eso hace 24 años. 

Cuando cambiamos de casa hubo que adaptarlas a las nuevas ventanas y se pudo. Pero los años y el sol sobre todo, se comen los tejidos. Las de mi cuarto son las últimas que quedan, habíamos adaptado una caída del antiguo salón para completar el hueco de mi ventana. Se caen a trozos. Cada vez que las lavo sale un nuevo agujerito, o, a nada que las coges con fuerza, se rompen, y yo no quiero cambiarlas.

¿Poner parches es buena idea?, pues no lo se, pero de momento y para mis cortinas me vale. Yo encuentro que les dan carácter.




jueves, 27 de abril de 2023

Tempus fugit

 El tiempo vuela, a la velocidad de la luz.

Es una realidad, te comes el turrón y te empiezas a preparar para el verano. Todo es un corre corre, al menos para mí y creo que es por mi forma de entender, o más bien de no entender, la vida.

Ahora sigo madrugando, pero mis quehaceres son mucho más amables de lo que solían ser cuando "trabajaba", pero yo sigo corriendo y agobiándome. Y cuando me paro me angustio, porque me doy cuenta de como corre la vida, de como se pasa, de como voy caducando. 

No, no es una forma de hablar. No me gusta el efecto que el paso del tiempo tiene en mi, ni en mi físico ni en mi cabeza.

Me caigo, me descuelgo, todas mis chichas sufren el efecto de la gravedad y del paso de los años. Mi cabeza también, veo que la vida evoluciona mucho más deprisa de lo que ayer me gustaría. Ayer mismo, entré a una tienda de Zara y al ir a los probadores me daba la impresión de que entraba en un laboratorio cósmico..., no me gusta. 

Veis, en eso también se ve que me hago vieja, vieja sí, nada de eufemismos de "mayor", "madura" o "interesante", vieja y punto. Porque no termino de ver la ventaja de muchos de esos supuestos "avances" y mucho me temo que no van a parar por más que a mí no me gusten.

No quiero hacerme vieja, claro, que la otra opción es peor..., pero no quiero. Y mi cabeza se rebela contra un cuerpo que a veces no me responde de la manera ni con la rapidez que solía, pero del que no me puedo quejar, bueno, puedo pero no debo.

Yo me hago vieja y mis hijos mayores. ¿Estoy preparada para ser "la suegra"?, ¡ni de coña!. ¿Y como lo hago?, porque antes o después va a pasar y no quiero.

¿Si me meto a un convento de clausura superaré esta crisis?, no os riáis que me lo estoy planteando seriamente.

martes, 18 de abril de 2023

Él no quiere...

 He tenido que mirar la fecha de la última vez que publiqué en la etiqueta maldita, 15 de diciembre de 2018. Hace mucho tiempo, por suerte.

Y me cuesta, una barbaridad volver a escribir aquí, pero quiero hacerlo.

Mi Sol brilla con fuerza, con muchísima fuerza, mi miedo agazapado sale a la luz cada dos por tres, el pánico me paraliza como si estuviéramos hace catorce años, creo que nunca lo superaré y aunque hago avances, no se si realmente estoy aprendiendo a vivir con ello.

Me enrollo y no quiero. A lo que iba. Mi Sol brilla, en todos los aspectos de su vida, en el académico es más que posible que tenga una beca de excelencia para empezar su carrera, en el deportivo vive feliz en su equipo de baloncesto de toda la vida que está a tope este año y que en unos días jugará la gran final de un campeonato nacional. Él es, en Madrid, de los máximos anotadores de triples... vale, ya lo dejo. A nivel personal no puede ser más maravilloso, me da pudor decir que, con mucha frecuencia, sus profesores e incluso la dirección de su colegio nos felicitan por su saber estar.

Vale, ya he presumido bastante y no era esto lo que quería contar. Resulta que hace unos meses le propusieron participar en un evento para recaudar fondos para la "aceleradora de Uno entre Cien mil" para el Hospital de La Paz. Refunfuñando accedió, un par de fotos, unas palabras de ánimo para los que están en la lucha y ya. Pasó un mal rato.

La semana pasada, a cuenta de esa final que os mencionaba, no se como el periodista que hará la crónica lo relacionó con el tema de la aceleradora. Como aún es menor de edad (le quedan 12 días) nos llamó a nosotros. La idea era hacer un reportaje sobre superación y de cómo se puede llegar a una final deportiva y ser un buen estudiante. 

Mira que no suele quejarse, pero esta vez se negó en redondo, no quiere hablar del tema, no quiere ser protagonista por este tema, no quiere "recordar" cosas de las que no se acuerda pero de las que ahora es consciente de la gravedad. No quiere.

Y yo le entiendo, por un lado se que a algunos padres y a los que estén en la lucha les animaría pero, no quiero que pase un mal rato. No hay posible discusión en ese tema. Pero el chico es listo (¿os lo había dicho ya?) y se le ocurrió que podría hablar de su lesión de rodilla, que fue muy seria, y de cómo los meses de rehabilitación y el esfuerzo habían dado sus frutos. 

No sabemos en qué quedará la cosa, si se hará así o buscaran otra opción. 

De una u otra manera, el cáncer sigue condicionando su vida y mucho, en las cosas más absurdas. Por poner un ejemplo, tuvo que descartar salir a estudiar a EE.UU como su hermana porque, aún con beca deportiva y de estudios, NINGUNA compañía de seguros, NINGUNA, le aseguraba allí. Tampoco la que tenemos aquí y de la que no podemos salirnos ni cambiar, se hace cargo de nada en el extranjero salvo de traerle a España si fuese necesario (y posible). Esa es nuestra realidad.

Pero hay más. Prepara su viaje de Interrail para este verano, no os podéis hacer una idea de mi ansiedad y pánico con ese tema, pero hay que dejarle, tiene que ser así.

Y así seguimos...

jueves, 16 de marzo de 2023

Aniversario múltiple

 El 13 de marzo de 2008 empecé a regar este huerto, ese día se cumplían 15 años desde que la muerte me dio la primera bofetada seria. Este 13 de marzo de han cumplido 30 años desde que A se fue.

No me gusta el 13 de marzo, no puedo olvidar a A, ¿Cómo sería hoy a sus 80 años?. No tengo respuesta y las preguntas sin respuesta me ponen nerviosa.

El lunes fue un día regular. Digamos que tengo incidentes domésticos comunes que van camino de convertirse en considerables por la falta de profesionalidad de ciertos "reparadores". Voy a dejarlo ahí que me enciendo.

También tenía una cita por un inmueble que estoy llevando y, después de desplazarme hasta el lugar y llamar al interesado me dice que no va a ir y que "me llamó pero no contesté el teléfono". ¡Y una mierda me llamaste!.

Odio la falta de palabra, como podéis imaginar estoy encabronada frecuentemente por este tema.

Pero hubo cosas buenas, la mejor de las no relacionadas con mi familia, que es lo que de verdad importa es que tuve la sentencia del juicio contra mi antiguo empleador. GANÉ.

A pesar de que, para mí y para cualquiera que tuviera una media idea de lo que fue el caso era obvio que tenía que ganar, el abogado siempre me dice que las obviedades son de cada uno y es como el sentido común, que es el menos común de los sentidos.

Sigo esperando, imagino que no perderán la oportunidad de seguir dando por culo y recurrirán. Sólo puedo esperar. Ya os contaré.

Y aquí sigo, comiendo más de lo que debo pero moviéndome mucho más de lo que solía, eso es bueno. Este fin de semana celebramos San Pepe, San Padre y el cumpleaños de mi contrario. Loca estoy buscando una tarta de hojaldre, nata y fresas sin ningún otro ingrediente, mira que es difícil el amigo...

Y ya, que intentaré seguir por aquí porque me da la vida y que si a alguna os saco, aunque sea una sonrisilla de medio lado, yo me quedo feliz.

See you soon.

viernes, 17 de febrero de 2023

"La Colonia..."

 Dieciocho años sin ti, Pepa.

¿Sabéis eso de que las personas mayores siempre cuentan historias?, y ¿eso que a menudo piensan de que cualquier tiempo pasado fue mejor?. Pues mi Pepa cumplía ambos.

Mi Pepa siempre hablaba de "la colonia". Ella tenía poco más de quince años y aquello debía ser el paraíso. Casitas bajas o de una planta, todo nuevo, con gente conocida, un paraíso. Y ella se iba a bailar, y su padre se quedaba dormido sentado esperándola y ella llegaba tarde y se cuidaba muy mucho de hacer ruido. Se acostaba y cuando su padre se despertaba sobresaltado e iba a su cuarto la encontraba ya dormida y encima ella, con todo su morro, le echaba en cara que siempre estaba dormido "cuando ella  llegaba a su hora".

Tremenda mi abuela.

En la colonia conoció al que sería mi abuelo, ese gran desconocido para mi. Hablaba sin parar de la colonia y de que ella y sus tres hermanos tenían conejos, cuánto se acordarían durante la guerra de aquel pan duro que antes daban de comer a los conejos...

Había en la colonia un club social que era donde iban a bailar, ¿idílico, no?, todo gente conocida en un espacio seguro y controlado.

Todo eso era lo que yo, hasta la semana pasada, sabía de la colonia.

Operaron a mi madre, todo salió de la mejor manera posible pero las horas de quirófano se nos hicieron laaaaaargas. Allí, mi padre y yo, esperando que el cirujano llamara, intentando no pensar y charlando de todo un poco y de nada en concreto. Y le pregunté qué sabía él de la colonia y resultó que sabía mucho.

Esa colonia era la Colonia Popular Madrileña que se construyó a primeros de los años 30 del siglo pasado en la carretera de Andalucía y mi padre tenía el folleto oficial que es de donde salen las fotos de este post.

Tenía lo que cualquiera podría soñar, conducción de aguas, alcantarillado, pavimentación, arbolado y ¡luz eléctrica!. Había dos tipos de hoteles (casitas), los de tipo A "con siete metros de fachada y fondo y doce metros de medianerías, teniendo una superficie de noventa metros y cincuenta decímetros cuadrados", "quedando por el frente una zona de dos metros cincuenta centímetros por siete metros cincuenta centímetros, destinado a pequeño jardín". Debía ser ahí donde estaban los conejos. Aunque quizás estuvieran en el patio trasero que era de la misma medida, ¡ojalá pudiera preguntarle!. Los hoteles de tipo B eran muy parecidos, en ambos casos la casa tenía dos plantas.

Para su adquisición se pagaba una cuota fija que no podía superar las ochenta y cinco pesetas mensuales durante treinta años.

Allí vivía feliz mi abuela y allí conoció al que sería mi abuelo. Gracias a este folleto me enteré de que el padre de mi abuelo se llamaba Santiago y que era Sereno en la colonia, en la última foto que adjunto se le ve en la parte derecha, con su uniforme. Con su letra ilegible mi abuela escribió el nombre del que era su suegro, lo he recortado...

De allí salieron en guerra, sin nada, a su padre lo fusilaron y a su madre le dio un infarto al saberlo. Sus dos hermanos más pequeños estaban en el norte con alguien de la familia de mi abuela, sólo ella y su hermano Manolo supieron del hambre y la penuria de Madrid.

Al acabar la guerra fueron a los restos de lo que había sido su casa, según ella, la cocina debía haber sido un polvorín porque había restos de balas. Allí estaba aún esa tetera que yo guardo y uso con tanto amor. Fue lo único que de allí sacaron. Ella tenía 21 años, su hermano siguiente 19, no tenían papeles, no supieron como demostrar que aquello era suyo, todo lo perdieron, lo único que no pudieron quitarle a mi abuela fueron los recuerdos felices de aquellos días.

Pienso tanto en mis abuelos... Los que aún los tengáis, no desperdiciéis ni un segundo a su lado, son un tesoro.



viernes, 27 de enero de 2023

¿Shakira o Miley?

 El ser humano es como es, por mucho que lo intentemos no podemos dejar de ser pasionales, vengativos, rencorosos, soberbios, no podemos dejar de ser humanos.

Y nos manifestamos, cada uno con las herramientas que tenemos a mano. Es evidente que un enfado mío se quedará en tres gritos o tres semanas cabreada, sin que nadie, o muy poca gente, se entere. Es posible incluso que el destinatario de mi enfado ni se de por aludido.

Pero, ay amiga, cuando eres un personaje público, un gran artista en estos dos casos, capaces de convertir tu despecho en royalties, la cosa cambia.

Vivía yo feliz en mi ignorancia cuando, en una de las asiduas visitas a urgencias, en una pantalla sin sonido pero con subtítulos "me enteré" del huracán Shakira. Tuve que esperar a llegar a casa para oír su temazo. Porque sí, señores, a mi me parece un temazo. ¿Hubiera hecho yo algo así de haber tenido la opción?, no lo creo. Sus canciones anteriores, "Te felicito" y "Monotonía" ya deban pistas, y aunque musicalmente me gustan menos, creo que son más "elegantes". Entiendo que se cansó de ser elegante.

¿Hay que ser elegante para mandar a la mierda a quien te ha puesto los cuernos?, pues yo creo que sí y en cualquier caso "si un tipo como él" se lo merece, a la suegra yo la dejaría aparte. No te digo nada de la tercera en discordia, en este caso una niña a la que nadie conoce a nivel mundial y a la que has hecho mundialmente "famosilla". Está también el tema de los niños. Malo que todo haya ocurrido como ha ocurrido, malo porque el que tiró la piedra fue el otro y malo porque los pones en una situación donde pueden hacerles mil comentarios que no les van a beneficiar en absoluto.

En cuanto a Ferraris y Twingos, lo importante es que caminen y tengan gasolina. No me parece "cosificar" a la tercera en discordia, es una comparación que da juego en la canción, nada más.

Pues así estaba yo, oyendo en bucle la canción, que como os digo, me gusta, cuando llegó Miley y sus flores. Otro temazo, lo mires por donde lo mires. Mucho más sutil, pero dejando las cosas claritas. Es cierto, ella puede comprarse flores o ir a bailar pero, ¿no le haría más ilusión que alguien se las regalase?. Ojo, que entiendo todo el mensaje de autoafirmación y lo comparto, es una mujer fuerte que puede valerse por sí misma pero, ¿es que acaso quienes somos felices cuando alguien nos regala flores o nos lleva a bailar no nos valemos por nosotras mismas?. Yo creo que sí. Me gusta hablar con mi contrario, aunque sé que hay muchas cosas que no entiende de mi manera de pensar y que no comparte, pero, llámame rara, no me veo discutiendo con mi voz interior en una conversación conmigo misma. Y de la discrepancia se aprende y se evoluciona. Yo puedo amarme a mí misma, pero soy infinitamente más feliz regalando mi amor a otros.

Así que ahora escucho en bucle las dos. Confío en que ambas canciones les estén ayudando a sanar sus heridas y que salgan mucho más fuertes de todo esto y que no dejen de regalarnos canciones, de lo que sea.

domingo, 15 de enero de 2023

Navidad 2022

Intensa, demasiado intensa, así podría resumir mi Navidad de este año.

He visitado más médicos y hospitales que mercadillos navideños o belenes. Uf.

Después de que llegara mi Hada hicimos una escapada rápida con toda la familia de mi contrario a un sitio que os recomiendo; el Castillo de Grisel. Estupendo y muy diferente. Como os digo fue un visto y no visto, nos fuimos el 20 por la tarde y volvimos el 22 temprano porque yo a la una tenía colonoscopia con mi madre.

De sus múltiples revisiones salió que tiene un mucocele en el apéndice y que hay que operar, la colonoscopia era para ver si se puede hacer por laparoscopia, el próximo martes lo sabremos...

Pero como la vida no para llegó Nochebuena y yo, aunque agotada, sigo siendo muy feliz de preparar todo. Estrené el primero de los manteles navideños que compré en las rebajas del año pasado, puse una mesa preciosa y no me partí demasiado la cabeza con el menú, sopa de pescado con la receta de la abuela y lombarda con manzana, pasas y piñones a elegir (o no) de primero. De segundo cambié la pularda de otros años por secreto ibérico relleno de mango y piñones y lo hice al horno, salió rico. Hice por supuesto, compota de Navidad que a los abuelos les encanta. A la mesa, los de siempre, nosotros cinco y los santos padres, los míos.

Tener a mi hija en casa es otro rollo, salgo, voy de tiendas, veo pelis o series que al personal masculino no les interesa. Todo es bien.

El día 30 estaba haciendo la cena para el 31 cuando llamó mi madre. Mi padre había llamado que se había caído en El Corte Inglés y se lo llevaba el SAMUR al hospital. Había quedado con un amigo a desayunar, lo hace cada semana y ese día, no sé ni como, en las escaleras mecánicas él se desequilibró y arrastró a su amigo.

Corrí a recoger a mi madre y de ahí al hospital. Nos tranquilizó cuando llegamos y les vimos a los dos en sus sillas de ruedas, pero bien, al menos aparentemente. Mi padre tenía una herida abierta en la pierna y como está anticoagulado no paraba de sangrar, necesitó puntos. Pero además tenía un golpe fuerte en el costado. Su amigo no tenía herida pero sí golpes por todo el cuerpo.

La recuperación está siendo lenta y dolorosa, luego sigo con el tema.

Terminé la noche del 30 con la cena del 31. Este año éramos once a la mesa, nosotros cinco, los santos padres, la otra abuela de mis hijos (hasta ahí como siempre) y este año se unió la hermana de mi contrario y su familia. A mi me gusta el bochinche, y lo disfruto, y además fue la excusa perfecta para estrenar el otro mantel navideño de las rebajas del año pasado. Lo pasamos bien. El menú, el de siempre, sopa de cebolla, patatas a la importancia (teníamos dos vegetarianos a la mesa y eso venía bien a todo el mundo), y de postre, el tronco de Navidad lo compré, no me quedaba fuerza...

Este año mis dos duendes mayores salieron, mi Hada a una fiesta y mi Sol a casa de un amigo, así que me acosté a las 3 y a las 6:30 llamó mi hijo para que fuera a buscarle (se fue sin abrigo, indocumentado y sin abono transpoerte...) de la vuelta recogimos a mi Hada.

Volví a la cama a las 8 hasta las 12...

Ahí se acaba mi trabajo de cocina. El día 5 hice mi tradicional merienda de roscón con chocolate para 16, el trabajo es mínimo, calentar el chocolate, poner la mesa y comprar los roscones y de eso, este año se encargó mi contrario.

El día de Reyes es el cumpleaños de mi madre y comimos en su casa. Ellos estaban agotados, además mi madre lleva constipada desde antes del puente de diciembre y empezó con tos y bronq
uitis.

Así que el día 7 volvimos a urgencias y más médicos a curas de la pierna de mi padre y revisiones de mi madre y este jueves más de lo mismo, a urgencias otra vez por orden del médico de cabecera.

Van despacito pero van mejor y yo tengo que aprender a relativizar o esto me va a pasar factura, de mi contractura ya si eso, hablamos otro día.

Ayer se fue mi Hada, cada día la echo más de menos.