Mira que es un buen muchacho, tan aplicado, tan cariñoso con su papá y sus hermanos...
Luis Raúl siempre ha sido especial, quizás ser el más chico de los cuatro le marcó para ser tan responsable, claro, en la casa cada cosa tiene su lugar, no hay espacio sino para poder bregar.
Ya me lo dijo su papá, que este curso le han dado el premio especial de cálculo de su escuela, volvió a la casa todo orgulloso con su calculadora nueva, todo un tesoro.
El papá me dijo que quería un patín más grande, pero claro, le daba apuro pedirlo. Él ya sabe que la economía no está bien y que es importante poder pagar el cuarto de la hermana mayor para que pueda seguir estudiando en la capital, son muchos gastos pero él ya sabe que hay que sacar adelante los estudios, pegarle duro para poder prosperar.
Le haría tanta ilusión ese patín... Voy a apurarme a ver si el sábado cuando salga llego a tiempo de buscar uno.
Y Reina María siguió lustrando los zapatos del señor a miles de kilómetros de distancia de los sueños de su hijo.
Dedicado con toda mi admiración a las Reina María del mundo.
1 comentario:
Pues si, yo también me uno a tu dedicatoria.
Besos
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