En casa de la otra abuela de mis hijos hay dos árboles, dos ciruelos, o dos prunos, no sé bien. El caso es que uno da ciruelas amarillas dulces, de las que los pájaros dan buena cuenta, y el otro ciruelas moradas más ácidas.
El sábado a mis duendes les dio por hacer recolección de ciruelas. Llenaron un cesto entero. ¿Qué haremos con tanta ciruela?, pregunté yo. Pues, pues, pues, haremos mermelada.
Ahí está mi receta:
Ingredientes:
*ciruelas, lavadas y deshuesadas.
*Azucar
*Fructosa.
El original dice que se ponga tanto peso de fruta como de azucar, a mí me parece que sale demasiado dulce, así que pongo la mitad del peso de la fruta de azucar y un cuarto de fructosa.
Elaboración:
Poner todos los ingredientes en un cazo o cacerola, de culo fuerte, que no se pegue. Añadir un poco de agua, sin llegar a cubrir, si es necesario ya se irá añadiendo más tarde.
Se pone a cocer a fuego bastante lento y se va mociento y aplastando la fruta con una paleta de madera. Yo tardé más o menos una hora en tener la textura que me gusta.
Al hervir, la piel de la ciruela va despegándose y es fácil de quitar, pero se puede dejar igualmente.
Se pone en un recipiente de cristal y se deja enfriar antes de guardar en la nevera.
Yo creo que está riquísima.
1 comentario:
Mermelada de amor, ¿no? :)
Me la apunto para cuando tenga ciruelos jejeje
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