Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

jueves, 27 de febrero de 2014

Situaciones QTLC: Ni pido ni doy


Este es un post con mal humor y lo siento. Tengo mal carácter y aunque intento disimularlo hay veces en que, si al “sartenazo” le unes otros asuntos ya no puedo.
A ver, ¿en algún momento he pedido yo opinión o pautas para educar, vestir, hablar o compartir con mis hijos?

Yo diría que no.
Entonces, ¿qué puede inducir a ciertas personas a suponer que lo quiero?, NADA.
Podría decir que este post es un suma y sigue a aquel otro de “Lo que tienes que hacer”, pero es que en estos días la situación me sobrepasa.
Mi Hada tiene tendencias preadolescentes, esto es un comportamiento errático y peleón que se manifiesta (o lo intenta) básicamente en la manera de vestir y adolece (por eso hablo de “adolescencia”) del más básico sentido común o normas de comportamiento simples. ¿Cómo que qué normas?, las mías, las nuestras, las de casa.
Mis duendes no llevan uniforme, eso atenta “contra la libertad del individuo” según el ideario de su colegio. Vale, es opinable pero es un hecho. Yo creo que a vestir, como a comer, a comportarse o a leer y sumar se aprende. En nuestro país se lee de derecha a izquierda y en otros al revés así que yo quiero que mi hija aprenda unas pautas de vestir que, si la hacen destacar, sea por bien (según mi, nuestro, criterio) y no por ir hecha un adefesio. En eso el colegio no ayuda, en él la libertad de criterio del individuo prima, y los niños se fijan siempre en el ejemplo más estrambótico. A mi plin, mientras los “individuos” sean otros.
Ahí es donde entran “los que creen que necesito su opinión” ¡y me pillo cada rebote!. Que si los niños manifiestan así su personalidad, que si no es importante y es una etapa, que si sus hijos eligen toda su ropa y como combinarla. No os digo lo que opino yo cuando les veo, ni os lo digo ni se lo digo a ellos, no es asunto mío.
Señores, yo educo, enseño, instruyo a mis hijos en la manera que creo que debo hacerlo para que a ellos les sea lo más provechoso posible y estoy dispuesta a asumir las consecuencias igual que el resto asumirá el resultado de sus criterios educativos con su prole, ni necesito, ni quiero, ni me importa cuál sea su opinión respecto de mis métodos.
¿Queda claro?
Lo siento gente, febrero se acaba y en un par de días dejaré de ser el Increíble Hulk.

lunes, 24 de febrero de 2014

¡Mardito eletrodometico!!!! (póngase la voz del gato Jinx para leerlo)

Otra vez, ya están otra vez mis electrodomésticos amarándome el final del mes de Febrero, otra vez apurando las rebaja, otra vez.
El lunes pasado me levanté un poco antes del lo que lo hago habitualmente para poner la secadora. Es el electrodoméstico que en casa de mis padres me parecía más inútil del mundo, pero claro, yo no tengo una azotea para tender, en mi casa no se seca nada.
El caso es que era la anciana de la casa, con 14 años era el electrodoméstico más viejo. Lo dicho, antes siquiera de vestirme la puse en marcha. A los 10 minutos empezó a pitar como loca, tenía todas las luces encendidas, aquello parecía una discoteca.
Revisé el filtro, el depósito de condensación, todo, y la volví a poner en marcha, no había pasado un minuto cuando empezó a pitar de nuevo.
La última vez que se estropeó ya el técnico me dijo que no merecía la pena seguir reparándola, así que decidí que era el momento.
En vez de tomar café, me metí en internet a ver qué había de rebajas y lo decidí, una Electrolux con clasificación energética A y 7 kilos de carga. Pues ea, al salir del curro a por ella.
Pues nada, al final me colocaron una Siemens que es "infinitamente mejor y me va a durar mucho más y voy a ahorrar un 25% de energía en cada secado".
Pues venga, esa misma.
¡¡¡¡¡Tengo un cabreo!!!!!, os he dicho que eso fue el lunes pasado, ¡¡¡y aún no tengo secadora en casa!!!, tengo tendederos en mitad del salón, ropa en todos los radiadores y encima mis duendes que me dicen que las toallas están tiesas...
Pues eso, esa es mi última compra de rebajas, a ver si me llega antes de que empiecen las siguientes rebajas....

viernes, 21 de febrero de 2014

Un amor incondicional es un amor verdadero

De nuevo Daniel Rosas me pide que publique en el Reino de la Mermelada su escrito, es un honor para mí hacerlo. Ahí va...

Un amor incondicional es un amor verdadero
A estas alturas de nuestra relación, a veces suelo pensar que ya no me quieres, que quizás en algún momento estuviste locamente enamorada, pero que hoy día tus sentimientos hacia mi ya no son los mismos, ese amor incondicional que me expresabas día a día, se ha ido desvaneciendo como el agua entre tus manos.

No lo se, quizá me equivoque, tal vez solo sea esta situación tan complicada por la que atraviesan nuestras vidas, quizás todas esas imagenes de amor que te hice y te seguiré haciendo te hagan apreciar el amor verdadero que siempre te he expresado, las noches de desvelo que esperando tu saludo me he pasado, y la necesidad imperiosa de sentirme amado.

Mi amor es incondicional y verdadero, porque te lo demuestro a diario, se que tienes problemas y yo también los tengo, pero siempre hago un hueco en mi corazón para dejar la amargura y el mal humor a un lado, y hacer lo que sea necesario para verte sonreír una vez más. A caso es eso tan difícil, ¿por qué no puedes tu hacer lo mismo?

martes, 11 de febrero de 2014

El sartenazo

No encuentro palabra mejor para definir mi estado actual, me siento como si me hubieran dado un sartenazo, peor aún, como si llevase la sartén pegada a la cabeza.
Estoy cansina y boba, sin ganas de nada, me cuesta moverme, me cuesta pensar, las ideas se evaporan de mi cabeza antes de llegar a formalizarse como tales.
Llevo una temporada renqueando, físicamente me refiero.
Os conté de mis anginas, pero no os dije que fue mi Sol el que empezó, y ahí le seguí yo, a él la fiebre le duró escasas 24 horas y a mí cuatro días.
Me fui volando cual Peter Pan a Londres y volví, justo para que el viernes 31 que los niños no tenían cole, mi duende Sol volviera a levantarse con febrícula. Le llevé al pediatra, no le veía nada, le hizo un cultivo de garganta para ver si tenía Streptococo de nuevo y fue negativo, pasó 48 horas regular y ya, él ya, yo no, a las 48 horas de empezar él con fiebre empecé yo, lo mío fue una gripe en toda regla, como hacía más de 5 años que no tenía, no os olvidéis que hasta este año tooooodos en casa teníamos que vacunarnos de gripe, como este año no era imprescindible no lo hice y me equivoqué. Pasé 4 días hecha una auténtica basura, con tiritona, dolor de todo, la cabeza fatal... y sólo un día me quedé en casa sin ir a currar.
Podéis decirlo, soy imbécil.
No valgo para estar en casa, sobre todo, moralmente no puedo, no puedo quedarme en la cama por la mañana si luego tengo que salir a la calle a buscar a los niños y a la compra u otros menesteres.
Desde el viernes estoy mucho mejor, al menos físicamente, la cabeza ya es otra cosa.
Vuelvo a ese estado donde veo que mi vida profesional me hunde, me arrastra al fango y a la vez me siento incapaz de mandarlo todo a la mierda de una patada.
Seamos serios, con mi jornada reducida NADIE me pagaría lo que hoy por hoy cobro, y eso me hace sentir aún peor, me vendo, que cada uno le ponga el nombre que quiera a eso.
Pero es que hay días en que suena el despertador y veo delante de mí una montaña más alta que el Everest y no veo como subirla, ni como bajarla y como volverla a subir al día siguiente.
Me canso.
Voy a tener que coger la sartén esa que os digo que noto pegada a mi cabeza y hacer algo con ella, aunque sea jugar al tenis.

domingo, 2 de febrero de 2014

Five o'clock tea

Bueno, pues la verdad es que empieza a ser costumbre, y las buenas costumbres hay que mantenerlas. Llegó el momento de mi escapada de fin de semana a Londres.
El viernes 24 despegamos de Barajas a las 5 de la tarde, sin los nervios del año pasado con todos los aeropuertos de Londres cerrados por la intensa nevada.
Volamos a London City Airport, que es genial, pequeño y manejable. Este año éramos más, mi Hada se unió a la otra abuela y a mami en la aventura, acabó agotada pero contenta.
Llegamos sin retraso, perocomo el tráfico del viernes en Londres es como el de cualquier ciudad europea atinamos a llegar a Harrods justo en el momento que cerraban.
Dimos un paseo, la tarde era muy agradable y entramos a cenar en un italiano que hay entre Harrods y el hotel.
Nos acostamos pronto y madrugamos mucho. Después de un copioso English Breakfast salimos hacia Picadilly Circus para recorrer toda Oxford Street hasta Mable Arch.
El plan era de compras, como siempre, para comprar poco, también como siempre. Mi objetivo es siempre doble, GAP por un lado, me encantan las sudaderas de colores para los chicos y Marks & Spencer donde arraso con medias y braguitas (modelo high leg, para ser más precisa).
Yendo con mi hada la visita a Hamley's es obligada, la verdad es que merece la pena la enorme tienda de 5 plantas toda llena de juguetes.
Me encantó el conjunto de figuras de Lego, a tamaño real, de la boda del príncipe Willian y Kate.
Allí también piqué, compré un par de Angry birds de peluche grandísimos para mi Garbanzo, basurillas de la serie amarilla, que aquí son más difíciles de encontrar, puzles, en 3D del Big Ben y tradicional con el skyline de Londres, además de peluches de Pepa Pig y otros varios.
Me he olvidado que antes de Hamleys pasamos por Antropologie. No sé bien como definir la tienda, aparte de "diferente", y "preciosa" lo más concreto que se puede decir de ella es que es "variada". Allí compré tiradores para los armarios de los baños, muy distintos unos de otros. La mayoría los eligió mi Hada, en azul, por supuesto, que ella no es nada de "rosa". A mí me encantaron estos, que simulan un reloj antiguo.
Pues eso, que cargué con sudaderas verdes, azules y amarillas, camisetas de rayas blancas y azúles, pantalones amarillos y plumas sin mangas en naranja butano.
En la sección de lingerie de M&S tampoco se me dio mal, ya tengo ropa interior para una temporada larga.
Paseando, ya después de comer, hacia Marble Arch entré en una tienda de Pandora, ¡con lo que yo he criticado Pandora y ahora caigo!, pero es que me apetecía completar mis charms británicos con algo típico de allí, me compré el Big Ben.
Llegamos a Marble Arch y para volver a Knightsbridge cogimos un autobús turístico, súper divertido, que nos dejó en la puerta de Harrods.
Quería renovar la carcasa de mi teléfono móvil en su tienda de regalos y no pude, ya no hacen para el iPhone4, vaya rollo, pero sí compré una para el Sansung Galaxi de mi amiga María. Mi hada se compró dos monederos y yo cogí un estuche de 3 cremalleras como para llevar documentación de viaje.
Volvimos un segundo al hotel a descansar. La otra abuela de mis hijos había vuelto a comprar entradas para ver Billy Elliot, empeñada en que no hija no se la perdiera. Os la vuelvo a recomendar, sin duda.
Acabó a las 10:30, de vuelta al hotel paramos a tomar algo ligero de cena.
El domingo amaneció un típico día londinense, gris, feo, frio y lluvioso.
Salimos pronto del hotel a coger el autobús turístico de nuevo, hicimos varias paradas, paseamos bajo la lluvia en Notting Hill y paramos a hacer fotos a la casa donde vivía el creador de Peter Pan, mi personaje de ficción favorito.
Comimos un sándwich y salimos para el aeropuerto. Después de un vuelo estupendo y sin retraso aterrizamos en Madrid a las 9 de la noche.
Misión cumplida, fuimos, lo pasamos genial y volvimos, ahora a planear la escapada del próximo año.