Recuperando el aliento

Llevo mucho sin contaros, no he tenido fuerza, el miedo me puede, se apodera de mí, de mi cabeza y no soy capaz más que de dejarme llevar.
Mi Sol ha estado regular, ya os conté a mediados de Marzo que tenía febrícula, bien, pues esa febrícula intermitente se convirtió en fiebre. No ha habido semana desde entonces en la que no hayamos tenidos uno, dos o hasta tres días de febrícula o fiebre.
La primera semana intentas pensar que es un catarro, la segunda te pones nerviosa y empiezas las peregrinaciones a urgencias, en la tercera ya le hacen la analítica que os relataba en la entrada anterior.
En parte me quedé tranquila, pero claro, acabamos el antibiótico el martes y el jueves la fiebre le volvió a subir por encima de 38'5ºC.
¡Y él, tan contento!, sin molestias, sin dolores, nada, le dabas apiretal y la fiebre le bajaba... durante 24 horas hasta el día siguiente que volvíamos a las mismas.
Eso duró jueves, viernes y sábado, el domingo la fiebre no volvió, pero yo ya no daba más de mí.
Pedí hora a la oncóloga que lo vio el jueves 18. Ella le ve bien, pero claro, esas fiebres de repetición no son normales, así que le pidió una analítica completísima que le hicimos en el momento.
Es tan exhaustiva que hasta el día 3 no estarán todos los resultados, pero me acerqué el lunes a por el hemograma básico y la verdad es que me quedé mejor, la analítica es completamente normal. La leucicitosis de 15 días antes ha desaparecido.
En el análisis de sangre al microscopio no se observan blastos y lo único que sale es que tiene un "citomegalovirus".
No ha vuelto a tener fiebre, llevamos 11 días (se me acelera el corazón según lo escribo, por el miedo).
He vuelto al locólogo, al loquiatra, a las pastillas y a las terapias respiratorias.
¡Qué difícil es todo esto!