Problema: mi hada no quiere dormir sola.
Posibles soluciones:
* Tener una nueva hermanita, que es lo que ella pide.
* Comprar una litera de 3 para poder dormir con sus dos hermanos.
Huelga decir que, por rapidez, economía y sentido común la segunda de las soluciones parece la adecuada.
El viernes pasado se durmió enfadadísima una vez más haciéndonos prometer que el sábado sin falta iríamos a por la litera.
Mi contrario es extraordinariamente generoso, “sí cariño, lo que tú quieras”, “por supuesto cariño, mañana mismo VAS y la compras”, “claro, claro, que la traigan y la monten, no vas currar tú”, lo que no dijo es “claro cariño, mañana IREMOS a por ella”.
Me levanté temprano el sábado con idea de dejar la comida preparada antes de irnos a IKEA a por la bendita litera. Tuve que recurrir a achucharle a su hija en plan zalamero para que consintiese en venir con nosotros.
A las 12 menos cuarto intentábamos coger la carretera de Burgos completamente atascada. Yo me hacía la sueca (por ir poniéndome en situación) mientras mi contrario gruñía sin parar.
Por un momento temí que pudiera tener razón y que el atasco fuese culpa del centro comercial en cuestión, se relajó cuando vio que el origen no era otro que un camión averiado y los 4 coches patrulla que lo custodiaban.
Aparcamos sin problemas y nos fuimos directamente a las camas. Allí estaba, perfectamente montada la litera Tromso, que es la que yo quería, junto con la cama auxiliar del mismo nombre para meter debajo.
Apunté las referencias y su situación en el autoservicio y dejé a mi familia allí mientras volvía a la sección de colchones a elegir.
Cuando ya me decidí por unos de látex, la amable señorita me informó que ayer lunes empezaba una oferta en colchones y que el 20% del valor de los mismos me lo darían en una tarjeta regalo.
Echando cuentas, la broma me salía 108 euros más barata así que allí dejamos todo y nos fuimos.
Ayer, al salir del cole los niños empezó la excursión, ya sin mi contrario que estaba trabajando. El santo padre (el mío), los niños y yo nos fuimos otra vez al IKEA. Mis churrumbeles iban caballeros en un carro de esos planos y el abuelo empujaba otro con las tres cajas de las camas y los tres colchones.
Bueno, pues al llegar a la caja nos dicen que sí, que efectivamente hay una promoción en colchones, pero que la tarjeta regalo que me corresponde se activa al día siguiente, es decir hoy. ¡Tócame las narices!.
Ale, coge los colchones, cárgalos en el coche y deja allí las cajas grandes. Vuelta a casa no sin antes pasar por la tienda sueca a comprar gominolas suecas….
Así que parece cierto eso de que a la tercera va la vencida. Hoy ha sido el abuelo el que a las 10 de la mañana estaba haciendo el sueco en IKEA, se ha vuelto a cargar los 3 paquetones en un carro plano y los ha pagado aprovechando la tarjeta regalo. Ahora sólo falta que lo traigan todo mañana y que él encuentre un hueco para desarmar la cama de mi hada y montar la nueva, ya veis, si es que es lo que tiene hacer caso a los hijos.
¿Lo peor?, pues que pienso que esto de dormir con sus hermanos le va a durar a mi hada preadolescente tres telediarios, si llega y luego tendré que comerme la litera con patatas, eso sí, serán patatas a la sueca.
2 comentarios:
¡¡Qué madraza Lou!! y que abuelazo, también. Una suerte la de tus duendes.
Ya nos contarás qué tal el montaje de las literas.
Besosssssss
Estoy con tu Hada...dormir sola es un rollo!!!!
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