
Qué susto, qué desazón, menos mal que soy de decisiones rápidas...
Ayer revolvía entre las cajas de galletas variadas de mi despensa, no exagero si digo que debo tener de ocho clases distintas, y en eso estaba cuando apareció: una caja de turrón duro del año pasado.
Ansiosa inspeccioné el paquete buscando la fecha de caducidad, la consigna era clara, consumir antes de enero de 2010.
Dicho y hecho, la empecé a eso de las cuatro de la tarde de ayer y hoy a la hora de comer ya no quedaba ni resto de almendra. Menos mal, por un momento temí que pudiera caducar.
¡Arriba el michelín!
4 comentarios:
Jajajaja, ¿no te daba tiempo en nochebuena-navidad?
El turrón sabe mejor fuera de su época, aunque ya estemos en ella, para casi todo el mundo.
un beso Lou!!
:D ¡Eres la mejor!
ay qué ver!!!! mira que tenerlo un año y sin haberlo probado!!! besos navideños-
Jajaja, lo que hubiera hecho cualquiera....jejeje
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