Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 24 de enero de 2011

Reflexiones sobre la mermelada


Una y mil veces he dicho que abrí mi blog por pura envidia, pero en pocos días era tan parte de mí como la punta de mi nariz, esa que a veces miro sin poder ir más allá.
La prisa es una parte importante de mi carácter, la impaciencia, las carreras, y todo eso va a menudo acompañado por la irreflexión, al menos por una irreflexión consciente que, en muchas ocasiones pienso que se traduce en una reflexión inconsciente.
En fin, que es una suerte que mi cerebro funcione aunque yo no me de cuenta.
Ahora he llegado a saber por qué elegí, rápidamente, el nombre de “Mermelada de amor” para mi blog. Yo quería una cosa dulce, y el amor lo es, o no. La vida es dulce o amarga, por etapas y momentos, pero no deja de ser como la mermelada, que engancha, por lo menos a mí.
Os contaré en otra entrada dónde he estado el fin de semana y dejaré para esta la reflexión a la que he llegado.
Era la hora del desayuno. Lo peor del mundo cuando viajas son esos maravillosos desayunos de hotel en los que empiezas a comer y no sabes cuando parar.
En la mesa de los panes, pasteles y dulces había un enorme cuenco de mermelada de naranja amarga, ¡la mermelada más increíble del mundo!. Ahí lo supe.
Adoro la mermelada de naranja amarga, tiene ese punto de azúcar y ese regusto amargo al que no soy capaz de resistirme. Así es la vida, como la mermelada de naranja amarga, para mí, la más sorprendente y siempre soy capaz de encontrar el punto dulce, por más que a veces el amargor lo cubra todo.
No cambiaré el nombre de mi blog, pero ahora sé que debería llamarse “Mermelada de naranja amarga".

5 comentarios:

Duna dijo...

Es un buen símil comparar la vida con la mermelada de naranja amarga, me gusta, me gusta ;)

Nuria dijo...

A mí siempre me encantó el nombre de tu blog, me pareció muy apropiado por todo el amor que irradias hacia tus duendes y en general, hacia los demás; ahora el razonamiento que has hecho hoy me parece muy acertado.
Un besito

P.S.: esperamos con impaciencia esa crónica de tu fin de semana

Anónimo dijo...

Golosa!!a C, le encantan las mermeladas y la de naranja amarga de sus preferidas, a mi menos, solo la de albaricoque y fresa, prefiero un buen bizcocho alto y casero para mojar:-)
El nombre de tu blog me gusta, no lo cambies por naranja amargaa, jajaja.
Besotesss

missi dijo...

qué entrada tan preciosa.

missi dijo...

cambié de cuenta google!!! soy la petarda de siempre :-)