Alguien me está robando el tiempo, mis horas sólo tienen 45 minutos y no llego.
No llego ni a la mitad de cosas que "tengo" que hacer y fijaros bien que lo pongo entre comillas, porque "tener, tener", como diría mi locóloga, no es del todo cierto.
No es cierto que "tenga que hacer la compra", porque si llegada la hora de la cena no hay pescado para los niños, alguna otra cosa habrá en la nevera (ella siempre me reprocha que el tema de la comida de mis hijos es muy importante para mi). Tampoco "tengo que correr a recoger a los niños", si
llego tarde al cole, allí van a seguir, aunque estén solitos y tristes en secretaría, da igual si llego una hora tarde.
Tampoco "tengo que ir a correr", si no voy hoy, ya iré mañana y sino, pues tampoco pasa nada, de eso doy fe, yo he estado sin correr 40 años en mi vida y aquí sigo.
Pero no todo la igual y sí "tengo que" hacer muchas cosas, pero tengo que hacerlas por mí, porque a mí me enseñaron que las cosas no se hacen solas y que las obligaciones existen, ¿que yo me echo a los hombros muchas más de las que de verdad podría considerar imprescindibles?, seguro, pero es que
¡qué le voy a hacer, me han dibujado así!.
Ale, me voy que llego tarde, ¿a donde?, pues no se, pero tarde, eso seguro.
2 comentarios:
LLegar tarde es una de mis especialidades, hasta los días que parece que voy bien de tiempo aprovecho para hacer cualquier chorrada y acabar corriendo como una loca, somos un rato raritas!
A pues a mi me esta atacando ese ladron tambien.. siempre corriendo y siempre tarde... y no hay manera de que el tiempo me rinda... te felicito por lo bien que escribes.. muy lindo leerte..saludos
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