Ya os conté, aquel aciago día en que buscaba unas alpargatas y terminé comprándome un abrigo que no había podido donar sangre.
No cumplí mi propósito de volver antes de irme de vacaciones. Con mis duendes en casa las horas sólo duran 50 minutos.
A mi vuelta, aproveché los tres días que estuve sola en casa para volver a donar sangre. No pude. No me dejaron.
Al cuestionario que siempre hay que rellenar le sigue una charla con el médico y un control rutinario de azúcar y tensión, fue ahí donde me suspendieron.
Suelo tener la tensión baja, pero cuando me la tomaron estaba en 8 de máxima y 5 de mínima. Me preguntaron si estaba mareada, pero yo me encontraba bien, suele pasarme, a no ser que mi tensión alta no llegue a 7 ni siquiera me entero.
Otra vez mi gozo en un pozo.
Pero como soy terca hoy me he tomado la revancha, he visto una unidad móvil de donación cerca de la oficina y allá que me he ido, la tensión mejor, 10,5 – 6, así que ahora soy medio litro menos de sangre más feliz.
Al que creo que le dolerá la cabeza es al enfermero que me ha pinchado. Se ha atrevido a reconocerme que no es donante de médula, la bronca que le ha caído ha sido monumental, espero que se lo replantee.
3 comentarios:
Vaya Lou, lo tuyo sí es mérito y perserverancia.
En cuanto a tu charla con el enfermero... hoy precisamente, después de leer el otro día tu entrada sobre donación de médula, busqué información sobre donantes de médula y yo, que no puedo donar sangre por varios motivos, supongo que no podré donar médula ósea, pero no te mentiré, lo que leí me asustó, aunque sólo pensándolo desde el punto de vista egoísta, que muchas veces nos sale,sin embargo, pensándolo un poco más detenidamente, realmente es algo para estar muy orgulloso el haber sido donante o al menos estar en la lista de donantes de médula.
Besossss
Jeje, si, ell@s son l@s primeros que deberían dar ejemplo.
Por cierto, me acordé de ti, no sé si fue ayer o anteayer que hablaron en la cadena ser de los casos como el tuyo, en que un niño enferma y su madre o padre no tiene derecho a cogerse una baja para eso, sino que tiene que alegar depresión o algo por el estilo; ¿quieren hacer una ley, no? ojalá, porque la verdad es que es necesario y la cosa como está ahora es injusta para tod@s, pero sobre todo para l@s niñ@s que tienen que pasar por eso.
un beso!!
Enorabuena Lou, eres un ejemplo, y esta noche veré lo de donante de médula, hay que perder el miedo.
Un abrazo
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