Hemos pasado la mañana en el hospital, esperando que viniera el estomatólogo y la doctora de planta.El diagnóstico es inconcreto, gastritis, acidosis metabólica..., de origen desconocido. Las pruebas y análisis que le han hecho no arrojan luz alguna.
Nos han dado hora para el 2 de Septiembre para empezar con pruebas.
Si va evolucionando bien, podremos irnos a la playa el fin de semana que viene, siempre con el informe del alta en la maleta y con idea clara de cual es el hospital más cercano, por si acaso el episodio se repite.
Ahora viene lo complicado, que coma, que no vomite y que no se bañe. Es complicado porque yo no me puedo multiplicar. Los otros dos quieren agua y a este no puedo torturarle viendo a sus hermanos y no pudiendo remojarse, y así durante 15 días. Tendré que agudizar el ingenio.
Y ahora, dejo la que espero sea la última foto en un hospital en los próximos 150 años, papá y Pepón leyendo un cuento.
Fin
1 comentario:
¡Por fin! El príncipe rubio vuelve a casa... y sin dolores, que es lo más importante. Qué ganas tenía de leer esa entrada...
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