Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

jueves, 17 de octubre de 2024

Gijón... 33 años después

 Los años pasan sin apenas darnos cuenta. Sólo tomamos consciencia de ello a través de referencias y a veces se nos hace imposible creer que haya pasado tanto tiempo.

 

En esta entrada os conté que durante diez años mi familia me "castigó" a ir a Asturias cada verano. Juré que no volvería en temporada de verano, para mí, de mayo a octubre es territorio prohibido. Pero las reglas están para incumplirlas. No sé bien la razón pero a finales de agosto empecé a pensar en todos los años que hacía que no iba a Gijón y me apetecía tanto... 

La opción era aprovechar la primera semana de septiembre que mi garbanzo estaba de viaje de estudios y mi sol aún no había empezado la uni, así que decidimos, mi contrario y yo, que nos íbamos de miércoles a sábado. Viaje relámpago. La idea, ninguna, caminar y caminar y caminar por todas y cada una de las calles de una ciudad de la que recordaba muchas cosas que posiblemente ya no estuvieran. Así fue. Llegamos y soltamos la maleta en el hotel, el elegido no fue mi primera opción pero el Príncipe de Asturias estaba completo y lo cambiamos por un NH estupendo al final del muro de San Lorenzo. Salimos a caminar, llegamos a saludar a la estatua de Don Pelayo y seguimos. Me sorprendió ver que lo que yo recordaba como un pedrero detrás del muelle deportivo es ahora una playa. Está preciosa, además, es una playa bastante cerrada por lo que el peligro de San Lorenzo queda lejos, y seguimos caminando, sin rumbo. 

Llegó la hora de tomar una sidrina, ¿Y que hora es esa?, cualquiera, cualquier hora es buena. Fuimos a la plaza mayor, a una sidrería donde tomamos una tapa de queso y sidra, suficiente como cena y vuelta a caminar.

Para mí la calle Ezcurdia siempre es la referencia, allí, en el 90, en un edificio que derribaron, vivía una familia que es más familia que amigos, quería verlos.

El jueves después de desayunar cumplí otro de mis objetivos, ir a la playa de La Ñora. Era mi playa favorita, es recogida y en el centro hay una "isla" a la que, cuando la marea está baja, se llega caminando. Está muy cambiada, ya no se puede bajar con el coche hasta abajo, ahora, lo que antes era un parking, es una zona de servicios de emergencia. El chiringuito donde comíamos sigue estando...

De ahí salimos a Tazones, paseamos por el pueblo, sin otro objetivo que disfrutar. Al rato decidimos ir a Candás. Yo quería ir a la iglesia. Al llegar, la tromba de agua era tal que no pudimos bajar del coche.

Volvimos a Gijón a comer y después, más paseo. A la vuelta, ya tarde, quedé con esa familia que quería ver y fue estupendo. El viernes mi objetivo era visitar a "la lloca", así la llaman, en realidad es "la madre del emigrante". El paseo es precioso y está mucho más arreglado que como yo lo recordaba, hacía fresco y estaba nublado, fueron 5 km de paseo, a la bajada mi contrario se quedó en el hotel porque tenía una videoconferencia y yo vi mi oportunidad de quitarme los zapatos y caminar por la playa. Así lo hice, me mojé los pies... y la cabeza porque llovía, pero qué feliz fui.

De vuelta a caminar y más sidra para comer, un ratito de descanso y visita al cabo Peñas. Mi padre solía llevarnos, le encanta. Yo quería ir a Salinas, yo creo que Salinas es la playa favorita de mi padre, supongo que le recuerda cuando de niño hacía pellas y se iban a la playa. La encontré preciosa.

Y vuelta a Gijón, más paseo, té caliente cerca de la playa y a dormir. El sábado volvimos, no sin antes pasarnos por una confitería y comprar de todo.

Estos han sido mis 4 días de vacaciones (el veraneo ya os lo conté) y me han encantado. Todo lo he encontrado muy diferente pero precioso, lo único que no cambia es el clima, nos llovió cada día, bueno, cuando no vas con idea de ir a la playa da un poco igual.

Me puse a pensar, el último verano que pasé allí fue el del 91... ¡33 años!, ¡cómo no voy a encontrar todo cambiado!. Luego volví en el puente de diciembre de año 99, pero apenas paramos en Gijón, sólo para ver la universidad Laboral, pero estuvimos más por Oviedo y alrededores. ¿Pasarán otros 33 años sin ir?, espero que no, eso sí, me mantengo en que en verano a mí, por allí, que no me busquen.

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Voy a pasarmelo bien

 El verano acaba. El tiempo cada vez va más deprisa. He estado en la playa, más de tres semanas, veraneo, que no vacaciones..., bueno, en la playa al fin y al cabo.

He leído, si os digo que no leía desde el verano pasado no os estaría mintiendo, pero es que en casa siempre tengo algo que hacer, aunque sea perder el tiempo como una idiota con Instagram, debería hacérmelo mirar.

Estaba recién llegada a la Costa Brava cuando el domingo 4 de agosto bajé a Sant Feliu de Guixols, al mercado con mi Hada. ¡Zas!, los carteles en todas las farolas anunciando los artistas para el Festival de la Porta Ferrada y en ellos... Hombres G. 

Oye, que me dio un subidón que no veas. Llevaba tiempo intentando ir a verlos en directo. Es verdad que en Madrid es relativamente fácil pero, por unas cosas u otras no lo había conseguido y esta vez, no iba a dejarlo pasar. La cita era para el día 14. Pregunté a mi familia a ver quien se apuntaba, a mi hija el plan le pareció bien, a los chicos mejor ni os digo lo que les pareció y mi contrario no lo tenía claro, pero al final dijo que sí. El mismo día saqué las entradas, sentada que a mis acompañantes no les hacía gracia verse rodeados de "chicas cocodrilo".

Llegó el día y a las 4 de la tarde estaba lloviendo lo más grande, es que ni os lo imagináis. Pero no suspendieron. Vimos que la opción de aparcar estaba muy complicada así que mi Sol nos hizo de taxista. El público era de lo más variado, aunque la mayoría estábamos entre los cuarenta y muchos y los sesenta y pocos, algunos con hijos, como yo y todos dispuestos a pasarlo bien. No defraudaron, y es que no hay que hacer música sesudísima, con que las canciones sean divertidas ya es bastante. Me las canté todas y me bailé unas pocas, eso sí, ensopada, porque empezó a llover. Primero fue poquito, pero al final, la cortina de agua no perdonaba. La organización repartía ponchos de lluvia, yo pillé uno, mi Hada llevaba un chubasquero y mi contrario aguantó estoicamente. De verdad que lo disfruté muchísimo, me acordaba de los años 86, 87 y 88, cuando me escapaba a la radio a verlos o a los conciertos en el Parque de Atracciones de Madrid que grababan y luego usaban en sus películas. Me encantó que alguien viniera conmigo pero esto era un "I can buy myself flowers" y hubiera ido, sola, si hubiera sido necesario.Voy haciendo avances

Os dejo la foto, me he marcado con un círculo, esa soy yo, una chica cocodrilo empapada y pasándolo bien. Tengo que repetir.

viernes, 2 de agosto de 2024

Mis regalos de compleaños (I can buy myself flowers)

 Pues sí, aquí estoy con mis 52 recién cumplidos, sintiéndome vieja pero un poquito más sabia y pasota cada día, el camino será largo.

Pues eso, que llega mi cumpleaños y todo el mundo se empeña en preguntarme qué quiero, pues si preguntan, yo contesto.

A mi contrario y a mis hijos sólo les pido una cosa, que cuando pido algo no me ignoren y no me contesten "ya voy" para no ir. Sólo durante un mes, con estas reglas, si pido algo pongo un temporizador y si en 5 minutos no lo han hecho o han respondido "ya voy" sin ir, el plazo de un mes vuelve a empezar. Por supuesto me mandaron a la mierda y me dijeron que no. Otro "regalo" que llevo pidiendo 20 años es una segunda residencia en la playa. Vale, podéis llamarme pija, elitista y lo que queráis, pero mi realidad es esta, con esfuerzo y ayuda económica (de mi contrario) podría plantearme que comprásemos algo pequeñito en algún sitio que nos guste a todos. Mi contrario "no ve la necesidad", total, mis padres ya tienen un apartamento en Benidorm, al que él por supuesto ha decidido hace años que no va porque no le gusta Benidorm y su familia ya tiene una casa en la Costa Brava a la que sí vamos "porque a todos nos gusta". Claro que me gusta esa casa, pero no es "mi casa", las cosas no se hacen como a mi me gustaría y ademas tengo que compartir mis vacaciones con la otra abuela de mis hijos, que para eso es "su casa", los tíos y primos de mis hijos. Y así llevamos 32 veranos...¡32! todos menos aquel que os conté que fuimos a Zahara de los Atunes a un apartamento que alquilé. Que alquilé yo porque ya me puse borde, yo busqué, yo reservé, yo pagué, yo me encargaba de todo, yo...

Vale que podría alquilar cada año pero es carísimo, además que hay que hacerlo con mucho tiempo (en enero) y en esas fechas yo no se los planes de nadie. Como os digo, mi contrario "no ve la necesidad", así que yo me acoplo y paso mis vacaciones lo mejor que puedo.

Así que como no iba a ser ni una cosa ni la otra me regalaron lo que les dio la gana, un par de botellas de vino (excepcionales eso sí) y un libro. Pues muy bien...

Y ahí viene el "I can buy myself flowers", todo lo que "necesito" o "me apetece" y que puedo comprarme yo, no tengo necesidad de pedirlo, sobre todo si lo quiero en fecha y forma, podría pedir una sombrilla de playa y seguramente la tendría... allá por el mes de noviembre cuando alguno se acordase. A mí eso no me vale. Así que me apliqué lo dicho, siempre llevo una pulsera de Pandora que tengo hace al menos 18 años y se me rompió hace mes y medio. Les dije que me la podían regalar, pero claro, no se acordaron..., a la mierda, me fui y me la compré y de paso un vestido negro que no necesito pero que me apeteció y unos zuecos cómodos. Que vamos, que seguro que si se los pido igual en dos años se acuerdan y alguien me los regala.... 


Pues ya no, habrá que aplicarse ese otro refrán que dice "si buscas una mano amiga siempre dispuesta a ayudarte, no dudes de que la encontrarás al final de tu brazo.

Pues eso, I can buy myself flowers...



Rebajas de verano 2024

 

 ¡Ay, cómo hemos cambiado! que decía la canción. A ver, que he cambiado mucho, pero no tanto como para abandonar uno de mis deportes favoritos, las rebajas. Lo que cambia es que ahora no voy físicamente el primer día, bueno, ni el segundo ni el tercero, si paso, paso y sino, pues da igual.

Pero sí que preparo con tiempo mi wishlist, así, en cuanto abren la app, disparo a matar. Como siempre, nada me hace falta y lo que es peor, encuentro pocas tallas que me sirvan..., pero por probar que no quede. Como objetivo llevaba una chaqueta básica negra tipo blazer de esas que te pones con todo y para todo, necesitaba sustituir una que me costó baratísina en Stradivarius hace al menos 4 años pero que está llena de bolitas. Pedí varias en Zara, de diferentes tallas y patronajes, pero me quedé con esta que os enseño que es muy básica y que era la que, dentro de la composición, lleva más porcentaje de lana. Pero claro, hay que compensar ese negro y vi esta chaqueta tipo Chanel de tejido tweed en blanco con hilos plateados que también cayó en mi cesta, de esa mi hada dice que parece que le ha vomitado un unicornio encima...

Tengo tres faldas satinadas desde hace varios años que me arreglan un roto y un descosido, así que vi esta de color azul cuya composición es 100% viscosa (punto fundamental evitar el poliéster que luego se pega y queda horrible) que también pedí y que estrené según llegó para ir al concierto de Luis Miguel. Porque sí amigas, las entradas habían sido regalo de Reyes y es mi amor platónico desde que recuerdo, pero ese es otro tema.

Ya que brujuleaba por la web y por aquello de ahorrarme los gastos de envío metí este cinturón de nueva colección que me parece ideal.

También aprovecho en rebajas para reponer básicos de mi Sol, de mi Garbanzo paso porque cosa que compro, cosa que va de vuelta porque nada le gusta y mi Hada es muy autosuficiente como para comprar con profesionalidad.

Pues eso, las cosas de mi Sol. A él le encantan los pantalones "cargo" así que le cogí dos, kaki y camell y también unos chinos de algodón básicos que le valen para cuando se pone la blazer marino. Me pidió también una camisa de lino que no fuese blanca así que fue esta otra.

Y ya, ya, que no es poco. He hecho otras compras que no son propiamente de rebajas, de hecho, no son de rebajas, pero os las dejo para empezar esa nueva etiqueta de la que os hablé, "I can buy myself flowers".

Siempre que escribo una de estas entradas pienso en Mónika...




martes, 23 de julio de 2024

Mujer refranera, mujer puñetera

 Hay algo peor que la inacción por falta de ideas y es la inacción por exceso de ellas. Cuando hay montones de cosas rondando por la cabeza y no consigues decidirte por ninguna a la inacción se le une el cabreo por inutilidad para decidir.

Así estoy yo. Quería empezar una nueva etiqueta, la primera opción fue esta, hablaros de los refranes que a mí más que ayudan en mi día a día, pero hay otras dos opciones que me hacen ruido en la cabeza, una de ellas es "I can buy myself flowers" y la otra es "Menopausia traicionera". Voy a dejar estas para un poco más adelante que sino, me lío.

No estoy mejor pero sí algo más tranquila. En un abrir y cerrar de ojos a mi padre le dieron hora para quitarse la vesícula de un jueves para el lunes siguiente. De verdad que no puedo estar más sorprendida y agradecida por lo bien que salió todo, lo pasó bastante peor con cualquiera de las dos pancreatitis que con la intervención. En esa noche de hospital con él fue cuando empecé a pensar en lo refranera que soy, en eso he salido a mi abuelo materno. Creo que hay refranes para cada una de las situaciones que se nos presentan en la vida y en ese momento me dí cuenta de que uno de los que yo más empleo es "más vale media mierda, que mierda entera". A mi me vale para casi todo. Que tengo muchas cosas que hacer y voy agobiada porque no llego a todo, pues me lo repito, es cierto, más vale hacer lo que sea aunque no sea todo que no hacer nada. Vale para la plancha, la cocina, cualquier tarea... ¡incluso para las compañías!, siempre es mejor aguantar a la mitad de gilipollas que al gilipollerismo al completo.

Otro de mis refranes de cabecera es "allá donde fueras, haz lo que vieras", pero en este caso lo aplico directamente al comportamiento de las personas para conmigo. Soy idiota, lo digo por si en todos estos años aún no os habíais dado cuenta, toda mi vida es un intento continuo y constante por agradar a los demás, hacer lo que creo que es mejor para todos, poniendo las necesidades y gustos de los demás por delante de los míos. Ahora ya no, aún me cuesta mucho pero voy haciendo pequeños avances (cuando no me parecen suficientes me aplico el refrán anterior). Ahora espero, observo y recapitulo cómo se ha portado cualquier individuo conmigo a lo largo de los años y actúo en consecuencia. No lo hago por maldad o revancha, os lo aseguro, es pura supervivencia. Hay gente muy cercana cuyo egoísmo es palpable en todas y cada una de sus acciones, siempre se ponen ellos por delante... ¡y yo lo permitía!, ahora ya no. Si quiero hacer algo, invito, pero no me uno al plan de otro si no es mi primera opción y el otro no lo merece. Estoy en prácticas con esto pero veo la evolución.

Tengo muchos otros, pero estos son sin duda los que más me ayudan y cuando estoy a punto del colapso siempre me aplico eso de "... y salga el sol por Antequera".

Se acerca mi cumpleaños y este año no tendré regalos me temo, pero eso os lo cuento en la próxima a ver si así me obligo.

miércoles, 3 de julio de 2024

Las últimas veces


 Será que me encuentro tontorrona pero creo que mi vida está llena de últimas veces. Esto no para, mi día a día va cada vez más deprisa y no puedo pararlo. ¡Como es posible que estemos en el mes de julio!. No se quién pero alguien me roba los días.

Sigo tirando, como puedo, a veces mal y a veces peor, tengo morriña de los "viejos" tiempos, en los que mis hijos eran pequeños, mis padres más jóvenes y a mi se me ponían pocas cosas por delante. Mi realidad ahora es bien distinta y hay cosas que me lo recuerdan, constantemente.

Como os imaginaréis mi garbanzo (que ya es un tiarrón enorme) acabó primero de bachillerato. Este año ya sólo le llevaba a él por las mañanas y le recogía algunas tardes, en las que no tenía entrenamientos. Bueno, lo que yo he podido quejarme de los atascos de los viernes a las 4 de la tarde. El recorrido que normalmente me lleva entre 10 y 15 minutos podía alargarse hasta los 40. Pues ahí estaba yo el 14 de junio pasado, parada en el coche, esperándole y me di cuenta de que ... era mi último viernes de recogida..., para siempre. Me dio un bajón que no os imagináis.

Desde el año 2006 he ido cada día a recoger a mis hijos al colegio, esa etapa se acaba. Se acaban también poco a poco los planes familiares conjuntos. No me malinterpretéis, entiendo que es lo normal, mi Hada en la chimbamba la mayor parte del año, mi Sol abducido por los estudios (parece que lo de llegar a ser ingeniero no es fácil) y ahora mi Garbanzo a punto de terminar su etapa escolar. Cada uno con sus planes y sus horarios, es difícil que todos nos pongamos de acuerdo. Mi Sol sigue de exámenes y cuando acabe se irá unos días con los amigos, para cuando queramos ir todos juntos de vacaciones enseguida llega el 20 de agosto que es cuando mi Hada se tendrá que ir de nuevo.

Sin contar que yo ando con mis padres..., parece que operarán a mi padre en breve, prefiero no pensarlo. Me da miedo que se queden solos. Sé que es una tontería, a ver, en el mes de mayo se fueron ellos solos a la playa y estuvieron estupendamente pero es que cada día que pasa para ellos supone como un mes, ¿habrá sido esa escapada de mayo su "ultima escapada ellos solos"?, pues no lo se.

Voy a acabar siendo positiva. ¡Me he podido dar mi primer baño en el mar!. Escapada rápida de tres días el fin de semana pasado, lástima que el tiempo no acompañó.

La única "ultima vez" que no quiero que llegue es la de escribir por aquí.

la foto es de esa última vez esperando a mis hijos en el colegio...

miércoles, 5 de junio de 2024

Superada

 Superada por la vida

Superada por la incertidumbre

Superada por las preocupaciones

Superada por el dolor físico y mental

Superada...

Hace años había unas tiras "cómicas" de una autora argentina, Maitena Burundarena que a mi me parecían puras reflexiones. En alguna ocasión os conté que dos de sus tiras cuelgan en las paredes de mi vestidor, pero sus libros también tienen lugar en mi librería (decir biblioteca suena pretencioso). No puedo más. Y lo jodido del caso es que, pueda o no pueda, tengo que seguir adelante, no hay más opción.

La salud de mis padres se resiente, ahora es mi padre, con dos ingresos en menos de un mes, el que me quita más el sueño. Pancreatitis aguda..., dos veces, no bebe, no fuma, su dieta es más que estricta pero..., el viernes le harán más pruebas y quizás decidan quitarle la vesícula. Pero las pruebas ya en sí conllevan mucho riesgo por la anestesia, él tiene arritmias y otros problemas cardíacos no severos, pero tiene 82 años, son muchos años.

Mi madre también tiene muchos achaques, así que intento que esté el menor tiempo posible en el hospital así que las noches las hago yo, llego al hospital hacia las 9 de la tarde y luego me voy por la mañana dependiendo de si alguien puede hacerme un relevo, sino, me quedo hasta las 3 que llega mi madre. Mis amigas más cercanas me dicen que es mi culpa no pedir ayuda, pero es que no debería tener que pedir ayuda, la ayuda se da, no se pide.

Y así un día y otro día y otro día. Los dos ingresos han sido de una semana. Estoy físicamente muy cansada y mentalmente más. No quiero medicarme, intento el mindfulness pero, es que soy muy cerrada de mente, algunas cosas me ayudan pero no para todo ni todo el tiempo.

Y voy sobreviviendo, porque eso es lo que hago y mis contracturas cada vez son mayores, cada vez como más y peor, me duele todo el cuerpo.

Supongo que tiene que ser así y doy gracias de que sea así, de tener a mis padres, de poder hacer noches en el hospital, de poder "tirar" pero estoy cansada, bueno, cansada sólo no, estoy superada...