Todo lo hicimos mal Pepa. Siempre nos pediste que llegada tu hora te dejásemos morir tranquila en tu casa, en tu cama. No fue así. Estabas mal y te llevamos al hospital, estuviste allí 4 semanas, y no saliste...
En la última semana, la sedación que te administraban par paliar tu doreres intensos en las piernas te hicieron caer en un estado de semi inconsciencia, sólo abrías los ojos, pero no veías...
Dos días antes de irte, los médicos te retiraron un poco la sedación para intentar que reaccionases. Nos hicieron salir de cuarto. Sólo te oímos decir "Federico, Federico", salieron los médicos a preguntar quien era Federico. Nunca nos hablaste de un "Federico", nadie que nosotros conocieramos en tu vida se llamó así, pero esas fueron tus últimas palabras.
¿Quién era Federico, un antiguo amor, algún amigo de la infancia...?.
En estos días pienso mucho en la muerte.
Te quiero
2 comentarios:
Ya no importa, ella está ahora bien y estoy segura de que, desde allá, cuida de tu rubio amor y te envía las fuerzas que te sostienen en pie y aguantando las lágrimas. Yo tengo otros dos viejitos muy especiales allí arriba, les pediré con toda mi alma que también os sostengan.
Es bonito´imaginar quien pudo ser Federico...Mi niña la abuela, el abuelo Sergio y los que por ahí andan ya tranquilos cuidan de tu pequeño rubio y de tí.Lo sé.
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