Hoy era el día.
Dos meses después de conseguir nuestras entradas, cuando ya no quedaban ni más abajo ni más centradas, llegó el momento.
Mi hija llevaba disfrutándolo desde entonces. Compramos cuatro entradas. La idea era que pudiera invitar a su súper amiga Ani. Hemos ido a recogerla a su casa antes de comer.
A pesar del día de perros que ha hecho, pensamos que lo más fácil era comer cerca del palacio de los deportes, así no se nos hacía tarde. Dicho y hecho, hemos comido los ricos manjares que a todas las princesas les gustan, croquetas, patatas fritas y helado de chocolate.
La cafetería donde hemos comido estaba hasta arriba de princesas en miniatura, con sus sufridas mamás y papás.
A las cuatro ha llegado el momento esperado. Deciros que el espectáculo es estupendo, dinámico, alegre, profesional, vamos, que me ha gustado mucho.
Y digo "me", aunque mi hada y su amiga han disfrutado como locas, yo me he colocado la cara de tonta y la sonrisa de oreja a oreja según ha empezado y aún me dura la ilusión. He cantado cada canción, he bailado en la silla y me he puesto morada de gominolas.
1 comentario:
¡yo las vi en Tenerife!!!! y gratis, y en primera fila, jajaja.
Fue cuando hacía las prácticas del máster, en el recurso para mujeres maltratadas, el ayuntamiento dio unas entradas para las que tenían niñ@s y como sobraban, la coordinadora me invitó (y así, de paso, "las controlaba" (si, fue por eso, aunque no me lo dijeran claramente)).
Y me pareció precioso, eso si, los precios de las cosas, excesivos!!
un beso Lou!!!
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