Mi última compra de rebajas

Ya sé, ya sé, este año he estado parca en compras, la crisis la notamos todos, esa es la verdad. Pero hoy tengo algo que enseñaros: ¡mi nueva nevera!.

No es que la anterior tuviera muchos años, que va, pero salió mala, mala, mala y mala, ya en alguna de las primeras entradas de este blog os hablaba de ella.

Nos la jugó un montón de veces, la penúltima y más gorda este verano, hizo un cortocircuito, fundió los plomos, la luz se fue y sólo nos enteramos 48 horas más tarde cuando la batería de la alarma de casa empezó a fallar y nos avisaron, el "ambientador" que encontró mi contrario en casa cuando tuvo que volver de urgencia desde la playa os lo podéis imaginar. Limpió comida podrida del congelador hasta bien entrada la madrugada, justo a tiempo para coger de nuevo el tren y encontarse con nosotros camino de las pizzas con Mónika.
El caso es que el miércoles amagó con jugármela otra vez, aprovechó a descongelar parte de lo que había en la parte baja del congelador y me planté. A punto estuve de darle una patada con mis botas nuevas (esa fue mi penúltima compra de rebajas...) Ni una tregua más.
El jueves cuando salí de trabajar y en 20 minutos compré otra, la elección fue fácil, tenía que entrarme en el hueco del que disponía, y tenían que podérmela servir el mismo viernes, y así fue, a eso de las 2 ya estaba perfectamente instalada y empezando a enfriar.
Adios vieja nevera, siento haber confiado en tí, tú te lo pierdes...