Hola

Quiero daros la bienvenida a todos los que estáis aterrizando en el Reino de la Mermelada por primera vez. Esta es una ventana abierta a través de la que podéis asomaros a lo que es mi día a día. Si llegáis aquí buscando respuestas o información sobre la leucemia infantil, que sepáis que las respuestas están en vosotros mismos, yo sólo puedo compartir las mías. Agarraos fuerte que vienen curvas.

miércoles, 26 de marzo de 2014

A la vuelta de la esquina

Ayer tocaba revisión semestral de dentista con mis duendes. No me salto ni una, creo que debo crearles un hábito y de paso evitarme "males mayores" si dejo el tiempo correr.
Coro (Coromoto), la dentista, siempre va con retraso, cuida mucho de cada uno de sus niños y les dedica todo el tiempo que estima necesario. Cuando abrió la puerta para que saliera el pequeño paciente anterior y me dijo "enseguida pasáis" se me cayó la sonrisa al suelo.
Cerró la puerta para preparar la consulta y yo fui a hablar con la recepcionista, después de tantos años de conocernos, por mi cara supo qué pasaba. No quiso decirme, sólo me dijo "ahora te lo cuenta ella".
Pasó mi hada primero y la alegre charleta entre ella y yo en que se convierten estas visitas estaba congelada. Pero habló. Me dijo sí, Lou, hace 5 meses, poco después de vuestra visita anterior, ya sólo me queda una, una sesión y enseguida la cirugía.
La dejé hablar, me contó de sus antecedentes familiares y de una mamografía rutinaria anual que, esta vez, a su gine, no le gustó. Se la repitió hasta tres veces, nada gordo, nada claro y mucho miedo. Una resonancia les sacó de dudas.
Coro tiene mi edad y una niña de seis años. Dice que en ella fue en lo primero que pensó, ¡en qué más!, se agarró los machos y le dijo a la doctora ¿empezamos mañana verdad?.
Terminó con mi Hada, que veía que las risas de otras veces no estaban esta vez. Pasó mi Sol y siguió hablando.
Llevaba el gorro que siempre lleva, por higiene y su pelo asomaba, me contó que no perder el pelo era lo segundo que más le importaba (lo primero siempre es lo primero). Ella trabaja con niños y no quería que la vieran sin pelo. Mi Sol, con la boca abierta la miraba como diciendo "pero si no pasa nada por no tener pelo". Pero yo creo que cualquier cosa que te de seguridad es bueno para el tratamiento.
Me habló de un "gorro frío", una quimio que pasa más lenta y un pelo que "se mantiene", sin brillo, sin vida, pero no se cae, el de la cabeza, claro, las cejas y las pestañas se pierden, eso, junto con su cara inflamada por la cortisona (síndrome de cara de luna llena se llama) fue lo que me llamó la atención cuando abrió la puerta.
Dice que está bien, dice, pero la verdad es que está como tiene que estar, preocupada y con miedo. Me dijo que su madre también está mal, con metástasis que avanza despacio, haciendo vida normal y llorando por los rincones por su hija.
Fue entonces cuando me dejó de una pieza, me dijo que de mí había aprendido una de las verdades más ciertas y que le dijo a su madre para hacerla reaccionar, le dijo lo que yo siempre digo, que la salud de los hijos no depende de los padres, que dejara de culparse por lo que a ella le pasaba, que lo que sí estaba en su mano era su felicidad, así que tenía que dejar de llorar por las esquinas y ponerse en marcha.
Y tanto.
Esta mañana volaban a Euro Disney, plan de chicas, Coro, su hija, su hermana, su sobrina y su mamá. Vuelven el domingo, el lunes le queda la última sesión de quimio antes de la operación.
Estas estaba contándome cuando acabó con Garbanzo y me dijo, "vale, entonces en mes y medio, finales de Abril, primeros de Mayo, vienes que le pongo los selladores en las muelas de los seis años.
No ha dejado de trabajar en ningún momento, que tiene miedo, claro que lo tiene, que va a dejar que el miedo le pueda, para nada y es que ya sabéis lo que dice aquella poesía de Ángel González
"para vivir muerto de miedo
hace falta, en efecto
muchísimo valor"
Le pasé en un papel todas las direcciones de vuestros blosgs, sí, los vuestros, los de las luchadoras del lazo rosa.
Esto es un camino que hay que andar, en una senda con piedras, lo que hay que hacer es cogerlas y hacerse un collar con ellas y si pesan demasiado, pisapapeles.

5 comentarios:

Sara M. dijo...

Jo 😞😞😞
Para que veas, que al final tú también eres ejemplo para mucha gente. Espero que le vaya bien.

Evaasecas dijo...

Vaya frase la última de tu post. Debería de ser religión.
Ánimo para todos los que sufren por esa causa.
Como dice Carlos, "abrazos infinitos".

Irene dijo...

Que rabia de enfermedad!!! Espero que le vaya todo muy bien a tu dentista y a su familia.... La semana pasada perdí a una buena amiga por esta enfermedad... dejando a un niño de 10 años huerfano... no es justo!!!!
Besoso!!!

Merita Yatusabes dijo...

Como dice Irene, da mucha rabia esta enfermedad. Cuando te enteras de que alguien que conoces tiene que luchar contra el cáncer el sentimiento es rabia...
Pero no dejaremos que acabe con nosotros, sea cual sea nuestro "bichito", tenemos que ir a por él.
Ánimo para ella, y para todos los que como yo, están pasando esta dura prueba.

dragonfly dijo...

Ufff

Antes de nada mandarte un gran abrazo y muchos besos, para ti, para tus nenes y para tu dentista también.

Preciosa (y dura) la poesía de Ángel Gonzalez y la última frase.

Besos