Estamos de vuelta en casa y mi rubio amor se encuentra fenomenal, la caída aún no da señales de aparecer y él está contento, activo y feliz.
Esta mañana le miraba, corriendo sin parar de un lado a otro, derrapando en su correpasillos que le queda enano y riendo a carcajadas y me ha venido a la cabeza cómo era mi rubio amor antes de que en el mes de mayo yo mpezara a notarle raro y era justo así, un trasto, sin parar un momento, sin cansarse, durmiendo poco..., espero que vuelva a ser así, ahora y los próximos 90 años (por lo menos).
2 comentarios:
Que bonito leer que vuelve a ser el mismo. Ojala estos días en casa sean de estress de movimiento y ataques de no no y no.....asi es como deberia ser y asi es como sera los proximos noventa años...
Mil besos.
Qué bien lo describes, hasta me parece oírle reír... Pues eso, que sean muchos más de noventa, aunque nosotras no lo veamos. Muchos besos.
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