Comida familar

Como ya dije, este año pienso resarcirme un poquito de la tormenta del año pasado. He vuelto a hacer todo lo que solía. Entre Nochebuena y Nochevieja, aprovechando el fin de semana para que a todo el mundo le sea más fácil venir, organicé una comida familiar.
Este año tocó cocido, por varias razones, primero porque nos gusta a todos y segunda, porque poniendo dos ollas con kilo y medio de garbanzos da para come un buen puñado de gente. Yo contaba hasta con 18, pero luego, con bebés pequeños, catarros y demás, nos quedamos en 12.
Mi hada pintó un precioso plato de cocido y lo pegamos en la puerta, para que nadie se fuera a equivocar de casa.
Comimos requete bien y pusimos en tupper para regalar parte del cocido que sobró, nos reservamos una parte para hacer ropa vieja y disfrutar otro día.