El sábado pasado nos fuimos de boda. Lo disfruté cantidad, dejamos a los peques con la abuela y nos dispusimos a pasarlo bien, yo desde luego estaba decidida.
Se casaba un buen amigo mío, con el que he crecido, desde siempre, con el que he compartido excursiones, cumpleaños, alegrías y penas.
Me gustó verle feliz, me encantó ver a esos amigos "de toda la vida" a los que hacía tiempo que no veía.
La verdad es que volvimos relativamente pronto, Juan sin miedo se había despertado a las 7:30 y yo empiezo a convertirme en calabaza a las 12.
Está mal que yo lo diga, pero iba yo la mar de mona, con mi vestido de Zara "divino de la muerte" y esos taconazos que te hacen sentir especial.
A los novios sólo les deseo lo mejor, de corazón. El matrimonio no es un camino fácil, al menos yo lo veo así, pero es gratificante ver que se puede hacer camino de la mano de otro.
2 comentarios:
me encanta ver la parte romántica de las bodas...detrás hay una historia, una convivencia (casi siempre), dudas, peleas y amor...y una boda previa (también casi siempre)...yo voy de boda el mes que viene...y tengo unas ganas...porque es en ibiza, y nos vamos 4 días sin niños por primera vez en 4 años....ya pondre un post con mi vestido (eso sí ya utilizado en 1 boda anterior)¡¡¡Por cierto me lo compré en Rusia, y es poco usual..pero me encanta. Bisous.
Jo, Lou, mira que ponerte tacones... ¡ABUSONA!
Publicar un comentario