Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

lunes, 25 de diciembre de 2023

Puente de diciembre 2023

 Han pasado quince años, madre mía, quince ya. 

Para mi el puente de diciembre siempre significa lo mismo, miedo y angustia, ¿irracional?, pues no lo se, no puedo evitarlo.

Mis hijos se hacen mayores y tienen sus planes, no se por qué no suelen coincidir con los míos. Les propuse ir a Candanchú a esquiar. Hace un año que a mi Sol le dieron el alta de su operación de rodilla y quiere probar el esquí de nuevo. Otra vez el miedo, diferente, pero miedo. Reservé en el hotel de mis sueños allí, el Edelweiss pero finalmente no abrieron la estación y cancelamos.

El día 6 madrugué con idea de visitar el belén napolitano del palacio real, cuando llegamos (sólo mi contrario y yo, por supuesto) a las 10 resulta que como había cambio de guardia, ese día no abría hasta las 4..., San Ginés imposible para tomar chocolate, nos fuimos al belén de Sol y nos gustó, de ahí al de las Descalzas Reales que ... tampoco estaba abierto. Paseando por Gran Vía llegamos a Cibeles, a ver el belén. A las 12:30 de la mañana el gentío nos hizo volver a casa.

Así, como plan de última hora se nos ocurrió buscar alojamiento en Ávila, que está cerquita. Tuvimos suerte de que en el Hotel Palacio de los Velada quedaban habitaciones. Fui a Ávila hace unos cinco años a ver una representación de flamenco sobre Teresa de Jesús, pero sólo a eso, no visité nada más. Mi contrario tenía ganas de comer lechazo en Arévalo, así que reservamos para comer el día 7. Madre mía el agua que nos cayó ese día. Comimos estupendamente y de ahí pasamos por Velayos, que es un pueblo diminuto en el que nació el abuelo de mi contrario y, de paso, compramos legumbres. Llegamos a Ávila sin poder soltar los paraguas y así estuvo toda la tarde. Ya por la noche salimos a ver la muralla desde abajo y a pasear. No conseguí entradas para ver la torre del campanario de la catedral, estaban completamente agotadas. Nos levantamos sin prisa y, después de desayunar como si no hubiéramos comido en años, nos fuimos a recorrer la muralla por arriba y a visitar cuanta capilla quedaba dentro de la muralla. Llegamos a la puerta de la catedral a las 12:30 a hacer cola, porque yo les avisé de que sin ver la catedral no me iba. Entramos sobre la 1 y nos dispusimos a hacer la visita guiada con la audioguía. Mi Garbanzo, cuando vio que la duración de los audios estaba cerca de la hora y media me miró con desesperación. Me dio igual. Al final salimos de la visita a las 3:30. Me hubiera gustado seguir por los otros puntos de interés de fuera de la muralla pero estaban cerrados hasta las 5. Los chicos se rebelaron, "tenían mucho que estudiar". A las 5 estábamos en casa. Bien. El sábado fue tranquilo. Mi contrario me había comentado que tenía ganas de ver la representación de "La francesa Laura" que es una obra de teatro que estaba custodiada en la Biblioteca Nacional y que, recientemente, habían atribuido a Lope de Vega, el domingo, después de comer sacamos la entrada y nos fuimos a verla. Me gustó muchísimo.

Fin. Fin de otro puente de diciembre, pero no fin de mis miedos y mis taras mentales. Mañana día 26 de diciembre tenemos la revisión anual de mi Sol. Mi Sol que en este momento está durmiendo después de unos días de mucho estudiar y mucho salir por las noches, ya preparado para el fiestón de fin de año. Otro puente de diciembre pasado...


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