Y llegamos a la playa.
La verdad es que el tiempo los dos primeros días no acompañó nada, hacía más bien fresco y llovía, luego mejoró.
Mi contrario se volvió a casa porque tenía que trabajar, así que allí nos quedamos, los santos padres (los míos) y yo, con las tres fieras.
Ellos lo han disfrutado un montón, la playa y sobre todo la piscina, en la que se encuentran más seguros.
Yo no he parado de currar, lavadoras, plancha, compras, comidas, había días que según se acostaban ellos a las 10:30, nos lavabamos los dientes y nos acostábamos nosotros también.
Por todo eso y por el miedo atroz que he pasado a que a mi sol le subiera la fiebre mi cabeza ha empezado a derrapar otra vez, he visto claro que no puedo dejar la medicación de "loca".
Hoy estamos de vuelta, mañana nos toca hospi, vamos a ver qué tal la analítica, aparentemente él está estupendo, un poquito ronco, pero fenomenal, a ver qué nos deparan los resultados.
2 comentarios:
te hubiera gustado leer mientras te daba la brisa del mar?. irte a comer por ahi sin ruido?. irte a cenar superarreglada y tomarte una buena copita de vino....y levantarte al dia siguientea las 11h?... ¡¡qué aburrimiento!!
Descansar es ver esta foto inmensa y preciosa que has colgado.
Mil besos
Buf, M., a mí, qué quieres que te diga, me has puesto los dientes largos con esa descripción del aburrimiento... :)
Lou, no derrapas, mi niña, caminas un paso detrás de otro, sin prisa pero sin pausa, y todo se andará...
Mil besos a las tres fieras y a sus santos abuelos.
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