La he buscado y no la encuentro. Con ayuda de un espejo he revisado hasta los lugares más recónditos de mi piel buscando mi fecha de caducidad, tiene que estar por algún sitio y debe ser cercana.
Yo me encuentro bien, bien como todos, unos días me duele la cabeza y otros estoy más cansada, lo normal, a todos nos duele (o nos molesta) algo.
Pero mis análisis dicen otra cosa.
En estos días me tocaban revisiones variadas, la primera la de la empresa y la segunda la revisión anual del ginecólogo.
El médico de mi empresa me llamó ayer. Me comentó que tenía neutropenia (como mi sol) y que me conviene ir al cardiólogo, el electro que me hicieron señala que es posible que tenga arritmias o taquicardias.
Ya con esto era más que suficiente para encender mi piloto de alerta, pero es que además, esta mañana me ha llamado mi ginecólogo. La revisión de “bajillos” como él lo llama y de “lolas” que dirían en Argentina están estupendas, pero la analítica dice que tengo las transaminasas disparadas y el colesterol alto, ¡yo, que me alimento de lechuga!.
Estoy caducando, definitivamente.
2 comentarios:
Ánimos mujer, el estres y todo por lo que has pasado no es poco, pero en nada cuando tu sol se ponga bueno, bueno, tú renacerás estupenda. Ya lo verás, y si eres un yogurth, estoy segura que eres de esos con frutas, que son bien ricos.
Cuídate Lou, probablemente el estrés esté detrás de todos tus males, del colesterol, de las transaminasas...
No busques la fecha de caducidad, algunos yogures no la traen, será un defecto de serie.
Besotes
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