
Hoy era día de hospi, pero eso lo contaré después. El caso es que hoy sí me he acercado y al volver he vuelto a conectarme. A través de la emisión en directo del rescate he seguido la evolución de los mineros de Atacama. En la oficina tenía que hacer esfuerzos porque las lágrimas no me delatasen.
A veces la fe, si no mueve montañas, por lo menos las agujerea para dejar entrar la suz y salir la esperanza.
2 comentarios:
La fe mueve montañas, de eso no tengo duda. Besos Lou
Siempre, siempre hay que dejar un lugar a la esperanza, y sin duda esta noticia lo refleja. Un beso
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