Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

martes, 13 de enero de 2009

Tu tetera


Este año todo ha sido diferente Pepa, todo difícil, todo duro.
Por mucho que mi cabeza sólo tiene un objetivo principal, divaga hacia lo banal, o no tan banal.
LAs tradiciones eran muy importantes para tí, y te empeñabas en mantenerlas, por más que a veces eso fuese motivo de pequeñas riñas familiares, ya sabes que a no todos nos vienen bien según qué cosas.
A tu casa había que ir el día 5 de Enero por la tarde, a comer roscón con chocolate y a recoger los regalos de Reyes, perfectamente colocados sobre la cama grande. No había excusa que valiera, el que no iba a comer roscón se quedaba sin Reyes...
Y ella siempre estaba allí, tu tetera de aluminio con el asa de madera verde. La debiste comprar según terminó la guerra, si es que no fue la única cosa que lograste salvar de tu vida anterior. En todo caso esa tetera tiene al menos 68 años. La mantenías brillante, pulida, maravillosa, y en ella preparabas el chocolate, o, en los últimos años calentabas la leche para hacer Paladín.
Cuando te fuiste yo me la quedé, tu tetera, mi tetera, la mantengo tan pulida como tú, y sólo la utilizo una vez al año, antes de Reyes, para hacer el chocolate que acompaña el roscón.
En estos tiempos que corren, adapto el dia al festivo anterior a la noche de Reyes, para a todos les sea más fácil poder venir, y no me enfado si alguien no viene, las cosas son como son.
La verdad es que hago mil intríngulis para poder utilizarla, el aluminio no se puede usar en vitrocerámicas, así que tengo que usar un difusor y tarda bastante más en calentarse. Pero todo da igual, en cuanto la planto en la mesa (sí, a la mesa la llevo) es como si te sentases con nosotros a comer chocolate, y todo el mundo lo sabe y todos sonríen al ver tu tetera y el chocolate sabe más rico y el roscón más jugoso y todo es mejor.
El año que viene la volveré a sacar, dos veces, para recuperar este año perdido.
Te quiero Pepa.

1 comentario:

Lamardestrellas dijo...

Qué bella tradición, Lou, cuánto me ha gustado leerte... Ten por seguro que esta tetera aguantará por lo menos otro medio siglo, y que en el futuro serán tus hijos los que harán mil malabarismos para lograr calentar el chocolate en ella. Sí, a veces los objetos tienen alma.