
De verdad que admiro a Groucho Marx, como tío ocurrente hay pocos como él, pero de hacer de un "chiste" un modo de vida media un abismo.
Yo sé lo que es "llegar a las cotas más altas de la miseria", pero sólo tengo unos principios...
Todo esto porque, una vez más en mi trabajo, me insisten en que "cambiar de principios" es adaptarse, vamos, que si lo que para tus principios es "engañar", lo cambias y decides que es convencer a alguien de algo que no es del todo cierto, ¡buen principio!.
Antes de que pueda salir de mi asombro leo, la verdad es que no recuerdo donde pero lo encontraré (creo que era un sitio así como " www.lamenteesmaravillosa.es") que se trata de flexibilizar, de adaptar a cada momento lo que más beneficioso sea.
¡Volvemos a la resiliencia, pero ahora con principios!.
Pues no, mira, yo no tengo más que unos principios y una conciencia, y como la que tiene que dormir cada día con su conciencia soy yo, mis principios son sólidos y no de barro.
He dicho.