Era nuestra asignatura pendiente, unos días de relax para nosotros solitos, descansando y disfrutando. Aprovechando la diferencia horaria con las islas arreglé la reserva y el hotel con menos de 36 horas para nuestro inicio de vacaciones.
Me habían hablado muy bien de este sitio, está todo muy pensado para que los niños disfruten a tope. Hay una piscina maravillosa en la que a los papás nos llega el agua a la rodilla pero llena de toboganes y juegos, ¡hasta un barco pirata hay!. También piensan en los papás, y, para cuando acuestan a las fieras, hay unas comodísimas camas balinesas a la salida de las suites...
Lo hemos pasado fenomenal, nosotros hemos descansado, todo lo que se puede descansar con tres niños, y ellos lo han pasado en grande.
Por supuesto hemos tenido que cuidarnos muchísimo del sol a causa de la medicación de mi sol y yo no podía parar de sufrir y disfrutar al mismo tiempo viéndoles bajar por los toboganes y pensando, "por favor, por favor que no se de un golpe en el port-a".
Para muestra un botón.
2 comentarios:
¡Qué envidia me das! Yo quiero bajarme por ese grandísimo tobogáaaaaaan. Me alegra ver que disfrutasteis.
suena envidiable...me mueropor la brisa marina, el agua templada y tobogán enorme.
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