Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

viernes, 21 de enero de 2022

Puente de diciembre de 2021

 Oye, pues que he tenido que pensarlo, ¿2020, 2021?, llevamos dos años que se confunden en mi cabeza.

Fuimos y volvimos de ver a mi Hada por acción de gracias y yo siempre me quedo con la idea de que abandonamos a los otros dos... tonterías supongo.

Empecé a darle vueltas al puente de la Constitución, este año se cumplían 13 de aquel otro..., a ver, muchas ganas de salir no tenía pero los chicos sí. La opción de ir a esquiar siempre les parece bien. 

Puse un correo a Amparo (reservas@edelweisscandanchu.com), no sabía si el hotel estaba abierto y qué disponibilidad tendrían. Como siempre, me lo pusieron fácil, así que el viernes día 3 de diciembre recogimos a los chicos a las 2 en el colegio y nos fuimos.

El viaje bien, la recogida del material de esquí, estupenda y el hotel y su gente, maravillosos como siempre.

Pues nada, listos para esquiar. El sábado amaneció con poca visibilidad pero subimos a esquiar y bien, aunque se nota que uno va cumpliendo años, que no estoy en forma y que llevaba dos años sin calzarme las botas.

Tuve miedo y esquiar con miedo no me merece la pena. 

El sábado por la noche empezó a nevar y la estampa el domingo por la mañana era esta que os muestro. Todo cerrado, imposible moverse, Sólo las pistas de principiantes de Pista Grande en Candachú estaban abiertas. Los chicos si esquiaron, yo me quedé en la cafetería.

El lunes se empeñaron en subir a Astún, pues nada, a Astún. Yo que vi el percal me quedé en un arrastre de los que usan los niños, y no tan niños que empiezan... Los chicos subieron más y lo disfrutaron.

El martes amaneció bien pero sabíamos que se nublaría. Hicimos unas bajadas estupendas hasta que empezó a llover a tope.

Cuando llegamos al hotel tenía hasta la ropa interior mojada.

Viendo que había previsión de nevadas fuertes decidimos recoger y volver a casa el mismo martes. Fue buena idea. Hasta pasar Jaca la carretera estaba muy mal, pero al día siguiente fue peor.

Fuimos, disfrutamos, volvimos y todo fue bien. 

Sinceramente, tengo mis dudas de que esta no haya sido mi última incursión en el mundo del esquí. Ya veremos.


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