Quería cambiarla porque al final la pularda, que me encanta, es demasiado grande para los siete que cenamos en Nochebuena en casa.
Mi hijos querían pizza, mi contrario sólo aperitivos, los santos padres (los míos) son de buen comer y conformar y les daba igual y yo quería algo diferente sin perder la tradición.
Al final casi todos (menos los que pedían pizza) quedaron contentos, hubo muchos aperitivos de toda clase, de primero la tradicional lombarda con pasas y piñones y de postre mi compota de Navidad. Lo que fue diferente fue el segundo: osobuco.
El día 23 me puse manos a la obra, en las dos o tres recetas que había encontrado recomendaban hacerlo de un día para otro.
Ahí va mi receta:
Ingredientes:
- una pieza de osobuco cortada en rodajas con el hueso en el centro
- un poco de harina para enharinar la carne y sellarla al freír
- un par de cebollas grandes
- cuatro zanahorias grandes
- un diente de ajo
- una hoja de laurel
- un vaso de vino blanco
- caldo de carne (yo lo compré de brick)
- aceite y sal
Se sacan y se reservan.
En el mismo aceite se ponen las cebollas cortadas en laminas y las zanahorias, también en trozos pequeños y el diente de ajo y la hoja de laurel. A fuego lento se va haciendo y cuando la cebolla esté transparente se echa el vino blanco y se deja evaporar el alcohol.
Al abrir la olla hay dos opciones, servirlo tal cual, retirando el caldo sobrante o sacar la carne, retirar un poco del caldo y pasar la verdura por la batidora, eso fue lo que yo hice.
Me parece que quedó riquísimo, es una receta que seguro que repetiré.
Siento no tener foto del emplatado.
Por cierto, el "Feliz Año Nuevo os lo desearé en la próxima entrada.
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