Treinta y todos

Esos son los que me caen mañana, treinta y todos, el año que viene cambio de decena.
Mi Sol parece que sigue bien, y yo mejoro algo aunque lo de dormir aún me parece ciencia ficción.
Treinta y todos que me caen sabiendo que estoy cambiando, a peor, me pillan resentida, enfadada con la humanidad.
Leo el comentario de Mónika en mi entrada anterior y es eso justo lo que me ronda por la cabeza hace tiempo.
Estoy que muerdo. Vale que por suerte, a casi todos el tema de la leucemia y otras enfermedades hematológicas os pilla de lejos, pero es que ni siquiera en mi familia, la propia y la asimilada, que tenemos un caso tan cercano, NADIE se ha hecho donante de médula.
No me vale el miedo como excusa, miedo es el que tiene quien espera un donante que no aparece. No me vale el egoísmo como excusa, todos somos egoístas cuando se trata de nuestra salud o de la de los que queremos.
Lo siento pero no me vale. Donar médula es dar una oportunidad al que no la tiene, permitir que alguien sonría muchos años más, que crezca o que vea crecer a sus hijos y si no tiene hijos ni los quiere, le dará la oportunidad de viajar, de seguir adelante.
Hoy nada me vale, quiero un regalo de cumpleaños y os lo pido a todos los que leéis estas palabras, quiero que lo penséis, quiero que sepáis que quizás la vida de alguien dependa de vosotros, quiero que seáis conscientes de que regalar un poco de vuestra médula hará felices a muchos.
¿Prometéis siquiera pensarlo un rato?.