Parezco Triki, el monstruo de las galletas que hacía reir a los niños cuando yo era chica (a mis hijos les encanta también ahora, aunque quizás esté un poco demodé).
Esta mañana me he levantado con energía, quiero aprovechar la mañana con mis otras dos fieras antes de volver al hospital con el rubio amor de mi vida.
Juan sin miedo va a cumplir nueve meses, ya es todo un mayor, y el pediatra me dijo que podía empezar con el gluten, así, que le he acercado una galleta, a ver qué opinaba del asunto.
Me he reido la mar, porque le gustaba, aunque claro, si los trozos que partía con esos dos pequeños dientes de ratón eran demasiado grandes tosía un poco atragantado, pero enseguida quería más y más.
Ha sido una pequeña toma de contacto, pero se ve que Juan y las galletas recorrerán un largo camino juntos.
2 comentarios:
me asombra tu capacidad de ser madre..es dificil de expresar pero pasar por un momento duro, cuando tu bebé está enfermito, tu hija ya con preguntas ve que su hermano sigue enfermo en el hospital, y tú eres capaz de darle su momento mágico de la primera galleta a tu tercer retoño..TE ADMIRO.
¡Ay, madre! ¡Ya toma galletas! Pero qué mayor... no deja de asombrarme lo rápido que el tiempo se apodera de nuestros días...
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