Bueno, hace mucho que no os actualizo la etiqueta mas odiosa de este blog: "Leucemia", pero este es el momento.
No cuento mucho del tema porque intento interiorizar mis miedos, hacer como que no están, no comentarlos, pero lo cierto es que el protocolo sigue.
En Octubre fuimos a ver a la oncóloga con mi Sol, todo estaba en orden así que quedamos en que las analíticas, las de oncología, las de endocrinología y nefrología las haríamos en Diciembre, coincidiendo con el quinto aniversario del diagnóstico. El 16 de diciembre lunes fue el día, los resultados estarían el 31 de diciembre. Ahora han establecido un sistema por el que se pueden consultar on line en Unilab, muy cómodo. El martes verifiqué que el hemograma básico estaba bien...
También había que hacer una eco de riñón y eso fue el día 20, todo en orden.
Nos dimos tregua en vacaciones, sobre todo porque los especialistas tampoco tenían citas disponibles, así que el día 8 fue el día de la vuelta al cole en todos los sentidos, también el médico.
Todo está estupendo, el niño está grande, grande y guapo, guapo, y lo más importante sano a día de hoy (esa coletilla me mata).
Una vez disponibles los informes del resto de especialistas, el día 16 teníamos cita con la oncóloga. Es mágico, te dan la cita y dejas de dormir, de respirar, te duele al alma, a ti, al padre de la criatura y a todo el mundo, él tampoco duerme, está nervioso, no alcanza a saber todo, pero es más grande y de tonto no tiene un pelo, estas visitas a un medico al que no va ninguno de sus amigos no son normales...
Pues eso, el jueves tocaba visita. Me levanté fatal, después de haber pasado la noche con él sin pegar ojo, es de esos día en que me levanto y sólo querría buscar un rincón, sentarme y llorar, pues de esos (espero que nunca tengáis que saber lo que es). Mi contrario iba muy esperanzado, convencido de que nos iban a dar el alta de oncología. Yo no.
Pues eso, el niño está estupendo y así debe seguir, y para asegurarnos de que así siga no nos dan el alta hasta los 5 años, pero 5 años de finalización del tratamiento. Nos faltan dos, tendremos seguimientos semestrales.
Yo me quedé contenta, si todos deberíamos hacernos un chequeo anual veo más que lógico que él se haga dos, pero para mi marido fue un jarro de agua fría, salió destrozado.
Mi Sol no dijo nada, pero, como le conozco como si le hubiera parido (aunque me lo sacaron por la barriga) sé que no le gusta. Se cuestiona todo, piensa y aunque no se acuerda de cuando estuvo hospitalizado sí sabe que se quedó calvo y hace un par de meses me preguntó abiertamente si lo que él había tenido era cáncer. No pude mentirle.
A él no le gusta, sus amigos no han tenido cáncer, pero el abuelo sí, y se murió, la tía de su amigo también y se murió, "mamá ¿el cáncer hace que te mueras?", esa fue su pregunta y, antes de que la sangre dejase de circular por mis venas, atiné a decir; a ver ¿tú te has muerto?, pues no. Pero claro, lo siguiente que le tienes que decir es que unas veces te mueres y otras no, porque el abuelo se murió...
No os imagináis lo difícil que es, y espero que no tengáis que saberlo nunca.
Así que bueno, tenemos seis meses más de tregua, hasta las vacaciones del cole, así lo cuadraremos, con vacaciones para que no pierda clase y mientras a seguir confiando en que siga siendo un niño feliz y sano.
9 comentarios:
Feliz y sano para siempre, no lo dudes mami guapa!!
MUACKKKKKK!
Tiene que ser muy difícil, solo puedo desearte ánimo, paciencia y pa'lante.
Un beso!
Venga Lou, sabes que puedes, ¡Es tu Sol!
Mira, mi hijo tiene una enfermedad crónica, grave, pero con tratamiento no tiene ningún problema. Y como si dejamos de darle vueltas a la cabeza no somos nosotras, hace ya muuuucho tiempo que me acecha otra idea: tanto pensar en el niño, tanto pensar en el niño; ¡A la niña puede pasarle cualquier cosa en cualquier momento! Aparte de que parece que él, por tener esa enfermedad, va a estar libre de cualquier otra cosa. Y a Dios rezo todas las noches porque así sea. Con los dos.
Besos, y ánimo.
Lou, me alegra que todo haya salido bien. Un abrazote
Una actualización así, mola mucho. Me alegro que todo esté genial. Y las revisiones vienen genial, aunque vengan acompañadas por todos esos sentimientos, es inevitable. De todas formas, contestar esas preguntas tampoco puedes evitarlo, y lo bueno es contestarlas de esa forma. ¿No crees? Besazos.
Bufff Lou, cuando hablas de esto a mí también se me hiele la sangre...tengo tres niños pequeños, nunca olvido que nadie esta libre, que podríamos ser cualquiera y cuando se trata de nuestros hijos...no hay palabras. Me alegro infinito de que todo siga hacia adelante, la recuperación es un hecho y dile a tu contrario que se anime, bien visto le quedan cuatro revisiones para el alta definitiva!!! Un besito. Sara,
Lo importante es que todo vaya bien y que le revisen las veces que sean necesarias para ver que todo sigue en orden. Que sigamos leyendo buenas noticias! besos
me alegro un montón Lou
ánimo y mente positiva
un beso
Hola Lou!! Llego aquí desde el blog de Carola y se me ha partido un poco el alma con esta entrada.
Yo no tengo hijos pero a mi chico le acaban de diagnosticar un linfoma y es muy duro, durisimo. Me siento muy identificada con lo que cuentas. Yo cuando tenemos que ir a por algun resultado también tengo que tragarme la lagrimas porque no quiero que él me vea mal pero a veces querria esconderme y llorar hasta secarme (y a veces lo hago).
No dudo que cuando la persona que está malita es un hijo tiene que ser aun peor... Responder a esas preguntas. Ay.
Pero quedate con lo bueno. Que está bien hoy y eso es lo que cuenta.
Te sigo para ir enterandome de más cositas de Sol pero espero que todo siga igual de bien que ahora.
Un abrazo muy fuerte!!
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